292 Repertorio Americano tan pronto como terininara la guerra de independen lenta y gradualmente al estudio de los problemas policia. aún antes de concluida la guerra; el de ticos. su vez cada cuestión habría de estudiarse de diciembre de 1824, horas antes de hacerse irrevoca mmodo de poner en relieve los puntos de coincidencia, ble nuestra emancipación, hacia él, desde Lima, con las líneas de intereses comunes, bastantes a trazar el vocar al Congreso de Panamá a los Plenipotenciarios esquema de tratados o acuerdos que, pudiendo ser de las nuevas Repúblicas. adoptados por todos, puedan inmediatamente ratificarse Al cabo de un siglo, el ideal continúa intocado, y practicarse. En la misma forma y con igual proceinvitándonos con la magia de su luz, si no a reali dimiento se llegaría sin dificultad a la solución de zarlo del todo, a aproximarse a él en cuanto es para nuestras grandes o pequeñas divergencias de familia, nosotros accesible. si no bastan su propia fuerza sin tener que salir de casa en busca de avenidores.
y virtud, ahí estaría para empujarnos a él, con pesa Tratariase, como se ve, no de algo inaccesible y.
dumbre de experiencia cargada de reproches, la his exótico, sino de apoyarnos en el sentido de la reatoria del siglo que hoy se cierra con el júbilo de las lidad, en el espíritu del sentido común, para seguir fiestas centenarias. Aceptemos lealmente el reproche y obtener el desarrollo lógico, gradual y harmonioso y utilicemos la experiencia.
de un ser vivo. Insensible y sólidamente se iria enUtilicemos, entre otras, la enseñanza de la última sanchando hasta un grado difícil de prever la base guerra, como una especial admonición, sin dejarnos de unión de nuestras repúblicas. sobre. tal base, adormecer y seducir por el candor de los espiritus y aun conservando cada cual su ser político indeque la imaginan la última, cuando sólo es en rigor pendiente, ya seria de una parte, por lo que a los la primera de las guerras universales. Por la cada intereses continentales se refiere, más eficaz y activa vez mayor interdependencia de las naciones, las gue nuestra cooperación con la gran república de los rras, como es lógico suponer, asumirán, o por lo menos Estados Unidos del Norte, como de otra parte, por tenderán siempre a asumir carácter de universales en lo que hace a los intereses raciales y de otro orden el futuro. por constituir nosotros un todo inconfun no menos impretermitibles, igualmente eficaz y activa dible en el universo, es prudente que la repetición sería nuestra cooperación con las naciones que indel fenómeno previsto como inevitable, nos encuen tegran la peninsula ibérica y con aquellas otras grantre organizados y comportándonos como un todo. des naciones latinas a las cuales nos unen vinculos No apareceríamos, según en la última guerra apare fuertes y numerosos.
cimos y solemos aparecer en el seno de las grandes Así, paso a paso, día a día, merced a un trabajo asambleas internacionales, como barcos de una misma metódico de cooperación fraterna, nos acercarſamo flota pero con distinto rumbo, porque, en el momento en lo posible, caso de no llegar a consustanciarnos de ser más necesaria la unión, perdemos de vista la con él, a ese ideal que el Libertador columbraba en bandera. Debemos, para el caso, integrar una y la el futuro, cuando se dirigía al ilustre prócer del Río misma flota y seguir el mismo rumbo, o ser como un de la Plata, en una América unida que pudiera llasolo bajel cuyo rumbo fijo y sereno estuviese mar marse la reina de las naciones, la madre de las cado por un gobernalle inmutable,. que hallaría su repúblicas.
imagen mejor en el granítico gobernalle de la cordi Acercarnos al ideal, realizando este plan, de tralera.
bajo, haciendo nuestra cooperación cada vez más Si al cabo de una centuria el ideal se encuentra intima y, seguida, sería al mismo tiempo la manera a la misma distancia de nosotros, también el trabajo, mejor y más práctica de expresar nuestro reconociel esfuerzo necesario para allegarnos a él, se enmiento a los grandes hombres del pasado, que hoy cuentra en el mismo punto que lo dejó la previsión glorificamos en el Centenario de Ayacucho, y que politica de Bolívar. Reanudemos el esfuerzo de coo con la gloria misma de Ayacucho, representan nuesperación fraterna que inició el Congreso de Panamá.
tro común patrimonio de gloria.
Con mucha frecuencia, y aun periódicamente, se reúnen en el seno de grandes asambleas de Europa los MANUEL Díaz RODRIGUEZ.
representantes de todos o casi todos nuestros pueSan Juan de los Moros, Venezuela.
blos, a discutir y a tratar de resolver problemas que. Tomados de El si de ningún modo nos son indiferentes, nos resultan Nuevo Diario, Caracas. del todo extraños o importan para nosotros muy diversa solución, a causa de nuestras peculiares condiciones de vida. Con más razón y frecuencia, y, sin duda alguna, con menos dispendio y mayor facilidad, Epitafio y también periódicamente, podriamos reunirnos a buscar solución a nuestros problemas continentales, Maria Enamorado, a entender, con pacífica y fraternal cooperación, en jovencita gentil, nuestras cuestiones domésticas. La primera reunión cayó con el cerebro atravesado podría hacerse el próximo año de 1926, a propósito por el plomo fugaz de un proyectil.
de celebrar con labor útil, de manera digna, el primer centenario del Congreso de Panamá. Nuestros Reposa de la iglesia en el suelo sagrado gobiernos, por medio de sus órganos de ley, se acorY esto pasó en un dia darian previamente sobre un plan de trabajo, así como viernes, cuatro de abril.
sobre el material adecuado a las primeras labores. debería empezarse por aquellas cuestiones más a FROYLAN TURCIOS la mano y humildes, de orden material, como las de Tegucigalpa, trabajo, producción y comercio, para de ahí elevarse abril de 1924. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica