Repertorio Americano 51 GABRI. Arranca de mi este impuro deseo de justicia que Una maestra aún me turba. Sostenme! Muchas veces no tendré sino a Ti a mi lado. Dame sencillez y dame profundidad. De El Sol, Madrid. Haz que haga de espíritu mi escuela de ladrillos. ABRIELA MISTRAL está en Madrid. Viene de México En estas palabras las que no copio son igualy va a Chile. Ha colaborado en la obra em mente bellas se nos ha revelado la maestra. Pero prendida por un mejicano ilustre, el Sr. Vasconcelos, la maestra elemental o la maestra de maestras, si se para redimir al indio de su pobreza e indolencia. quiere. Porque es verdad que las cualidades que suEl Sr. Vasconcelos no es ya ministro. No lo han gieren: la simpatía, el talento moral, la candidez, la querido los vaivenes políticos de su país. Su obra, disciplina, la actitud reverente del espíritu y el senen cambio, tendrá que continuarse si la república de tido de las cosas invisibles, animan o deben animar Méjico ha de realizar su destino. La obra consiste, la educación en cualquiera de sus grados, pero si esencialmente, en elevar el nivel del indio por medio son el alma de toda educación, son el alma y el de la educación profesional realizada en la escuela cuerpo de la escuela primaria. Aquí no basta con la primaria. partir de los diez años aprenderá el virtud del maestro. Hace falta que el sentimiento la alumno un oficio en las escuelas de las ciudades y trasmita al alumno.
horticultura y agronomía en las del campo. El indio Gabriela Mistral, que empezó de maestra primano suele ser más que peón en las ciudades; hay que ria. ha sido muchos años profesora de Liceo en Chile.
convertirle en artesano. En el campo se contenta con Ahora quiere volver a la escuela primaria, quizás a cultivar el maiz y plantar alubias. Hay que enseñarle la escuela pública, quizás, si encuentra que la buroa sacar de la tierra más provecho. La obra era grande. cracia docente del Estado pesa demasiado para volar Tenía que hacerse con espíritu, porque los recursos con ella, a la escuela privada. Las razones que nos eran limitados. Por eso el señor Vasconcelos sacó de dará para este cambio son que ya hay en Chile deChile a Gabriela Mistral para que le ayudase. masiados liceos y demasiada gente que no saca de De Gabriela Mistral se conocían, sobre todo, los ellos sino la necesidad de que el Estado la manversos y las prosas que publicaban los periódicos tenga en los destinos públicos, mientras que hay un hispanoamericanos. Sus versos eran las explosiones pueblo pobre y numeroso, el roto chileno, que necede un corazón cargado y generoso.
sita, como el indio de México, que se le levante de su miseria y se le ponga en el camino de su mejo(Algunos versos eran diáfanos ramiento.
y daban timbre de cristal; Estas razones no serían convincentes para el que otros tenían como un modo cree, como yo creo, que es un gran mal el que paapacible de sollozar. decen los pueblos de la América española, como la dice la autora de un amigo suyo, y puede decirse de madre patria, con el bachillerato enciclopédico, que sus versos, salvo que el sollozo es más apasionado informs y no forma, y que lo que necesitan, si han que apacible. Por ejemplo: de espantar de las profesiones liberales a los perezosos y a los torpes, y si han de elevar el nivel de Cristo, el de las carnes en gajos abiertas; las clases educadas hasta el punto en que comienza Cristo, el de las venas vaciadas en ríos: la creación original, es la enseñanza clásica, desinteestas pobres gentes del siglo están muertas resada, seis o siete años de temas y versiones esde una laxitud, de un miedo, de un frío!
critas en griego, en latín y en castellano, que transA veces el sentimiento rompe la manigua del formen el espíritu, mediante la lenta impregnación lenguaje y se afirma triunfal, como el acero de un del alma en las disciplinas que la experiencia secular machete, en que se baña el sol: europea ha demostrado son las propias para crear el gusto, habituar al trabajo metódico y desarrollar Mas yo que te he gustado, como un vino, Señor, el hábito de la conjetura y la exigencia de la veramientras los otros siguen llamándote Justicia, cidad.
no te llamaré nunca otra cosa que Amor.
Sólo que el caso de Gabriela Mistral es tan paSu mejor obra es la Oración de la maestra. Por tente que hasta parece extraño. que haya necesitado haber sido «rezada muchas veces en lengua castela experiencia de México para descubrir que su cenllana con acento extranjeros, los maestros de espatro es la escuela primaria o la formación de maesñol de los Estados Unidos, que habían leido en los tros de escuela primaria. Porque la función espeperiódicos, quisieron conocer la obra entera de Gacífica de la escuela primaria, antes que enseñar a briela Mistral y al enterarse de que no había sido leer, antes que preparar para un oficio, es poner en recogida en libro, tuvieron el pensamiento de edisu sitio los sentimientos del alumno, hacer que ame tarla y el Instituto de las Españas, de Nueva York, lo amable y que odie lo odioso, despertarle a la polo ha realizado en el volumen titulado Desolación.
sibilidad de un reino de Dios, en el que no se miente, Allí está la Oración de la maestra.
ni se hurta, ni se oprime, ni se explota, y donde los pechos encendidos de amor se van abriendo a la Señor! Tú que enseñaste, perdona que yo en hermosura del mundo y a las potencialidades de la sene; que lleve el nombre de maestra, que Tú lle mente humana, hasta hallar el sentido de la vida en vaste por la Tierra.
el aumento indefinido del poder, del saber y del Dame el amor único de escuela; que ni la que amor, para lo cual es necesario que el maestro comadura de la belleza sea capaz de robarle mi ter rrija las perversiones y los extravios que en el alma nura de todos los instantes.
del niño han dejado los pecados, la miseria o la ig Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica