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338. Repertorio Americano UNA.
nuestra patria la civilización más intensa que entonces se sis de América y que justificaron las revoluciones políticas de conocia en América; que hubo entonces arquitectos, y pinto su independencia y de su agitada formación subsiguiente.
res, y sabios, y literatos, y escuclas, y universidades e im Revuelven cambalaches heráldicos cuando sus mejores blaprentas.
sones y su más alta alcurnia consisten en ser hijos de sus. Cómo podremos creer en nosotros mismos si comenzamos propias obras, según la sentencia cervantina, código de verdaregando nuestras raíces? Vivimos en el servilismo de imagi dera aristocracia, y adulan y gustan de ser adulados por lo nar que todo lo que es cultura, ha de tener etiqueta de im que sus abuelos combatieron y derrotaron. Hay, sin duda, portación reciente, como si nada valiese el esfuerzo de los muchas Américas; pero la de esos delincuentes de lesa Histosiglos.
ria no es la nuestra, como nuestra España, la España perfecta Agréguese, para terminar este esbozo de tan noble figura. de justicia y libertad con que soñamos, tampoco es la suya.
que José Vasconcelos ha roto, aunque no por motivos ideoló tampoco es nuestro su hispanoamericanismo, a base de mugicos, con el Gobierno del general Calles. que este hombre tuas lisonjas de lo que, allí, reputamos como desviación de probo, que manejó millones, vive de su actividad intelectual. una espléndida realidad histórica, y aquí, como antagonismo El que quiera conocerlo más a fondo lca cualquiera de sus recalcitrante a idea de una nación libre y bella moral e inobras: Prometeo, por ejemplo.
telectualmente.
Por fortuna, no todos los americanos son asi ni probableR. BLANCO FOMBONA mente la mayoría. De vez en cuando arriban a nuestras ribe(La Vor, Madrid). ras figuras egregias como Gabriela Mistral y Mario Sáenz, para no mencionar sino a las más recientes. En ellas reconocemos nuestra América, la América emancipada o en vias de José Vasconcelos cmancipación, la América que en el pasado rompió con Europa por algo que vale más que el sentimiento de nacionaliNa emoción de fraternidad muy profunda me sacude ahora, dad, entonces todavia embrionario y subalterno: por ideales en presencia de José Vasconcelos. He aquí uno, siquiera, de libertad colectiva e individual, y también la América que que no hacía trampas. Jugó y perdió. Pero su puesto en el en el futuro aspira engrandecerse no tanto por su riqueza juego no era una ficha convencional, sino de veras, la propia y sus cañones como por sus instituciones de Derecho y culvida; y cuando cortó la baraja fué a filo y altura de su destino. tura, posponiendo el poderio cimentado en las cosas al desPerdió. De su magnífica campaña por las luces, pronto, en tino supremo de la personalidad humana. Solo el lenguaje de México, no quedará sino la memoria. Sus bibliotecas se han esa América entienden muchos españoles que anhelan una deshecho. La colección de grandes obras de literatura univer comunidad hispanoamericana asentada, no en vagos sentisal, que regalaba al pueblo, se ha agotado. No hay ya con mientos y en frases vacías de contenido histórico, sino en signación oficial para El Maestro, su orden del día, a la tropa ideales comunes de libertad social y politica y de colaborade los educadores. El problema de la elevación del indio a la ción en una cultura homogénea, sin menoscabo de sus múlticultura no ha dado, desde su salida del ministerio, ni un paso ples y ricas variedades.
más. Ah, pero en cada uno de estos vacíos ha quedado, in Acaba de llegar a España otro americano de esa estirpe confundible, el sello de una parte de su figura; y en el en del espiritu, el mejicano José Vasconcelos, estadista, escritor samble de ellos, la figura entera; al modo de aquellos troque y maestro universitario, pero fundamentalmente un hombre, es les, donde, en las fundiciones, se enfria el metal hirviente de decir: una persona que antepone a todo interés o convenciolas estatuas! Que la huella de un hombre en un país puede nalismo el culto de la dignidad humana. No es hombre de medirse de dos maneras: o por el bulto de lo que aquél ha protocolo, de mera externalidad ritualista, no ya ahora que no dejado o por el hueco de lo que sin él se ha perdido. desempeña ninguna función de gobierno, aunque su palabra ¡Anda, navega por las rutas de Europa y de la incertidum hablada y escrita sea en toda la América hispánica una de bre, creador en América, tan seguro ayer. Pero que esta las que más autoridad gozan, sino también cuando era minisincertidumbre sobre el futuro no manche, en tu propia con tro de Instracción Pública en su pais y colocaba la razón de ciencia, el precio de tu pasado. No te quejes de nada, no te la libertad y la democracia por encima de esa hipócrita razón arrepientas de nada, no reniegues de nada. En verdad te digo, del silencio y la tolerancia que suele regir las relaciones entre Vasconcelos, que tú hubiste la mejor parte. que este pobre Estados, aun entre los políticamente más dispares y antagógazpacho que hoy aliñamos juntos en nuestra mesa de jorna nicos, como lo acreditan sus públicas invectivas contra varios leros no fuera tan sabroso de no tener, para sazonarlo, con gobiernos despóticos de América.
las sales de la amistad y los aceites de la filosofia, aquellas Como la Mistral, como Sáenz, como tantos otros que son esencias cuya acidez has conocido los vinagres de la ingratitud. los guardianes de la tradición liberal de América frente a los restos de una Europa que se está yendo y frente al caudiEUGENIO ORS llismo indígena, de que todavía no se han libertado del todo (A. Madrid. algunos pueblos americanos, Vasconcelos propugna una polltica de libertades institucionales, que salvaguarden al hombre, y de cultura integral, como medio de perfeccionarle por la José Vasconcelos enseñanza. El tema radical de su acción pública no es tanto el engrandecimiento cuantitativo de la nacionalidad como el AY un tipo de americano. anglosajón o hispánico. que mejoramiento cualitativo del individuo, sin perjuicio de mantener una mirada alerta, un corazón apasionado y un brazo disolvidar el sentido histórico e ideal de América, y acaso también puesto frente a la actitud de presa de las águilas del Norte, lo olvide en su propia patria, pues no hay que suponer que solo y, en general, de una gran parte de ese turbio y nada esel Atlántico sea causa de esta grave amnesia. Es ese linaje crupuloso capitalismo extranjero que ha hecho de los pozos de hombres que buscan precisamente aquello que el espiritu de petróleo mejicanos pista sangrienta de sus codicias y consde las democracias americanas niega: árboles genealógicos y tante amenaza para la integridad e independencia de un país comercio con clases e instituciones que representan la antite infortunado a causa de sus grandes riquezas naturales. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica