282 Repertorio Americano En el comedor, prolongando la velada, con el numen que Eduardo Acevedo Díaz, expresando:. el miedo al insomnio, a ese terrible insomnio que se sáfico formidable de Delmira va más allá de las forpadece en la casa desde que quien resultara su ale. mas que da el talento y entra en el dominio de la gría y su gloria se fué, hallábanse los padres de inspiración genial. Genial, éste es el término que se Delmira. Ei Sr. Agustini, con el alma desgarrada, impone considerando a la poetisa! Ella, desigual, im pero sobreponiéndose al dolor, daba ánimos a la perfecta a veces, es la figura femenina más grande afligida compañera, menos hábil para ocultar sus que ha florecido en el arte de América.
sufrimientos, que suspiró y nos dijo: Ahora bien. cómo se formó ese valor inmenso? Del. Ustedes habían tratado a mi hija. modo más natural y normal. Nosotros lo vamos a sugerir.
Pudimos contestarle afirmativamente. Porque si En Delmira Agustini coincidieron rasgos típicos algún poeta ha dejado el alma, toda su alma. nada de razas admirables. Su abuelo paterno era francés más que toda su alma. como diría Unamuno, en las y el materno alemán. Las abuelas nacieron en la cuartillas, ese poeta es Delmira Agustini. Veámosla Argentina y el Uruguay, respectivamente. La ascendebatirse, torturada y trágica, en este soneto, una de dencia de la abuela paterna fué italiana. Así Delmira las composiciones más hondas, más grandes que tuvo en su espíritu ia fluidez francesa, la grandeza han podido escribirse en al mundo: sajona, la imaginación méridional y el perfume selvático de la libre América. Algo de esto que noso. Yo me muero extrañamente. No me mata la Vida.
tros revelamos hoy, no lo vio claro Unamuno hace no me mata la Muerte, no me mata el Amor; doce o catorce años leyendo uno de los. primeros muero de un pensamiento mudo como una herida. No habéis sentido nunca el extraño dolor, libros: Cantos de la mañana.
de un pensamiento imenso que se arraiga en la vida, Don Santiago Agustini se casó por amor en el devorando alma y carne y no alcanza a dar flor?
año 1882. Su joven compañera, entonces de una su¿Nunca llevasteis dentro una estrella dormida gestiva belleza, había nacido en Buenos Aires. El que os abrasaba entercs y no daba un fulgor. Cumbre de los Martirios. Llevar eternamente, matrimonio tuvo un varón, lo que contrario, con esa desgarradora y árida, la trágica simiente contrariedad pasajera de las recién casadas, a quien clavada en las entrañas como un diente feroz. soñaba con peinar los bucles de una blonda niña.
Pero arrancarla un día en una flor que abriera milagrosa e inviolable. Ah, más grande no fuera Pero llegó ésta cuatro años más tarde. Era de ojos tener entre las manos la cabeza de Dios!
azules, muy blanca, muy sana, con algo de walkyria.
La casa fué chica para albergar el regocijo, la venLa infancia de Delmira tura de todos. los seis meses su desarrollo engañaba a los que la veían; a los nueve pronunciaba Un notable lírico, muerto hace poco tiempo, Fer palabras enteras; poco después de los diez camino.
nando Maristany, que tenía de la poetisa uruguaya Tuvo la precocidad de los genios. los dos años, una idea muy errónea, leyó Los cálices vacíos, con viendo estudiar al hermanito, deletreaba; a los cuatro ánimo de ofrecerle al público luego una selección.
escribía; a los cinco bordó un mantel que conserva, no pudo por menos de asombrarse, escribiendo como una joya, la familia. Al referirnos todo esto, la desde su retiro barcelonés. En ella (en Delmira) se madre se franquea: transparenta su inquietud dolorosa de la carne, del No incurro en trivial vanagloria. Yo afirmo que pensamiento evoquemos la lírica de Nietzsche. del mi hija fué excepcional. No jugó nunca, o pesar de alma entera. Delmira siente el furor de vivir total que tenía en casa al hermanito. Su seriedad desconmente por los sentidos, totalmente por el pensacertaba. Desde los tres años yo la recuerdo sentada miento, totalmente por todas sus potencias, de vivir junto a mí, cosiendo y haciendo zurcidos al princitotalmente. Maristany, en un juicio breve e intenso, pio, luego bordando.
concluye afirmando. tan enormemente doloroso No fué af colegios. los siete años la mamá se debió serle ese anhelo exacerbado anhelo, digamos ocupaba de su instrucción. Mujer ilustrada, realmente de paso, casi puramente anímico en la bellísima obra culta, enseñó a leer y escribir correctamente a la de Rosalia de Castro) que su producción de muniña, se preocupó de familiarizarla con todas las machacha burguesa tomó espontáneamente forma artis terias imprescindibles, sin excluir la aritmética. Pero, tica, hasta llegar a las sublimidades del sentimiento, hija de alemán, un alemán artista, la señora de Agustrascendentalizadas en sublimidades del pensamiento, tini le buscó a su hija una buena maestra de piano.
sobrepujando la obra de casi todas las poetisas del Madame Bemporat, que éste es el nombre de la mundo. fué Maristany uno de los mejores cono profesora, fué la primera persona, aparte de la famicedores y traductores de la poesía universal.
lia, que aseguró como Delmira era una inteligencia En rigor, la obra de Delmira Agustini puede de excepcional.
cirse que está definitivamente juzgada. Rubén Darío Nosotros, ávidos por descubrir la psicologia de no pudo leer sus primeros versos sin acordarse de tan extraordinaria criatura, hemos preguntado: Santa Teresa de Jesús. De todas cuantas mujeres. Era muy sensible desde pequeña?
hoy escriben en verso dijo allá en Parisninguna Mucho nos dice la mamá.
ha impresionado tanto mi ánimo como Delmira Agus ¿Se afectaba cuando la reprendían?
tini, por su alma sin velos y su corazón de flor. Reprenderla. y las tristes pupilas, más briSalvador Rueda asor ábase. Su sensibilidad es llantes con el dolor de la evocación, se asombran: maravillosa, así como su, instinto del idioma caste. Nunca hizo nada para que la reprendiéramos. Jallano. Rafael Barret, tras de gustar los primeros vermás la reprendimos!
sos, augurábale a la joven uruguaya una gloria equi. Estas expresiones traslucen bien lo que fué Delvalente a la que tenía en Francia Madame de Noailles. mira Agustini en su hogar, bastante más que una Pero, en su iniciación, nadie avaloró mejor el nuevo niña mimada: un verdadero ídolo. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica