Violence

Repertorio Americano 191 Mi delirio sobre el Chimborazo LA EDAD DE ORO (V. LECUNA: Papeles.
Yo venía envuelto con el manto de Iris, desde donde paga su tributo el caudaloso Orinoco al Dios Lecturas para niños de las aguas. Había visitado las encantadas fuentes amazónicas, y quise subir al atalaya del Universo.
Busqué las huellas de La Condamine y de Humboldt. Suplemento al Repertorio Americano)
seguílas audaz, nada me detuvo; llegué a la región glacial, el éter sofocaba mi aliento. Ninguna planta humana había hollado la corona diamantina que pusieron las manos de la Eternidad sobre las sienes ex La fantasma desapareció.
celsas del dominador de los Andes. Yo me dije: este Absorto, yerto, por decirlo así, quedó exánime manto de Iris que me ha servido de estandarte, ha largo tiempo, tendido sobre aquel inmenso diamante recorrido en mis manos sobre regiones infernales; ha que me servía de lecho. En fin, la tremenda voz de surcado los ríos y los mares; ha subido sobre los hom Colombia me grita; resucito, me incorporo, abro coil bros gigantescos de los Andes; la tierra se ha allanado mis propias manos los pesados párpados: vuelvo a a los pies de Colombia, y el tiempo no ha podido ser hombre, y escribo mi delirio.
detener la marcha de la Libertad. Belona ha sido humillada por el resplandor de Iris. y no podré yo SIMÓN BOLIVAR trepar sobre los cabellos canosos del gigante de la de Rolivar, Caracas. tierra? Sí podré! arrebatado por la violencia de un espíritu desconocido para mí, que me parecía divino, dejé atrás las huellas de Humboldt, empañando los cristales eternos que circuyen el Chimborazo.
La piedad de los niños Llego como impulsado por el genio que me animaba, y desfallezco al tocar con mi cabeza la copa del fir Pero que en Piedecuesta había piedad, lo sabía mamento: tenía a mis pies los umbrales del abismo. yo por propia experiencia. una piedad poco y Un delirio febril embarga mi mente; me siento nada común: la piedad de los niños.
como encendido por un fuego extraño superior. Un día se presentó el maestro Domingo Guerrero, Era el Dios de Colombia que me posela y nos dijo antes de empezar las tareas: De repente se me presenta el Tiempo. Bajo el Yo soy responsable de la salud de ustedes, pero semblante venerable de un viejo, cargado con los hay algo capital quer me obliga a hacer un llamadespojos de las edades: cenudo, inclinado, calvo, miento a sus corazones. Un joven, llamado Gamaliel rizada la tez, una hoz en la mano.
Noriega, que venía de Europa, ha muerto anoche de «Yo soy el padre de los siglos, soy el arcano de fiebre amarilla sacada de Cúcuta. El hermano que la fama y del secreto, mi madre fue la Eternidad; viaja con él, está medio loco, porque no encuentra los límites de mi imperio los señala el Infinito; no quien le ayude a enterrarlo. Los que quieran acomhay sepulcro para mí, porque soy más poderoso que pañarme, que pongan de pie.
la muerte; miro lo pasado, miro lo futuro, y por mis Ni un solo niño permaneció sentado.
manos pasa lo presente. Por qué te envaneces, niño Salimos en pelotón, y al llegar a la casa donde.
o viejo, hombre o héroe. Crees que es algo tu Uni estaba el cadávery nos descubrimos en el más proverso. Que levantaros sobre un átomo de la creación, fundo silencio.
es elevaros. Pensais que los instantes que llamáis. Entonces, varios vecinos, animados por nuestra siglos pueden servir de medida a mis arcanos? Imaconducta, tomaron en sus manos el ataúd y nosotros gináis que habéis visto la Santa Verdad? Suponéis seguimos en pos de él hasta el cementerio.
locamente que vuestras acciones tienen algún precio Al colocarlo en la bóveda, se desprendieron las a mis ojos? Todo es menos que un punto a la pren molduras y un joven quiso depositarlas en la tumba, sencia del Infinito que es mi hermano.
pero el hermano las cogió en sus manos y dijo, diriSobrecogidor de un terror sagrado. cómo, joh giéndose a nosotros: Tiempo! respondi, no ha de desvanecerse el mísero Yo fuí a encontrar a mi hermano que volvía mortal que ha subido tan alto? He pasado a todos de tierra extranjeras, después de coronar su carrera los hombres en fortuna, porque me he elevado sobre de pintor. Mi madre lo aguarda desde hace diez años, la cabeza de todos. Yo domino la tierra con mis contando las horas y los días. Ahora, por todo replantas; llego al Eterno con mis manos; siento las cuerdo de su vida y de sus desvelos, le llevo las prisiones infernales bullir bajo mis pasos: estoy mi molduras de su ataúd! Pero hay algo que ha de conrando junto a mí rutilantes astros, los soles infinitos: solar su corazón: es la conducta de los niños de Piemido sin asombro el espacio que encierra la materia, decuesta. si mi hermano mirara desde la eternidad.
y en tu rostro leo la Historia de lo pasado y los veria que nada hay perdido en la vida, porque él pensamientos del Destino, idealizó la niñez con sus pinceles, y a la hora de la Observa. me dijo. aprende, conserva en tu muerte fueron manos de niños las que le dieron piamente lo que has visto, dibuja a los ojos de tus semedosa sepultura.
jantes el cuadro del Universo físico, del Universo moral; no escondas los secretos que el cielo te ha JOAQUÍN QUIJANO MANTILLA revelado: dí la verdad a los hombres. uentos y Enredos, Bogotá. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica