Repertorio Americano 91 Dibujos infantiles no se dieron cuenta de que la fauce abierta de la bolsa de mejores médicos del lugar. Fué imposible salvarle la vista; Quico venia diezmando al migratorio conjunto. se habían vaciado para siempre las cuencas de sus ojos, como El niño, con una ansiedad ilímite, iba llenando la conca esas diminutas fuentes que la lluvia forma en los jardines y vidad ávida de su bolsa con las peregrinas rezagadas; mas que la sed de un pajarillo las seca en un momento.
ostigado por la facilidad con que se dejaban atrapar, quiso Yo conocí a Ricardo, hombre ya, y por un pueril antojo apoderarse de toda la bandada. su capricho fué mayor al un día le pregunté que si lamentaba mucho la pérdida de la distinguir que aquel éxodo era presidido por el colipato más vista, y él, con una sinceridad ardiente, me repuso: enorme y lindo que hasta entonces no viera. Soy feliz en mi ceguera, pues aúni puedo, gracias a ella, Ya disminuia la caravana mariposil, cuando el colipato se deleitarme evocando, con una realidad que de otra manera percató que lo perseguía aquel niño, como enloquacido por nunca hubiese conseguido, las lindas mariposas que atrapara su ambición. Puso todo su empeño y argucia de diestro piloto en mi niñez. Ahora atrapo las mariposas del Ensueño.
en librarse de la terrible bolsa y describiendo los más com. me recito dulcísimos versos, cuya misteriosa luz ilumiplicados zig zags, y burlando el denuedo del niño, pues a naba su corazón feliz y siempre niño. Sus mariposas del veces volaba tan bajo y despacioso que parecia a punto de Ensueño!
rendirse, lo hizo correr leguas y leguas, tantas que el coraEDUARDO URIBE zoncillo frágil de Quico palpitaba desordenadamente y los Octubre de 1924.
pulmones sorbían aire en tal cantidad que no pudo más el niño y cayó desmayado, casi en trance de asfixia.
En tanto, el colipato, al aseverarse que había burlado el instinto y pericia de su perseguidor, recobró la lentitud de su vuelo y se perdió por sobre los plantíos, ondulante y vanidoso.
NU Uevos horizontes se abrieron a los niños escolares, cuando un Ricardo, tumbado por el cansancio, quedo dormido, su pintor mexicano descubrió un hecho importante en la hiscuerpo en inacción como si hubiese perdido el conocimiento. toria de las artes decorativas nacionales: la constancia de siete Estaba en el lugar más peligroso de una llanura virgen, elementos. No sabíamos hasta hace poco que nada igual se tendido sobre montes casi inaccesibles. cómo subió hasta hubiera hecho en la América entera. nuestras manos han allí, si normalmente ningún viajero, ni el más aventurado llegado enviados por Pedro Henriquez Ureña, espiritu siemcazador, se atrevia a tal ascensión? Sólo la terquedad de pre vigilante; eterno joven Sócrates. los cuadernos de un aprisionar al colipato maravilloso había despertado en el método argentino de dibujo americano, bajo el nombre de cuerpo del niño, energias nunca presumidas.
Viracochs, el Quetzalcoatl incaico que tiene curiosas coinci. Aquella llanura era visitada de vez en cuando por un dencias con el método mexicano Best, siempre más importante águila, irascible, solitaria y que por su fuerza y maldad nunca que el argentino, por su alcance universal y la gracia indudapudo obtener una compañera: las demás águilas la temían y ble y la libertad creadora en que dejan al espíritu infantil.
la despreciaban.
Por aquellos días habían diezmado muchísimo las aves y La labor del método Best ha sido completada y perfecciolos pequeños animalillos de que se alimentaba el águila. Las otras águilas habían emigrado a parajes más propicios; sólo nada en México por otro espiritu inteligente y trabajador: ella, terca y augusta, quedó allí.
Manuel Rodríguez Lozano, hasta hace poco Director de DiEsa mañana no había logrado conseguir el más mínimo bujo de la Secretaría de Educación Pública. En algo más de alimento en los riscos y descendió a la llanura por ver qué un año que de él dependió la enseñanza del dibujo en las encontraba en ella. Cuál no sería su sorpresa al ver al niño, escuelas primarias, se lograron resultados maravillosos. Sitendido de espaldas, en el más completo abandono, en aquel guiendo sus instrucciones, una vez que el niño dominaba la páramo inaccesible. Ella había visto animales de todas clases, ligera técnica, se le dejaba en libertad para que pintara lo desde el león hasta el topo; aves de todas las variedades; que más ocupaba su imaginación. El resultado ha sido estupendo y no bastante comprendido por los actuales Jefes de la mas aquel ser le era extrañamente desconocido; sin embargo descendió hasta él y en un impulso tremendo, sin parar su educación. En la colección de dibujos infantiles se tiene el mejor archivo de psicología social de la población escolar.
vuelo, quiso apoderarse de la presa y llevarla hasta el picacho en que habitara. Al hundir sus garras en el niño, que al Tema intocado para los estudiosos asi consideramos al señor Gamio y para la verdadera comprensión de los problemas ruido de los aletazos despertó, excitado, aterrorizado, dando de las escuelas elementales.
gritos de imploración, el águila, timida ante lo desconocido, volo derrotada.
Pero la psicología mexicana de destruir, antes que costruir. Mas Ricardo despertó sobreexcitado, como despiertan los sigue siendo la característica de los que toman las instituciones tan difícilmente creadas, como campo virgen de que es niños tras una torturante pesadilla. De sus ojos manaba sangre; las garras del ave fuerte al tratar de arrebatarlo, hapreciso hacer tabla rasa para fundar las verdaderas instituciobíanse clavado en sus ojos.
nes nacionales. tientas, atronando la llanura con el eco repercutido de EDUARDO VILLASEÑOR sus gritos dolorosos corría sin rumbo, sin noción de equilibrio. De La Antorcha. México, hasta caer nuevamente extenuado, sin alientos.
Su padre, acongojado por la desaparición del niño, puso en movimiento toda la peonada de sus dominios que en cuadrillas dispersas lo buscaran por todos los lugares.
Por fin, tras muchas horas de lucha y cuando la tarde ya se extinguia, una de las cuadrillas dió cou el niño, que aún continuaba desmayado, lacio, como sin vida.
Fué regresado a la hacienda entre la consternación de los peones que lo juzgaban muerto. Vinieron inmediatamente los PA Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica