Imperialism

98 Repertorio Americano grupo de estadistas legisladores y maestros, a ratos la maraña profusa de seculares complicaciones: todo convertidos en guerreros, que se reunió bajo la terca intento para deshacerlas, para sanear siquiera con fe patriótica y humana de Juárez. Entre tanto, Chile, gotas de justicia a las sociedades enfermas, ha sigúnico en escapar a estas hondas convulsiones de nificado. significa todavia. convulsiones de largos crecimiento, se organizaba poco a poco, atento a la años, dolores incalculables. La primera utopía que se voz magistral de Bello. Los demás pueblos vege realizó sobre la Tierra. así lo creyeron los hombres taron en pueril incanciencia o padecieron bajo afren de buena voluntad fué la creación de los Estados tosas tiranías o agonizaron en el vértigo de las Unidos de América: reconozcámoslo lealmente. Pero guerras fratricidas: males pavorosos para los cuales a la vez meditemos en el caso ejemplar. después de nunca se descubria el remedio. No faltaban intentosí haber nacido de la libertad, de haber sido refugio civilizadores, tales como en el Ecuador las campañas para las víctimas de todas las tiranías y espejo para de Juan Montalvo en periódico y libro, en Santo todos los apóstoles del ideal democrático, y cuando Domingo la prédica y la fundación de escuelas, con acababa de pelear su última cruzada, la abolición de Hostos y Salomé Ureña; en aquellas tierras devora la esclavitud, para librarse de aquel lamentable pedas por la cizaña, daban frutos escasos; pero ellos cado, el gigantesco país se volvió opulento y perdió nos dan la fe: ino hay que desesperar de ningún la cabeza; la materia devoro al espíritu; y la demopueblo mientras haya en él diez hombres justos que cracia que se había constituído para bien de todos busquen el bien!
se fué convirtiendo en la factoria organizada para Al llegar al siglo xx, la situación se aclara, pero negocio de unos pocos. Hoy, el que fué arquetipo no mejora: los pueblos débiles, que son los más en de libertad es uno de los países menos libres del América, han ido cayendo poco a poco en las redes mundo.
del imperialismo septentrional, unas veces sólo en ¿Permitiremos que nuestra América siga igual cala red económica, otras en doble red económica y mino? fines del siglo xix lanzó el grito de alerta política; los demás, aunque no escapan del todo al el último de nuestros apóstoles, el noble y puro José mefítico influjo del Norte, desarrollan su vida propia, Enrique Rodó: nos advirtió que el empuje de las rien ocasiones, como ocurre en la Argentina, con es quezas materiales amenazaba ahogar nuestra inciplendor material no exento de las gracias de la cul piente vida espiritual; nos señaló el ideal de la magna tura. Pero, en los unos como en los otros, la vida patria, la América española. La alta lección fué oida, nacional se desenvuelve fuera de toda dirección in y sin embargo, no ha bastado para detenernos en teligente; por falta de ella, no se ha sabido evitar la la marcha ciega. Hemos salvado, en gran parte, la absorción enemiga; por falta de ella, no se atina a cultura, especialmente en los pueblos donde la ridar orientación superior a la existencia prospera. En queza alcanza a costearla; el sentimiento de solidala Argentina, el desarrollo de la riqueza, que nació ridad crece; pero descubrimos que los problemas tiecon la aplicación de las ideas de los hombres del 52, nen raíces profundas.
ha escapado a todo dominio: enorme tren, de ava Debemos llegar a la unidad de la magna patria; sallador impulso, pero sin maquinista. Una que otra si hay algún propósito central que sirva como eje, excepción, parcial, podría mencionarse: el Uruguay, todo lo utópico que se quiera, para el Congreso inpor ejemplo, por su orgullo de enseñarnos unas telectual y todas sus ramas, ese debe ser, pero si tal cuantas leyes avanzadas; y México, en particular, propósito fuera su limite en sí mismo, sin implicar desde la Revolución de 1910, se ha visto en la dura mayor riqueza ideal, seria uno de tantos proyectos necesidad de pensar sus problemas: en parte, ha de acumular poder por el gusto del poder, y nada planteado los de distribución de la riqueza y de la más. La nueva nación seria una potencia internaciocultura, y a medias y a tropezones ha comenzado a nal, fuerte y temible, destinada a sembrar nuevos buscarles solución; pero no toca siquiera a uno de terrores en el seno de la humanidad atribulada. No: los mayores en el orden económico: el de convertir si la magna patria ha de unirse, deberá unirse para al país de minero en agrícola, con lo cual echaría la justicia, para asentar la organización de la socielas bases de la existencia tranquila, del desarrollo dad sobre bases nuevas, que alejen del hombre la normal no sujeto a los aleatorios caprichos del metal continua zozobra del hambre y la estéril impotencia y del petróleo.
de su nueva esclavitud, angustiosa como nunca lo Si se quiere medir hasta dónde llega la cortedad fué la antigua, porque abarca a muchos más seres y de visión de nuestros hombres de estado, piénsese a todos los envuelve en la sombra del porvenir irrepiense cualquiera de los presentes. en la opinión mediable. El ideal de justicia está antes que el ideal que expresaria cualquier politico nuestro si se le di de cultura: es superior el hombre apasionado de la jese que la América española debe tender hacia la justicia al que sólo aspira a su propia perfección inunidad política. La idea le pareceria demasiado ab telectual. Al dilettantismo egoísta, aunque se ampare surda para discutirla siquiera. La denominaría, cre bajo los nombres de Leonardo o de Goethe, oponyendo haberle asestado la flecha destructora, una gamos el nombre de Platón, nuestro primer maestro utopía. Pero la palabra utopía, en vez de flecha des de utopía, el que entregó al fuego todas sus joyas tructora, debe ser nuestra flecha de anhelo. Si en de poeta para predicar la verdad y la justicia en América no han de fructificar las utopías ¿dónde en nombre de Sócrates, cuya muerte le reveló la terrible contrarán asilo? Creación de nuestros abuelos espi imperfección de la sociedad en que vivia. Si nuestra rituales del Mediterráneo, invención helénica contraria América no ha de ser sino una prolongación de Eua los ideales asiáticos que sólo prometen al hombre ropa, si lo único que hacemos es ofrecer suelo nuevo una vida mejor fuera de esta vida terrena, la utopia a la explotación del hombre por el hombre (y, por nunca dejó de ejercer atracción sobre los espiritus desgracia, esa es hasta ahora nuestra única realidad. superiores de Europa, pero siempre tropezó alll con si no nos decidimos a que esta sea la tierra de pro. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica