Repertorio Americano 141 Unidos a las orillas del Hudson, el representa a todos nuestros libertadores, desde Hidalgo y Morelos hasta Higgins y San Martín, porque él, mejor que nadie, representa el dere cho de América, el derecho de todas, y cada una de nuestras Repúblicas a la independencia y a la vida.
MANUEL Díaz RODRIGUEZ.
Sin palabras Versos para ti Alma mía tan långuida: la vida vaso de amor radiante, se hace oscura si en ella no acendramos la dulzura de una sonrisa de mujer querida.
Mas llegas de improviso a la encendida zarza de mi penar y mi amargura, y en mi dolido corazón fulgura: clara lumbre estelar, dulce elegida!
Tiembro de gozo y huye mi quebranto; un movimiento romperia el encanto cual del lago la linfa azul y honda.
Ni a media voz a murmurar me atrevo mi cariño por ti, pero te llevo cual la estrella que viaja con la onda.
Suave minuto tramontando los Andes, en el páramo de Pisba, donde el arte lo sorprendiera abrumado bajo el tremendo presagio de su gloria, o en lo alto del Chimborazo donde se encuentra a solas con su delirio, o en la pampa de Junín donde hace rayar la aurora de la independencia peruana, o, por último, en la cima del Potosí, como aquel día de orgullo y de apoteosis en que hizo desplegar al viento de la puna, sobre la tierra de entrañas de plata de Bolivia, las banderas de la independencia. servirle de monumento, bastaría el sereno comentario de su última campaña, preparada en los trabajos titánicos de Pativilca y de Trujillo y resuelta en dos victorias: la victoria inicial de Junín y la victoria decisiva de Ayacucho. Sobre las alas de ellas no cesarán ya de volar, siempre hacia arriba, su pensamiento y su gloria. Ya él es confesará más tarde Mitre «el hombre más poderoso de la América del Sur y el árbitro de sus destinos. Yo sabia exclamará el venerable y sabio Unanue de unas ciudadades de la Grecia antigua que se disputaban la gloria de haber sido la cuna de un poeta, pero nunca había leido de naciones grandes y distantes que se disputasen a un mismo gran capitán, a fin de poner su nombre por lo menos al frente de sus armas victoriosas. Es el Libertador y el Presidente de la Gran Colombia. Es el Libertador y el supremo Director del Perú. Es el fundador de Bolivia. ahora volverá a decir Unanue en noviembre del año 25 le ofrecen el glorioso título de Protector de la Argentina, y esta noticia llega a la metropoli peruana al mismo tiempo que una porción de hombres ilustres, fugitivos de Chile, desembarcan en nuestras playas a implorar su auxilio y protección, sin los cuales creen no tener patria ni gobierno. Verificado está el pronóstico, y el ilustre Bolívar, bajo nombres gloriosos, amigos de la libertad de los pueblos, es el genio que domina del Istmo al Cabo de Hornos. Pero no es al Caudillo omnipotente, no es al Dictador, no es al Imperator que se lleva tras de si voluntades y ejércitos, a quien los pueblos acuden e imploran. Es, como dira otro peruano de la época, al padre común, Todo, porque ningún otro hombre de la revolución, particularmente a su paso por tierras del Perú, ha pensado, como el, en América y para América. porque, ningún hombre de la revolución, así fuese de modo incompleto y fragmentario, posée como él tan vasto y harmonioso ideario político. La visión de sociólogo con que abarca y penetra el problema de las castas en su prodigioso mensaje al Congreso de Angostura; sus ideas constitucionales, enderezadas de una parte a resolver aquel problema y a tener de otra parte solución apercibida para el que se planteará de urgencia, al día siguiente de Ayacucho, en la desapoderada y en cierto modo legítima ción de numerosos candillos engendrados por la guerra de la independencia; sus grandes proyectos de confederación que, así como sus ideas constitucionales han venido día por día justificándose plenamente a lo largo de un siglo de historia; su ensayo, e!
primero en la práctica, de una sociedad de naciones, realizado en el Congreso de Panamá; su creación del arbitraje internacional y sus mismos conatos de romper el istmo panameño, constituyen un todo homogéneo y orgánico semejante a un sér vivo, que significaba entonces y continúa significando todavía hoy, además de previsión política certera en desgarrar los velos del futuro, solidaridad americana organizada.
Quería para su América la unidad política, o algo semejante a esa unidad, con solidez y fuerza en las instituciones que impusiese a los extraños el acatamiento y el respeto. por eso el representa como fninguno la revolución ante propios y extraños. En nombre o en efigie, en el Monte Sacro de Roma, sobre el yermo paisaje Agro, a orillas del Aniene, o en el centro de la gran metropoli de los Estados Tu voz velada y con un dejó lento esta tarde mi espíritu ilumina, y hay en ella ritmar de una ocarina que a lo lejos se pierde con el viento.
Tus ojos en mis ojos; el aliento cortado, y el minuto que declina acendra tal fragancia ultradivina, que en suspenso ha quedado el pensamiento. la distancia ofmos el arrullo de dos palomas y hay en su murmullo tan blando encanto, tan cabal ternura, Que asidos de la mano hemos callado porque en mi alma y tu älma se ha insinuado como una promesa prematura.
EDMUNDO VELASQUEZ San José, Costa Rica.
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Doctor CONSTANTINO HERDOCIA De la Facultad de Medicina de Paris MEDICO CIRUJANO Enfermedades de los ojos, oſdos, nariz y garganta: Horas de oficina: 10 a 11. 30 a. y de a 5, Contiguo al Teatro Variedades.
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