Repertorio Americano 301.
nos reuníamos en torno de una mesa, peruanos, chilenos y esJosé Santos Chocano y España. pañoles, en un ágape cordial, que ojalá. yo goce otra vez en mi vida. Díez Canedo habia dado un juicio sobre la poesia de Un famoso poema trunco ha creado la leyenda del odio Chocano. No era todo lo admirativo que lo hubiésemos de.
de Chocano a España. Una carta explicatoria del poeta. Conversación con Angélica Palma en Maseado Angélica Palma. la hija de don Ricardo) y yo. Le redrid. pesar de todo, no hay odio en Chile contra plicamos, cariñosamente. El gran critico español estima al el Perú.
poeta, pero sin haber visto, palpado, aspirado, nuestra América abrupta, no puede exprimir cabalmente la poesia chocaEl Mercurio ha publicado la célebre poesia de Chocano niana, que casi es una duplicación del Continente, con su piña, sobre España, la primera parte del admirable dístico en el su palo rosa y su garza. Cuando yo manifesté mi admiración cual Chocano pintó las dos «leyendas» hispánicas que ha reco grande por Chocano, Angélica me miró un poco extrañada.
gido el mundo. la negra y la dorada. o sea, la España de Me dijo más o menos: Torquemada y la de los santos e Isabel la Católica. Ha pu Gabriela, hay un mal entendido grave entre los españo.
blicado mi diario la única parte del distico que es conocida les y Chocano, que se debe a un poeta de ustedes, a Victor en Chile, y ha reproducido el poema burlesco de Víctor Do. Domingo Silva. Ha hecho mucho daño a mi pais, la propagamingo Silva, escrito en respuesta a este trozo.
ción de ese error sobre las «Dos Leyendas. Usted lo conoce?
Yo tengo algo que contar en esta ocasión, y la conciencia Le contesté afirmativamente y le prometí rectificar en Chile 110 se me aplacará si lo callo. Además, se trata de una vieja cuando volviese.
deuda mía contraida con el hombre ilustre, del Perú. Rectifique usted, me añadio, ansiosamente.
Pero Angélica quiso castigar un poco en mí el pecado de Poco antes de mi partida a México, yo recibí una carta mi compatriota; o bien defender plenamente, verso a verso, a extensa de Chocano: me daba juicios bondadosos sobre la su gran poeta. Se puso a recitar, pues, de memoria las largas nueva producción poética de mi país y se ocnpaba después estrofas de Silva, entre el estupor de Diez Canedo, que sin Jargamente de hablarme de un asunto odioso, para él y para conocer ningnná de las dos poesías de Chocano, no podia nosotros, que quería dejar en claro.
comprender aquella lluvia de Fuego, de látigos juvenalescos Era éste: a raíz de su visita a la Madre Patria, el poeta ardiendo.
escribió, fuertemente removido por la visión de aquella Es«Juglar de la estrofa, poeta de Circo.
paña que a mi también me ha hecho una volteadura de. aquejas de atorrante, gritos de matón.
las entrañas, un largo poema, especie de medalla con un. Judas de levita, Bertoldo sin mana.
anverso en oro y reverso en cobre dantesco. Era la pintura, Yo no recuerdo si era al Conde de doña Marina o era un poco goyesca, de lo que significa España para el hombre hacia Palma Guillen, la mexicanas hacia quien miraba yo con.
que la ha amado sobre este mundo y para el que no ha que ojos imploratorios, porque cesara la recitación admirable, por rido amarla. Ha explotado aquí Chocano su genio para la una parte, pehosa, por otra de imi ilustre compañera.
antitesis, palpable a cada paso en su poesía. Las dos partes del poema son de una belleza expresiva suma, de una intenAl dejar Madrid, escribí una carta a Angélica Palma, que sidad que llamaré mantegnesca, para darle mi más quemante como don José de la Riva Agüero y como el periodista César elogio. La «leyenda dorada» y «la negra» están como coloreaFalcón, peruanos los tres, tuvieron las más delicadas atenciodas a fuego, a fuego amarillo y a fuego rojo. El poeta no. nes para mí en aquella España, tierra común, de los hispanoda su visión; con la impersonalidad del artista que sólo quiere americanos, para la noble emoción de cada hora. Yo agradehacer dos aguas fuertes soberanas, él ha hecho la página cia a Angélica el envio de sus libros y le hablaba de una bifronte, poniendo la misma firmeza de pulso en un cartón que en el otro.
faeną para el porvenir. Tenemos, le decía aproximadamente, que trabajar las Yo no sé qué revistero o periodista malévolo (iay! que mujeres de su país y del mio, usted la primera, amiga mia, en rica es de escorpiones nuestra América tropical. publicó el lavar el odio de cuarenta años sobre el corazón de nuestros distico roto, dió la «leyenda negra. que la prensa de Chile reproduj6. Víctor Domingo Silva, varón hispanizante, responpueblos. El árbitro extranjero que buscamos ha de dejar resuelto. el problema politico de nuestras naciones, pero quedará dió lleno de ira, al canto tremendo que así, trunco, aparecía el problema moral, el abismo labrado año por ano, por los malvado. Esta respuesta lírica fué, naturalmente cruel, una hombres de odio. especie de cáustico en espalda sin pecado. Yo sé que nues. Necesito decirle que en Chile, la faena será fácil; no hay tro poeta es hombre de caballerosidad cabal y respondo de odio para el Perú, en la clase culta, y entre los intelectuales que ha escrito su poema bajo el error en que han caído cuánhay la más leal estimación para los valores que el Perú ha tos leyeron la composición despedazada.
entregado a la cultura americana, para su padre, para los Se explotaron desde entonces los dos poemas en diversas García Calderón, para Chocano. Ahora añado, por mi parte, partes. Los españoles de varios paises les dieron publicidad insistente, también hay que decir, odiosa. Al fin, aquellas dos En poco más, Angélica Palma, será tiempo de iniciar el serpientes líricas, especies de cobras del Brasil, llegaron hasta trabajo de purificación, que nos pide la América. Yo estaré el poeta.
Entonces fue cuando él me dirigió aquella carta. Yo salía pronta y usted seguramente, lo estará también. Yo siento esdlas más tarde para México; debí hacer la hidalga rectificacribiendo estas palabras, la misma emoción que senti al estre. ción inmediatamente; la olvidé, en medio de mis afanes de char su mano, de que la alianza más difícil puede ser la más bella, que la retama florece sobre el tallo amargo.
viaje. Hoy, que veo reproducidas nuevamente ambas composiciones, siento un remordimiento amargo y salgo de la lectura para escribir las presentes líneas.
Sobre Chocano y Chilé hay algo que decir aún.
El mismo hombre que escribió la Epopeya del Morro, hizo Pero aún cosas que contar.
también los versos magníficos de un poema a nuestro Lautaro, Una noche, en la Residencia de Estudiantes de Madrid, que dedicó al Ateneo de Santiago. Ha tenido Chocano muchos para usted. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica