350 Repertorio Americano Renán, sus ideas y su estilo parente de un mundo invisible, y añade el rasgo moral que nos deja pensativos: ningún hombre moderno puede detenerse en aquellas cumbres sin sen(Concluye. Véase la entrega anterior. tir grave inquietud sobre su destino (Vida de Jesús, cap. 40. SUS ERRORES CIENTÍFICOS. Es sabido que su tenta En Galilea, el país del Cantar de los Cantares, tiva en favor del 4º Evangelio fué graduada de in donde se movía Jesús, las esperanzas en el Reino feliz por Strauss, después del «tremendo asalto de de Dios brotaban como flores a los pasos del enBretsneider. Otra de las cosas que más le censu cantador divino y, otra vez el rasgo moral, nadie se raron los alemanes fue la especie de mistificación figuraba que bajo la frente de aquel pacífico paseante a que echó mano para explicar la resurrección de se agitaban los destinos del mundo (ld. cap. Lázaro. Le llamaron el Venturini moderno. Paso por Veamos cómo explica el culto de las montañas alto este punto que requiere un dominio especial de la o como éstas determinan el giro de las ideas relimateria.
giosas. me, limito a notar lo siguiente, en otro orden. EL SINAS LOS ELOHIM. Extracto de las ideas doEn su carta a Berthelot se pronuncia decididamente minantes: El Sinaí es uno de los fenómenos más contra la creación brusca de las especies, afirmando extraordinarios de la superficie del globo. Es la imaque «sólo hay la creación lenta de las causas ordi gen de un mundo seco? No es que no se acumulen, narias. teoría darwiniana hoy desbaratada por las con frecuencia, sobre sus cumbres espantosas temexperiencias de Hugo de Vries, que Bergson toma pestades, pero la tempestad, bienhechora en otrasi muy en cuenta en su Evolución Creadora (La vapartes, aqui es terrible. Se diría que es un fenómeno riación insensible. metálico en que no entran sino el sonido del tamPero ya que no le hemos perdonado sus errores, bor, del cañón, de la trompeta y de la campana.
es justo señalar los aciertos del historiador, su finura Dioses severos debían de habitar tales cumbres. De crítica, su arte maravilloso.
todo lo que constituye la naturaleza, aqui no hay Pocos ESCRITORES HAN DE HABER SEÑALADO MEJOR QUE sino la piedra, cortada por filones de metal y ahoReNÁN LA COMPLICIDAD DE LA GEOGRAFIA CON LA HISTORIA. gando la vida. La aridez es absoluta. En este mundo Cito como modelo el cap. 16 de Los Apóstoles anti humano ni un fruto ni un grano de trigo ni una donde nos muestra cómo el Mediterráneo contribuyó gota de agua. El silencio de estas soledades aterra.
a la rápida difusión del Cristianismo. El Cristianismo Una palabra pronunciada en voz baja despierta ecos se derramó como un reguero de luz sobre las cosextraños. El viajero sólo es turbado por el ruido de tas, corriendo sobre las olas de ese mar.
sus pasos. Se conoce que es la montaña de los dioNI NADIE PRECISÓ CON MÁS ARTE LA INFLUENCIA DEL ses (Elohim) con sus contornos invisibles, sus engaESPECTÁCULO SOBRE EL EXPECTADOR. Basta leer el cap. 14 ñosas transparencias y sus extraños reflejos. El Sinaí del Anticristo. Para tener el cuadro de la conciencia es en toda la región sahárica una cosa única, un cristiana, no son indiferentes monstruos como los accidente aislado, un trono, un pedestal, para algo emperadores romanos, ni los temblores de tierra ni divino (Historia del Pueblo de Israel, lib. cap. 14. la erupción de los volcanes ni Nerón, ni el Solfa. El culto de las rocas o de las montañas! Pedestal tara ni el Vesubio!
de los dioses era también la Sierra Nevada de los CÓMO EL HORIZONTE, EL LAGO, LA MONTAÑA, EL MAR. Andes, en concepto de los indios peruanos, según SUSCITAN EVOCAN SENTIMIENTOS DAN RUMBO AL PENSA Garcilaso de la Vega.
MIENTO. Acorde secreto entre la naturaleza y el Veamos también cómo Renán inculca que el mar, alma. consigna en su Origen del Lenguaje, y va igual que las montañas, suscita ideas, evoca sentireiterando el concepto en sus páginas más bellas. mientos y contribuye así a la formación de los mitos.
Dudo que Goethe ni Max Müller le hayan igualado La explicación tiene que ser psicológica; ha de conen el arte de exponer ese acorde o armonía. sistir en enlaces de ideas casi imperceptibles y siemEl cap. de Los Apóstoles es un estudio de pre fugaces, al estilo del escritor maravilloso.
psicologia honda, quizá sin paralelo. Crucificado Jesús, GLAUCO EL MAR. Glauco era un pescador que se sus discípulos vuelven a Galilea, con el corazón, convirtió en dios marino. Todo lo que la Mitología apretado de tristeza y iqué recuerdos en aquellos dice de este dios es sin. sentido común, contradicsitios amados del Maestro! cada paso, dice, en torio, inverosimil: Se arrojó al mar porque a nadie contraban sus parábolas como enlazadas con los mil pudo probar su inmortalidad y fué profeta fatidico.
accidentes del camino. Aquí el árbol, alli la flor de Sopla el viento y entonces pronuncia oráculos rui. donde sacó su enseñanza, allá, en fin, la barca y la dosos o se sube a una peña y en lengua eólica colina donde pronunció sus conmovedores discursos. lamenta su inmortalidad. Sus amores acabaron como Veſan a Jesús en todos los sitios donde habían es una pesadilla. La hermosa Escila a quien amo, por tado con él. Aquellos grandes sueños melancólicos celos de Circe, que enveneno las aguas, se transocupaban los días y los meses! Creyeron ver dibu formó en un monstruo ladrador. Glauco, desde enjarse en el espacio etéreo el espectro divino. El des tonces, fué malo y torpe. Es, a veces, la ola verdosa pejado horizonte de aquellas montañas inspiró a los del mar y, en ocasiones, un gavilán que se arroja Apóstoles la idea de la inmensidad del mundo, con sobre su presa en la inmensidad murmuradora.
el deseo de conquistarle. Esa idea y este deseo los Explicación de Renán: Los que han pasado su empujaron a volver a Jerusalém, a predicar la doc infancia en las orillas del mar, dice, saben cuántas trina.
asociaciones de ideas, profundas y poéticas, se forPara Jesús también, según Renán, las alturas de man ante el animado espectáculo de las costas, y Nazareth fueron el símbolo cierto, la sombra trans Glauco es la personificación y el resumen de esas Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica