Imperialism

316 Repertorio Americano Ņuestra política internacional una intervencióu crónica, que ya parece aceptada, no obstante que mutila sustantivaimente la soberanía y establece despotismos tropicales infinitamente más incidente que acaba de promover el Secretario duros que los que pudieran surgir de la libre volunde Estado de los Estados Unidos, Kellog, con tad de los pueblos, como que serían despotismos de traidores.
sus declaraciones a la prensa norteamericana en contra de la estabilidad política de Méjico y de la serie¿Cómo apreciar la penetración económica y los dad y rectitud con que esa nación cumple sus comsistemas de que suele valerse? Nadie ignora hoy promisos diplomáticos y trata de llegar al arreglo de petroleras, por los sindicatos y los grupos que se los procedimientos empleados por las compañías los asuntos pendientes por reclamaciones de ciudaadueñan de vastos negocios o establecen un monodanos o compañías industriales de otros países, ha polio de hecho en determinada comarca. El capital puesto de nuevo sobre el tapete la vieja pugna entre la América del Norte y la del Sur, y hace necesarias norteamericano casi siempre persigue fines políticos, y oportunas algunas explicaciones que ayuden a fijar ferencia a ellos, y está dirigido y respaldado por la aparte de los exclusivamente financieros y de prenuestra posición en ese arduo problema.
obra de la diplomacia y por la potencia militar de Por lo que a Colombia respecta, es evidente que su pueblo. Eso es lo que hoy lo diferencia del capino hay aqui, a pesar de que no faltan motivos, para tal europeo, ya que las naciones del viejo mundo, ello sino que sobran, no siendo, por cierto, de los fuera de estar cohibidas por la famosa Doctrina que se olvidan fácilmente, un sentimiento de aversión Monroe para toda acción coactiva, carecen ahora de o de odio contra la república del Norte y mucho menos contra los ciudadanos de ese gran pueblo. así como de la libertad para ponerlas en juego. La la capacidad agresiva y de las fuerzas necesarias, Esta declaración, que es absolutamente sincera, res medida que en este campo garantizaría la definitiva ponde fielmente al estado de la conciencia colectiva confianza de las repúblicas del Sur, no puede ser y se exterioriza dia por día en las relaciones mere otra, que suprimir la supervigilancia oficial de los cantiles y privadas. Pero no podría ocultarse que negocios privados, quitarle al capital el carácter de existe desconfianza, recelo, temor, en relación con avanzada o descubierta imperialista, darle un voto las actuaciones oficiales de los gobiernos yanquis. No de respeto y de confianza, que es merecido, a la nos han permitido los estadistas norteamericanos que autoridad administrativa y judicial de estos pueblos, perdamos la memoria de actos que dejaron indeleble y abandonar, pero del todo y para siempre, el tono huella en el corazón de la República. Aun aquellos de desdeñosa superioridad, de jactanciosa protección o mandatarios que convirtieron la Casa Blanca en tem de áspero dominio, que ha sido el predominante en las plo de la equidad y fuente de la justicia, nos infiriediscusiones que se presentap. Es muy difícil, pero es inron daño apreciable en nuestra integridad territorial dispensable que los Estados Unidos se convenzan de o en los fueros de nuestra soberanía. en los moque: la América española nunca, puede aceptar el mentos en que más cordiales eran o parecian nues concepto, a toda hora presente en la mente y en tras relaciones con los Estados Unidos, no dejaban los labios de los yanquis, de que está poblada por de llegar a nuestros oídos el clamor. o la queja de razas inferiores, ineptas para la civilización. Nosotros pueblos hermanos, oprimidos o vejados por una in distinguimos irrevocablemente civilización de cultura, tervención militar cruel e implacable.
y creemos que ésta puede y aun suele albergarse No han querido los hombres del Gobierno en en edificios que tengan menos de sesenta pisos.
Washington, ni los publicistas y diplomáticos de la El americano del Norte, mientras conserve Unión, escuchar la voz de quienes en la América. ideologia atrasada, ese gesto de mando y de desespañola rechazan, con argumentos que no han sido precio que se traduce en sus injustas y bruscas refutados, la humillante y equívoca protección de la actuaciones diplomáticas, llegará hasta nosotros como Doctrina teoria anacrónica, incompatible con conquistador, para vivir fugazmente en pie de nuestro actual desarrollo económico y moral, con las guerra sobre los territorios usurpados, fomentará la presentes orientaciones de la política europea, con casta sórdida de los Chamorros para obtener de la noción cientifica del Estado y con el proceso que ellos concesiones a espaldas del pueblo, pero no han sufrido, sin excepción, todos los principios que. establecerá el comercio tranquilo, continuo, amistoso rigen a las sociedades. Al contrario: en declaraciones y fecundo a que aspiran sus grandes estadistas, los parlamentarias, en notas de cancilleria, en discursos de más larga visión, y que nosotros deseamos y de elevados funcionarios, han venido agregándole a necesitamos, puesto que, como al principio se dijo, esa Doctrina nuevos y abusivos derivados que adi aquí no existe ningún prejuicio racial, ningún rencor, cionan con imprevistas coacciones y tutelas depresi y al contrario, los viajeros norteamericanos que nos vas, el tiránico imperio de la declaración de Monroe. visitan tienen que darse cuenta de la viva simpatia Prácticamente, la vida civil, la marcha interior de y de la ingenua franqueza con que tratamos a los cada una de nuestras repúblicas, aun de aquellas hijos de esa república.
que a justo titulo figuran entre las más avanzadas. Las virtudes privadas, la sencillez, la honradez y mejor consolidadas, se mueven bajo el control del del tipo medio de la Unión americana, poseen innuDepartamento de Estado. Con el pretexto de soste merables admiradores entre nosotros. Admiradores ner los gobiernos legitimamente constituidos, clasifi prácticos que no vacilan en enviar sus hijos. a las cación arbitraria que nadie les ha encomendado, y Universidades de los Estados Unidos. por el asque tiende a arrancar concesiones y privilegios de pecto colectivo, es en Sur América y es en Colomlos mandatarios a trucque de la garantia: de un pre bia donde existe un concepto más comprensivo y dominio, quizá tiránico, ejercen los Estados Unidos entusiasta del magno, del prodigioso esfuerzo realiesa. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica