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370. Repertorio Americano de simpatia entre el indio y el conquistador. Fué, desde luego, rayo de sol disfrutado al amor de sus majestuosas cumbres una animadversion de raza, que los descendientes siguieron andinas. La cultura es para él un bien que desprecia, y la abrigando, al persistir, como persistieron, aquellas condicio. comodidad un yugo que odia. nes; con lo cual la independencia, obra de los blaucos, nada el ilustre arqueólogo Dr. Julio Tello, peruano tammodifico tampoco. El país siguió poseído por los mismos con bién, concluye en su Introducción a la antigua Historia del quistadores, aunque emancipados ellos de su antiguo amo el Perú, última página: rey; pero, con esto, las cosas empeoraron más bien para el «Nuestra actual civilización hispano peruana no puede leindio, pues lo cierto es que la Corona no solía protegerlo vantarse sino sobre el pedestal indígena, y no puede mante.
contra el rigor de sus propios súbditos, al paso que la igual nerse firme si no se adapta completamente al medio. dad democrática de la teoría, entrególo indefenso a la dureza Pero ¿saldrá posible la conciliación presunta por dicho. de su efectiva inferioridad.
plan, bajo las instituciones de la democracia anglo sajona que No se hizo más que salir de una arbitrariedad para caer no es, precisamente, ni peruana ni hispánica?
en otra, sin remediar del todo las consecuencias de la pri. Visitando cierto dia el retiro estudioso de un sabio peruano mera: tan cierto es que la dignidad de la condición humana cuya dedicación a la más pacifica de las ciencias para no es cosa de otorgar o de reconocer por ley, sino estado excluir la pasión política, me avancé a opinar que la e de conciencia que cada cual alcanza por cuenta propia. como acto irrevocable de dominación, consumado por: Efectivamente, la conquista fué forzamiento del indio a tenar de aventureros, demostraba una asombrosa incapherdad un género de producción que le repugnaba, al constituir la de los indios para defender su populoso Imperio, no menos más violenta negación del rendimiento mínimo exigido por los que una increible resignación a ese acto de fuerza. Résultaɖo, sistemas comunistas de Méjico y del Perú a cada miembro de concluí, del sistema enervante que debió ser aquel comunismo.
la sociedad; lo cual anulaba a la vez la ambición y la com Mi interlocutor se yergue vivamente, poseído de verdadera petencia.
indignación.
Dichas poblaciones habían perdido para siempre, según se Es la opinión falsa, superficial de todos ustedes: los ve ahora mismo, la facultad individualista de producir y de blancos, añade, con tono sarcástico que no intenta reprimir.
aumentar la riqueza personal, o sea, la capacidad ahorrativa Diga usted, prosigue orgullosamente, a un indio de pura y la satisfacción de sobresalir mediante la multiplicación de sangre, que va a decirle la verdad, siempre interesante de aquella riqueza. Su conformidad dichosa o pasiva en los regl inculcar en un escritor a quien se estima: la conquista. fué menes autóctonos tornóse pesimismo bajo la dominación ajena una monstruosa traición a la que nunca nos resignamos. Ese que fué incapaz de sacudir; con lo que el trasplante de la comunismo incásico era un estado tan perfecto de civilización democracia resultó otro. forzamiento artificioso a un sistema fundada en la justicia social, que apartaba hasta la idea de condicionado por fenómenos fisicos y morales completamente aquella felonia.
distintos. El dominador, al tornarse republicano con la inde Convengo, añade con amarga nobleza, en que la dicha y pendencia, no había realizado fusión, ni siquiera acercamiento la equidad practicada durante siglos habíanos tornado poco cordial con el dominado; de suerte que la democracia empezó aptos para la barbarie de la guerra. Vencidos, diezmados con por carecer de pueblo orgánicamente constituído. Fué la rea sana feroz, no olvidamos ni olvidaremos nunca. Nuestra espelización exacta del guiso de liebre sin liebre, o sea el primer ranza y nuestra paciencia tienen la firmeza de nuestros monfraude, pese a la buena intención.
tes. Nada queremos con el blanco, tan enemigo ahora como Todos los grandes comentadores de la democracia ameri ayer. La raza volverá a ser un día lo que fué en sus costumcana, desde los redactores del Federalista hasta Tocqueville bres y en su suelo. La civilización de los Incas renacerá para y Laboulaye, Samper, Lastarria y Alberdi, han señalado el nosotros. Sólo para nosotros! La voluntad de la raza constimóvil primordial del ciudadano en aquélla. hacerse rico. se tuye, a este respecto, un bloque de granito. lo mismo ahora gún la fórmula sintética y positiva del pensador argentino. que dentro de quinientos años, ella no cejará hasta no haber Porque la democracia es el sistema político resultante de nues expulsado al último blanco de nuestro suelo.
tra civilización industrial y comercial.
La exaltación de ese sabio, verdadero monje de la ciencia, Ahora bien. el indio no sabe enriquecer: Aunqne sea grande es para mi una revelación del traspensamiento formidable y a veces su capacidad de trabajo, no ahorra ni multiplica la oscuro que fisonomía del indio disimula como inconmoviriqueza. Es la negación del capitalista. Su pesimismo, proba ble máscara. Por primera y única vez, quizá, veo alterarse blemente original, es inaccesible al encanto de la aventura y con imperioso. movimiento y oigo hablar a esa piedra con su de la empresa. Otro motivo de profunda incompatibilidad con. verdadera voz. Entonces comprendo.
el conquistador, esencialmente ambicioso y aventurero. El Comprendo por qué el primer descuido o abandono de la Descubrimiento fué, ante todo, una empresa comercial, y la reserva ya automática a fuerza de secular, transforma la suEmancipación, en gran parte, una apertura de mercados: fenó misión del proletario, la indiferencia evasiva del transeunte, menos correlativos, resultantes a su vez de la expansión del la misma inocencia del niño, en una expresión de rencoroso tráfico, que es el propulsor de la civilización moderna.
desprecio. Bajo la mirada enemiga que lo sorprende, sobreVíctima suya desde el comienzo, el indio continúa siendo viene, al acto, la opaca petrificación, el repliegue fatal del en ella el conquistado. Nunca la ha entendido ni le interesa.
alma en la sombra. La hipocresia pertinaz ha acuñado en esa Por esto, vímoslo oponerle una inquebrantable resistencia paexpresión una verdadera estilización siniestra. El mutismo. casiva o voluntad de conservarse, cuanto le es posible, en el racterístico de aquella gente asecha y elude. Nada tan desoestado precolombiano que lo caracteriza con asombrosa per: lado como su seriedad. El indio ha perdido la risa. Todas sus sistencia.
ternuras, desde la embriaguez hasta el amor, las llora. Su Un escritor peruano de gran talento y vasta información dignidad ante el dominador consiste en lo, inconquistable de personal en la materia, Enrique López Albújar, dice en sus su afecto. Su estado permanente de guerra contra él es una Cuentos Andinos, valiosísimo estudio de psicologia india (pá absoluta renuncia a la misericordia. Guerra de las almas, que gina 106, Cachorro de Tigre. resulta la perfección del odio, añejado en la impotencia como. Qué vale para el indio la luz de todas las civilizaciones un ponzoñoso licor. Una leyenda bastante difundida pretende juntas, disfrutada al amparo de la ciudad, comparada con su que los aymarás, cuando consiguen capturar un blanco en se Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica