358 Repertorio Americano. Las manos limpias.
lar poder por el gusto del poder, y nada más. La nueva nación seria una potencia internacional, fuerte y temible, destinada a sembrar nuevos terrores en el seno de la humanidad atribulada. No: si la magna patria ha de unirse, deberá unirse UILLERMO Valencia tiene siempre el secreto de las frases lapidarias que definen una situación. Hablando ayer con damentos nuevos, que alejen del hombre la continua zozobra un amigo sobre el actual estado de cosas, el insigne payanés del hambre y la estéril impotencia de su nueva esclavitud, resumió su pensamiento en una fórmula feliz. Lloyd George angustiosa como nunca lo fué la antigua, porque abarca a decía en una época crítica de Inglaterra. Esta es la hora de muchos más seres y a todos los envuelve en la sombra del los hombres descalzos. En Colombia debemos decir hoy: porvenir. irremediable. Esta es la hora de las manos limpias. El ideal de justicia está antes que el ideal de cultura: es Tanto como el progreso material, tanto como la fijación de superior el hombre apasionado de la justicia al que sólo aspira sus fronteras y el desarrollo de su instrucción pública, y más a su propia perfecc intelectual. Al dilettantismo egoísta, quizá porque es condición de todo ello, necesita el país de asi se ampare bajo los nombres de Leonardo o de Goethe, manos limpias. Ellas simbolizan la probidad, de la cual la opongamos el nombre de Platón, nuestro primer maestro de delicadeza es apenas una forma elegante; la separación comutopía, el que entregó al fuego sus himnos de poeta para pleta del interés público con el privado; el criterio que ponga, predicar la verdad y la justicia en nombre de Sócrates, cuya entre esas dos cosas una valla, para no permitir que se conmuerte le reveló la tremenda imperfección de la sociedad en funda la gestión de los intereses públicos, y el cuidado de que vivia. Si nuestra América no ha de ser sino una prolon los intereses particulares muchas veces contrarios y siempre gación de Europa, si lo único que hacemos es ofrecer suelo distintos.
nuevo a la explotación del hombre por el hombre ty, por. El país necesita de que sea la probidad estricta la carac.
por desgracia, esa es hasta ahora nuestra única realidad. si terística de los procederes oficiales, para que no se derrumbe no nos decidimos a hacer de ella la tierra de promísión para la moral pública y no se prediquen con hechos desde las la humanidad desesperada de buscarla en todos los climas, alturas la corrupción y el prevaricato. Por doloroso que sea, no tenemos justificación: sería preferible dejar desiertas nues es preciso, es urgente, procurar esa probidad con dos procetras altiplanícies y nuestras pampas si sólo hubieran de serdimientos implacables: luz completa sobre toda actuación sos. vir para que en ellas se multiplicaran los dolores humanos, pechosa u oscura; castigo ejemplar para toda falta comprosi junto a los dolores inevitables, los que son hijos del amor bada. en los altos funcionarios, esas faltas no se miden por y la muerte, dejáramos perpetuarse los que la soberbia y la la cuantía de las sumas malversadas, sino por la incorrección codicia infligen al débil y al hambriento. Nuestra América se de los actos ejecutados. El doctor Archila tendrá que responjustificará ante la humanidad del futuro cuando, constituída. der por grandes delitos y por pequeñas cantidades. Si el en magna patria, fuerte y próspera por los dones de la natuGeneral Reyes no lograse justificarse, las cantidades serían raleza y por el trabajo de sus hijos, dé el ejemplo de la somenores aún y la falta todavía mayor.
ciedad en que por primera vez se cumple «la emancipación Alcanzar esa realidad de las manos limpias en la adminis. del brazo y de la inteligencia. tración y en la política, debe ser el más alto desiderátum de Ahora, no nos hagamos ilusiones: no es ilusión, la utopía un pueblo. Eso sería el bien supremo del cual dimanarian tosino el esperar que los ideales se realicen sobre la tierra, dos los demás. No son limpias las manos, ni la mente, de sin esfuerzo y sin sacrificio. Hay que trabajar Nuestro ideal quienes realizan los fraudes electorales que han convertido no será la tarea de uno o dos o tres hombres de genio, sino nuestro régimen republicano en una grotesca caricatura. No de la cooperación sostenida, llena de fe, de muchos, de innulo son tampoco las que cometen peculados ignominiosos que merables hombres modestos, de entre los cuales surgirán, avergüenzan a la República.
cuando los tiempos estén maduros para la acción decisiva los a realizar ese desiderátum hay que ir con pulso firme y espiritus directores: si la fortuna nos. es propicia, sabremos criterio sereno. La fórmula que para realizar esta labor dió descubrir en ellos los capitanes y timoneles, y echaremos al Uribe Echeverri, nos parece insuperable. Si nos dejamos en.
mar las naves, volver por la ola del peculado o del fraude, se pierde definiEntre tanto, hay que trabajar, con fe, con esperanza, todos tivamente la república. Hay que evitar, impedir toda clase de los días. Amigos míos: a trabajar.
exageraciones, y que el esfuerzo purificador sólo esté inspi.
Pedro HenriquIZ UREÑA rado por los intereses de la patria. Las exageraciones o las injusticias crearían un ambiente favorable para los verdaderos (Renovación Buenos Aires. culpables. Se beneficiarían éstos de la desconfianza o de la protesta que ellas produjeran en la opinión pública, propensa Nota de Alberto Masferrer: a las generalizaciones irreflexivas. Que logre la Cámara eviEste admirable trozo de Henriquez Ureña, expresa exac tar esos escollos y la labor investigadora producirá todos sus tamente nuestra manera de pensar respecto del destino, de las posibilidades y de la misión de la América Hispana.
amargos y benéficos frutos.
Para todo hispanoamericano que logre emanciparse de la Esta debe ser la hora de las manos limpias, si se quiere imbecilidad y de la mezquindad ambientes, las palabras de salvar el prestigio y el bienestar de la Nación. En todos los Pedro Henriquez Urena serán un evangelio. LA PATRIA DE LA JUSTICIA: eso debe ser nuestra América, o un simple mer países de la tierra se registran graves escándalos administracado fenicio.
tivos: ellos no son síntomas de irremediables males, sino ape(El Día, San Salvador. nas lamentable efecto de la triste condición humana. Lo que si constituirla síntoma de corrupción general y de intensa de.
generación, serla que no se hiciese un supremo esfuerzo por descubrir esos escá alos, o, lo cual seria todavía peor, que descubiertos no se les aplicase el cauterio enérgico de un castigo ejemplar. El Tiempo. Bogotá. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica