Anarchism

Repertorio Amèricano 43 de Papini LAS IDEAS LOS HOMBRES del crepúsculo. en el orden intelectual suele acaecer otro tanto. Aun en inteligencias tan despiertas y El Cristo vigorosas como la de Papini, el transito suele ser gradual. Así no es maravilla que, de vez en vez, se descubran reminiscencias de sus antiguas lecturas. De La Libertad, Madrid)
huellas de antiguos errores y preocupaciones. lector no ignora lo que se ha discutido acerca Después, en cada página, los editores se conside la vida histórica de Jesús. Callan los historia. deran obligados a comentar, explicar y aclarar los dores a quienes más debía haber impresionado el conceptos del autor. Papini no interpreta bien los lidrama. El judío Flavio Josefo no dice una sola pala bros devotos; yerra frecuentemente cuando se mete bra. El mismo silencio en los historiadores griegos y en profundidades teológicas. En algún capítulo los romanos. En Suetonio y en Tácito hay sólo unas editores se permiten modificar el texto del autor. El líneas desdeñosas sobre los cristianos. La critica cien bosquejo de la historia de los Patriarcas y de Israel tífica llega audazmente a conclusiones radicales. Ya que Papini traza, merecen de los editores una coChateaubriand, cuando no era sino el futuro autor rrección, por no decir una reprimenda. No sólo desde El genio del Cristianismo, decía que no estaba conoce Papini la verdadera significación del bautismo, del todo demostrado que hubiese existido un homsino que la hipótesis por él propuesta carece de toda bre que se llamara Jesús y se hiciera sacrificar en verosimilitud. Según sus editores españoles, Papini Jerusalén. En los modernos se acentúa el acepti preconiza un anarquismo poético, que no sólo no es cismo. duras penas escribía Renán en los couna consecuencia de la doctrina de Jesús acerca del mienzos de su carrera, tal vez exprimiendo de reino de los Cielos, sino que en varios puntos se todos los Evangelios lo que contienen de real, se opone a ella. El autor de Storia di Cristo interpreta obtendrá una página de historia sobre Jesús. Según erroneamente las Bienaventuranzas, por no haber Straus, bajo la niebla de la ilusión y de la supers. profundizado en los criterios católicos de la Hermetición judías, en las espesas nubes de misticismo néutica biblica. En cuanto a la defensa que Papini especulativo de Alejandria, ła figura de Jesús pierde hace del pesimismo de Leopardi, esperan los editocasi por entero todo sello humanos. Scherer, Réclus, res españoles y comentaristas del primero que nadie Dide y otros muchos, cuyos trabajos resume en puse dará por convencido. mucho menos, naturalblicaciones recientes Guignebert, el autor de Le promente, cuando Papini atenúa la importancia y el va.
bleme de Jesus y de La vie caché de Jesus, estamlor probatorio de los milagros, sin duda «por transigir pan las más atrevidas negaciones.
con los prejuicios de los incrédulos. Cuando el autor he aquí que Papini, el impío, y blasfemo, lanza rechaza el dolor innecesario, sus editores y comenal público, en la fiebre de la dolorosa conversión, taristas le recuerdan las páginas escritas por los ascéticos acerca de la mortificación. Ni pueden pasus páginas llenas de ardor y de entusiasmo: Hemos leido con profunda simpatia este libro, de una gran sar exageraciones como la de Papini cuando supone emoción y de una gran sinceridad. En medio de tanto que Jesucristo condenó la riqueza en sí misma y escepticismo, Papini proclama valerosamente su fe.
anatematizó a los ricos sólo por el hecho de serlo.
Es una noble reivindicacion del espíritu entre tanta Lo referente a la riqueza y al negocio preocupa manifestación de materialismo grosero y estúpido sucristo condene el negocio como una forma de mucho a los editores españoles de Papini. Que Jecomo está contemplando nuestra época. Las páginas latrocinio» escriben y que el comercio sea cun la.
de la Storia di Cristo, de Papini, son bellas. Su lirismo contrasta con la ramplonería seudocientífica trocinio legal. son frases que el lector hallará excesivamente crudas.
hoy tan en boga. si no un positivo valor histórico, ofrecen en su poética y generosa efusión, un alto siguen los editores comentando, sin fiarse un valor humano.
solo momento del autor. Rectifican las opiniones de Mas. cual será la eficacia de este bello libro? La Papini acerca de los reyes. Corrigen lo que el escrilibreria católica ha hecho en torno de él un enorme Jesús. Defienden a los sacerdotes hebreos de la acutor dice de las mujeres que se guían devotamente a reclamo. Durante meses y meses ha llenado sus essación de avaricia que Papini les hace. Advierten caparates con fotografías más o menos artísticas del torturado converso, del ardiente catecumeno. En las que lo que el autor dice de Judas no debe interpretarse en el sentido de aminorar la tremenda responsecciones de anuncios de los periódicos, la Storia di Cristo, de Papini, ha alternado durante meses y me.
sabilidad de su delito. Corrigen los retratos que Papini ses con los artículos predilectos de las Agencias. traza de los sanedritas José de Arimatea. y Decodeel enorme reclamo no ha debido de ser del todo mus. Tendríamos que extendernos todavía mucho si inútil, pues hemos visto en no pocas manos ejem edición española de la Storia di Cristo.
quisiéramos referirnos a tantas notas como llenan la plares de la edición española.
Mas, repetimos. cuál será la eficacia de este bello. Qué queda, pues, del bello y apasionado libro?
libro? Al lanzarlo a la circulación, la librería católica Queda algo, sin duda: queda «el caso Papinis; queda adopta sus precauciones. Los editores españoles coel escándalo el ejemplo se dirá de la conversión.
mienzan por advertir que Papini no es sino un litePero ese Cristo avalado, garantizado,. por la libreria católica no hará grandes milagros. Ni es, ciertamente, rato, un artista; que acaso la empresa de escribir una Historia de Cristo requería mayor preparación el propio Papini una gloriosa tribuna la mística jaula en que se exhibe científica y religiosa; que se trata de un libro que tado y disciplinado.
calidad de catecumeno amonesdebe ser leído con discreción. El paso de la noche al día se nos dice no se hace sin el intermedio ALVARO DE ALBORNOZ Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica