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REPERTORIO AMERICANO 205 es mélico tranquila os lada.
La Mhes de estos dias, el de setiembre Lo que cabe en una vida Jóvenes de la epoca actual, hijos del siglo xx. exclamaría quizás el ancianose cumplen los cincuenta y cinco anos. Por qué disminuye vuestra fe y se empeEvoquemos el lugar de la escena. Hoy queñecen vuestros anhelos como si se hulas grandes asambleas obreras celebradas el joven transeunte seguiria melancólicahubiera acortado sobre la tierra el vuelo en Francia: el Congreso de aquel Partido mente su camino.
del espiritu? Bien hacéis en querer vivir, no Socialista, la solemne conmemoración del Un par de años después, en los barios de ilusiones, sino de realidades. Pero vivir.
trigesimo aniversario de la Confederación miserables de Paris, se repartia, por entre la misma realidad no seria una realidad General del Trabajo francesa y el Congreso gas a diez céntimos, una traducció francesa viva, sino una realidad muerta, desde el de la Internacional Socialista reunido en de El capital, el libro nuevo de un filósofo instante en que no la animase internamente Marsella, dan una viviente actualidad a alemán.
el latido de una ilusión. En este amplio aquel oscuro episodio acaecido en 1870.
problema social, planteado por el moviUna plazuela de Paris. Es un rincón siJornada segunda.
miento obrero, es la realidad la que ha lencioso, situado no lejos del Hotel de Los Congresos obreros que ahora, en ido más de prisa que mis propias esperanVille. Una plaza húmeda, estrecha, de forma 1925, acaban de verificarse en Francia.
zas. Yo he visto defender en mi juventud casi triangular, por la que no cruzan los Ha habido primero el de la Confedera la jornada de trabajo de doce horas como coches, por la que se diria que no pasa ción del Trabajo. Celebra ésta el trigésimo una avanzadisima conquista legada por la tampoco la corriente de la Historia. Sabido aniversario de su fundación. En los dibujos Revolución del 48. Yo he oido ridiculizar Paris, quedan, como islotes de paz, algunos tenario no aparecen ya las siluetas del fas que, en medio del trafago ruidoso de conmemorativos de estas fiestas del tren la jornada de diez horas, como un delirio de Roberto Owen, como una descabellada parajes silenciosos donde juegan los niños donde, en los días claros, se sienta al ras de obreros fuertes y alegres que agitan o el andrajoso, sino las nohjes figu utopía comunista. Toda esta colosal transformación cabe en la vida normal de un guna anciana a leer el folletin y a tomar la bandera, ya casi triunfante, con la socie. hombre. Qué cosas no podréis haber el sol.
taria divisa. Bienestar y Libertad! visto vosotros, jóvenes amigos, cuando inTal era la plaza de la Corderie, con sus Después ha venido el Congreso del Soclinéis, como yo, la cabeza blanca? Tened fachadas grises, sus modestos comercios y cialismo francés en París. Unos dias más el valor de soñar. Tened el valor de querer.
sus menos que modestas bohardillas. Aquel tarde, en Marsella, el Congreso socialista Rechazad, si, un ideal cuando sea bastardo, de setiembre, en la más ininternacional. Grandes asambleas convocairracional, inhumano, poco acorde con las significante de sus casas, empezaron a das a la faz del mundo, respetadas por los voces más profundas, más serenas del alma.
trar, dino a uno o en pequeños grupos, mismos adversarios, a las que concurren Pero no desconfiéis jamás de el porque algunos miseros trajadores manuales. Echa prestigios intelectuales, personalidades inparezca nuy alto. Por el contrario, elevad ban una mirada recelosa a su alrededor, e fluyentes en la política universal, gober el vuestro, el ideal que vuestro espiritu internándose por el negro portal, subian vistumbre. hasta las cimas más excelsas, nantes de los principales Estados de Euhasta el piso tercero, donde se iban reuropa. El desván de la plaza de la Corderie más puras, más luminosas y, en apariencia, niendo en una sala espaciosa y, desmantese ha cambiado en la enorme sala del más inaccesibles. Cabe mucho dentro de Trocadero de Paris una vida humana. algo hay que dejar Julio Vallés, el fuerte y agrio escritor, Palacio de Exposiciones de Marsella. en el magnífico también a los venideros, a los hijos de pintó en Insurgé aquel cenáculo de proMarsella abre la sesión un ex ministro de nuestros hijos, y a los nietos de nuestros letarios. Son unos cuantos obreros mal SCS Gran Bretana de sus Indias, o nietos, y a todos los que después les suialimentados, mal vestidos, sudorosos bajo presiden los ministros de Estado de dos de cedan, mientras las estrellas sigan brillando sus viejas blusas. Saludad, no obstante en. el firmamento y continue ardiendo la exclama Vallés saludad al nuevo Parlas más cultas naciones europeas. El obrerismo organizado es, quizás, la fuerza poli llama interior en el fondo de los corazones.
lamento del Trabajo. Alle delibera la ciente Federación de Corporaciones Obreras.
tica más importante del mundo actual. Los Luis De ZULUETA Cada uno de los veinte distritos de Paris ochente pobres de antaño se han trocado (De La Libertad, Madrid. en los veinte millones de la Federación delegados. Que valen sesos cuatro ochenta pobress, ochenta jornaleros reuniSindical de Amsterdam, en los treinta mi699 llones de electores socialistas virtualmente Los artículos que no lleven indos en la más olvidada plazuela de la gran representados en el Congreso de Marsella. dicación de donde se han tomado, capital. deben considerarse como envío Imaginémonos ahora que un joven de directo de sus autores a este seentonces aficionado al las letras, acertara Epilogo.
manarlo.
en aquella fecha a pasar por alll, envuelto ¿Recordáis al joven meditador que nos en su corta y ajustada levita, contemplando complaciamos en imaginar atravesando, el las cosas con la gentil inquietud de los de setiembre de 1870, la solitaria plaza REPERTORIO AMERICANO veinte años. Acaso, al sorprender a los de la Corderie? él le tocaría escribir, SEMANARIO de cultura hispánica.
obreros que iban llegando, Ruspecho de que para estimulo de apocados y consuelo de De Filosofía y Letras, Artes, Ciencias se trataba. Tal vez sintió una generosa sonadores, el epilogo y la moraleja de simpatía hacia el anhelo emancipador de estas dos y Educación, Misceláneas jornadas.
los trabajadores. Por qué no organizar Nuestro personaje, aunque ya septuagey Documentos.
la sociedad de manera que también los nario, pudo muy bien, no obstante, en los Publicado por humildes participaran plenamente en los últimos días del pasado agosto, haber preJ. GARCÍA MONGE bienes materiales y espirituales de la vida? senciado los Congresos de Paris o el de Apartado 533 Mas no tardaria en sonreir escépticamente Marsella. Qué sentiria entonces, recorSAN JOSÉ, COSTA RICA, el joven; pensando que aquel sueño seduc dando el escepticismo con que, allá en sus ECONOMIA DE LA REVISTA tor no podía ser más que un sueño, Las años mozos, vió pasar, precursoras, hacia La entrega 50 blusas harapientas entrando en los Parla aquel esbozo del Congreso obrero, las anti. El tomo (24 entregas) 12. 00 mentos o en los ministerios. No hay que guas blusas del trabajo. Como reaccionaria el tomo (para el exterior) 50 oro am.
ser tan iluso. En todo caso, habla que su pensamiento ante esta inmensa evolución, La página mensual de avisos (4 inserciones)
20. 00 esperar siglos para ver una transformación realizade sin embargo, en el breve espacio En el contrato semestral de avisos se de social semejante. No se muda sino en de tiempo que puede encerrarse dentro del un de descuento. En el anual, un 10.
siglos lo que perdura desde hace milenio. marco de una efimera vida humana. en envia Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica