160 REPERTORIO AMERICANO Mitologia Agrícola Las hormigas EL HOMBRE DE TIERRA DE ZACATE Dios tomó en sus manos según el Génesis maya una porción de tierra y otra de zacate y de tal mezcla brotó el primer hombre. Dió la tierra materia para la carne y los huesos y del zacate Calieron el pelo y el vello que cubren el cuerpo (Cogolludo. Parece que la creación se verificó en un paraje llamado Humanhil que don Juan Pío Parez llama el Paraíso Terrenal.
LEYENDA DE LAS LLUVIAS Aparecen aquí Tlaloc (el agua o vino de la tierra)
y Chalchiutlicue, la de la falda azul, diosa de los mares. De su amor nació Quiáhuitl, es decir la lluvia; y provistos de unos cántaros en que acarrearon el agua de los mares, la vaciaron sobre los campos.
Cuando uno de los cántaros se les quebraba entonces se producía el trueno, y de los fragmentos que caian a la tierra nacían los rayos. Xochitlquetzal, la flor preciosa, y Centeotl, la mazorca de Dios, diosas de la floricultura y de la agricultura, se hallan bajo la.:protección de los dioses genitores.
Procesión de hormigas. hacia dónde va?
Pasan enlutadas. a quién buscarán?
Van bajo las rosas del fresco rosal que adorna la fuente del Palacio Real.
Suben por las gradas. muy calladas van; los alabarderos las dejan pasar.
Llegan hasta el trono de Su Majestad. El Rey y la Reina óyenlas hablar. Oh Rey, Blanca Nieves, tu hija blanca está encerrada en una urna de cristal!
Porque su madrastra, Reina sin piedad.
dióle una manzana por la envenenar»
Ella, ante el espejo solía preguntar. Soy la más bonita de la corte real. el espejo mago, muy su pesar. Reina, Blanca Nieves no tiene rival. Entonces la manda a un bosque invernal, y un cazador de osos la intenta matar.
La Princesa implora. Compasión, piedad. al cazador malo le da su collar.
Por la selva umbrosa siete enanos van, y a la princesita escuchan llorar. Vente, Blanca Nieves, en nuestra casa hay hogar encendido, calor y amistad. entre los enanos dormidita está guardada en la urna de bello cristal!
La Princesa Blanca.
manda, Rey, buscar. Ella nos cuidaba con migas de pan. Procesión de hormigas. hacia dónde va?
Va a llevar noticias al Palacio Real.
Suben por el trono de Su Majestad: el Rey, que está sólo, las invita a hablar. Casó Blanca Nieves con Principe Real. Salga el Rey su padre que aquí llega ya. Cien enanos vienen por la acoinpañar y ella está más bella que flor del rosal. Espejito mago ahora bien dirás: Que ya Blanca Nieves no tiene rival!
EL ORIGEX DEL PULQU Quien primero agujereó los magueyes para sacar la miel de que se hace el vino, fué Maiaocl. dice Sahagún y Pantecat. quien primero halló las raíces que en ella se echan. Más tarde cuatro sabios perfeccionaron el arte de hacer el pulque, distinguiéndose Ometochtli, a quien también llaman Tepuztecatl. llamado así porque era originario de Topotztlány a quien más tarde sus adoradores levantaron un santuario adonde llegaban en romería desde tierras remotas (Plancarte. CARLOS Luis SÁENZ GUERRA POR UNA FLOR Costa Rica.
El viejo que nos enseñaba las estrellas Se cuenta que los súbditos del rey de Achintla en una guerra que hubo en Tehuantepec, recogieron la semilla de un árbol que durante algunos reses del año se vestía de flores mínimas y blancas que exhalan un olor suave y mejor que el de la rosa de CAlejandria. Al regresar triunfantes a su país natal, ofrecieron la semilla al rey, como trofeo de la victoria, y el rey procuró cultivarla con esmero en uno de sus jardines. El árbol de Izquixóchitl se cubrió de.
magnificencia en el huerto real. De la mañana a la tarde el cacique mixteca contemplaba. su hermosura espléndida. Cuando lo supo Moctezuma, el emperador de la altiplanicie, se disgustó mucho y tuvo deseo de poseer la flor. El año segundo de su imperio en vió, al sur una comisión para que a cualquier precio se lo trajeran. Tras la respuesta arrogante vino la guerra. Los mixtecas perdieron la campaña y el árDul del trofeo fué reconquistado. Pero Moctezuma no logró al fin su inteyto porque dice el Padre Burgoa cl arbolito se secó en el camino. Aldebarán, el Carro, Casiopea.
Lentamente las va nombrando el viejo.
Por el. fulgor del celestial cortejo muestro mirar atónito pasea: La murmuriosa noche de la aldea pone un temblante, misterioso dejo en estos nombres que repite el viejo. Aldebarán, el Carro, Casiopea. Veis allí la blancura de un camino?
Lo empolva el pie de tanto peregrino que hacia el sepulcro va de Santiago.
Su dedo indica la estrellada esfera con un amplio ademán de docto mago que todo el mundo sideral moviera.
RAFAEL HELIODORO VALLE EXRIQUE Diez Carevo Mixion, 1921.
Madrid, 1925.
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