Violence

Repertorio Americano 201 Saludo capaces de conocer los hombres que alguna vez se han puesto en riesgo de que les priven de ella.
a los restos de Angel Ganivet En la Alhambra soñaste con Grecia inmortal yo, tu amigo, a orillas del Nervión; el común culto al EST ste saludo lo he escrito para ser leído en el acto Espiritu Santo helénico, a Santa Sofía, nos estrecho que la Asociación Oficial de Estudiantes, de en amistad para siempre, para allende la muerte, que Madrid, había de celebrar en el Paraninfo de la es más allá de la vida, y ahora, cuando tus huesos Universidad Central, a donde se llevaron los restos son recibidos por un pueblo degradado por el vasade Ganivet de paso por Madrid, en su trasladollaje, yo, tu amigo de la juventud radiante y espedesde Riga, donde murió y fué enterrado, hasta ranzosa, te saludo desde el destierro. Porque hoy en Granada, su cuna.
tu patria, en nuestra patria, Angel, no puede vivir ¡Pobre amigo Ganivet! Vuelven tus huesos a digno el que no se allane cobarde a silenciar la verreposar sobre los huesos, sobre la roca de España dad y a no denunciar la injusticia. más nuestra hija que nuestra madre viviendo y a nadie debe chocar que me dirija a ti, el que soñando yo, tu amigo y compañero del buen comya no respira ni ve. Estoy tan abrumado, amigo bate, fuera de ella para mejor servirla. se me mío, de predicar a los que respiran y ven y cuchisuben a la boca y a los ojos y me tiemblan en la cheándose al oido comadrerías, cierran a la palabra mano con que escribo los recuerdos de aquella del corazón, la boca con que comen y se creen amistad de entender y de sentir que nació entre vivos. nosotros, treinta y cuatro años ha, cuando haclamos Adiós, amigo, y ¿hasta cuándo?
oposiciones y gané yo la cátedra de que se me ha despojado con la mentira oficial de que la he MIGUEL DE UNAMUNO dimitido por abandono. España Nueva, Habana. a las veces pienso si no fué a tiempo que dimitiste tú, mi pobre Angel, el cargo de la vida, de una vida que habría de ensombrecer más el porvenir de nuestra patria, arredrándose todo un siglo Hoy he tenido un sueño.
mortal.
Se me anuda la garganta, se me empañan los Hoy he tenido un sueño loco y desorientado, ojos y en la mano me tiembla la pluma de acero, hoy he tenido un sueño de trágica maldad: nuestra arma, al pensar si un día rendiré también la noche estaba negra y yo había matado, mi último soplo, como tú, fuera de nuestra España, y todo era un tremendo sopor de eternidad!
cuyo amor ha unido nuestros nombres, bajo un sol triste y pálido que se acuesta en brumas. si al Una ciega violencia impulsaba mis manos rodar de los años estériles llevarán mis huesos a para el golpe mortal.
reposar sobre los huesos de la patria y a que las La víctima tenía en los ojos humanos aguas de nuestros ríos lleven sus sales a la mar niuna maravillosa claridad celestial.
veladora. me acongoja el pensar si España, esa España ibérica cuyo porvenir fué nuestra cuita coHundí hasta el puño negro mi daga reluciente mún y recíproca, será entonces digna de abonarse y le alcanzó la entraña el filo buscador.
con el polvo que fué corazón que tanto y tan locaUn blanco de agonía le poseyó la frente mente la quiso. Porque ¿no nos han motejado de y en un hondo alarido di al cielo mi estupor.
locos, mi pobre amigo. Es hoy digna esa tierra, Angel, de atesorar tus restos?
Yo me sentía puro, yo me sentía bueno, Deberían de no haberte traído hasta que ese tu y a pesar de mi crimen tan puro me senti solar, nuestro solar, sustentase a un pueblo libre; que con agua de llanto mojé el cuerpo moreno hasta que sobre tu huesa granadina pudiese sonar, y le besé en la herida el trágico rubl.
resonante al pie del Mulacén, la voz de la verdad, hoy proscrita de España; hasta que se hubiese, es Nunca más grande angustia cupiera en pecho de hombre tablecido en ésta la justicia, que es el único orden. que aquella angustia viva de sacrificador!
valedero; hasta que ahí, en la cuna de Séneca, a Estremecido todo de la pena sin nombre quien tanto quisiste y estudiaste, y que tuvo que voceaba en la noche mi sagrado clamor.
quitarse la vida en obsequio a los tiranos y menos mal que no le dieron garrote sin efusión de sangre Cien veces de rodillas cayera mi alma mustia se hubiese restablecido el respeto a la inteligencia, ante la virgen muerta, de palidez fatal, a la sinceridad, a la santa libertad de critica y a la y la entreabierta rosa de su boca de angustia hombría de bien. Deberían de no haberte traſdo hasta cien veces perfumara mi sombra criminal.
que, borrada la postrera huella de la Inquisición cainita, sonase la hora de la liberación de la España Manchado estoy aún de la sangre inocente, universal y eternă, de la España civil y liberal. De pero en la hora lívida y atroz berian de no haberte traído hasta que, dejando de yo sentía mis manos moverse fatalmente ser pastores los mastines y de jueces los verdugos, vibrantes de destino o signadas de Dios!
nuestros hermanos hubiesen podido empezar a serHÉCTOR CUENCA virse de la libertad, sin la que no hay ni fortaleza ni alegría que valgan y cuya sustanciosidad sólo son Maracaibo, Venezuela. 1925. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica