Violence

178 Repertorio Americano.
formidable cuestionario ese renglón piadoso, pero estrecho, lógico, de la salud espiritual de nuestra raza en un cercano que dice: necesidad de conceder descanso, antes y después porvenir.
del alumbramiento, a la mujer obrera; necesidad de atender a Lograr, por el socorro material oportuno, que las madres la mujer madre. pobre» o «abandonada. No hubierais que aniquiladas en el trabajo rudo del taller o la fábrica, hagan rido escribir mejor. necesidad de respetar, de dignificar, de «un buien vientres y den de él un fruto humano normal y librar para siempre a la madre del general vilipendio con que robusto como promesa de un ciudadano más, es no apreciar un sentido equivocado de la moral humana la escarnece hace la vida sino en un solo aspecto, ni buscar la fortaleza de una siglos. Necesidad de honrar como merece a la mujer santi raza, sino por medio de su plenitụd física. Mientras esta ficada por el misterio de la fecundación, dentro, o fuera del esforzada, pero incompleta labor se realiza, la sonda asesina matrimonio, pobre o rica, abandonada o no. No dicto silen sigue extrayendo sin ruido en el recatado recinto de muchas ciosamente vuestro sincero corazón, como complemento de alcobas virginales, embriones de vidas robadas a la patria; la esta sublime cláusula, la sintesis resolutoria del secular, pro ojera azul florece tenebrosamente sobre el carmin hipócrita blema en esta forma: necesidau de exaltar la maternidad al de muchos labios de mujeres que heroicamente fingen una nivel de su propia grandeza por medio de la educación de la sonrisa despreocupada y dulce entre el círculo de las amigas mujer en el conocimiento de todos sus derechos y de todos ignorantes y felices, aguardando como el condenado la hora sus deberes en relación con el hecho supremo de la repro terrible de marchar por sus pies hasta la horca, aquella que ducción?
debiera abrir un alba para sus conciencias iluminadas, y dibuNo tenéis necesidad de responderme, previsoras y pró jar un camino definitivo para sus corazones satisfechos. vidas fundadoras del porvenir cordial que soñaron para Cuba hoy, será el rayo del suicidio desquiciando un hogar; mañana, los mártires de su libertad; reconozco en vuestra restricción, la hazaña abominable perpetrada por la sombra exangüe de nuevame te ocasional, el imperio de una sincera y noble una mujer que abofeteada por el miedo, sintiendo volar ya caridad, atenta siempre al urgente remedio de los dolores sobre sus huellas la jauria social, se pone en pie, de más agudos entre todos cuantos aquejan nuestro cuerpo social. pronto, horrible, livida, con las entranas todavía crispadas, Si, tenéis razón: debe y puede hacerse mucho todavía en para ir arrastrándose hasta el lejano muladar en donde arroja beneficio de nuestras hermanas de la clase pobre en ese trance al hijo, ivivo aún! como un fruto abominable que bajo el que debiera ser glorioso para ellas y que la realidad dolorosa sol ardiente de unos días madurará, ignorado, rezumando a la de sus vidas hace lúgubre y abrumador como una cruz. luz miel de gusanos!
ninguna mano más suave que la nuestra para ofrecer a ese Esta ignorante y dulce fecundada, más serena, abrazada pálido y manso rebaño de ovejas doloridas la gracia de un al rosado cuerpecito del ángel esperado como a una cruz refugio, el rayo de una alegria con la esperanza de una cuna eterna, se confinará para siempre lejos de la familia y los blanca para el hijo esperado en la tristeza, la paz con la amigos para ir nizando con dos agonias horrendas hasta vision fortificante de un horizonte acogedor a donde encami su día postrero, sin más esperanza de amor, como castigo al nanse bajo la aurora del día milagroso en que sientan de pecado de sentirlo; aquella otra, enloquecida, con las tiernas pronto su alma y su corazón rotos en dos. Pero, aun cuando manos débiles destinadas por Dios para fungir de alas protodas las madres menesterosas de Cuba sonrieran dichosas visionales en el fragante nido de las cunas, descuartizará, sintiendo acrecer sosegadamente bajo sus pechos el raudad impávida, al hijo recién nacido, como si deshojara una nefanda tibio y rico que ha de ser el sustento de sus hijos, el flor, y lanzará sus pétalos sangrientos al corazón callado de fantasma inhumano de la maternidad avergonzada y perse la noche, vengativa y terrible, con un gesto feroz de malguida, seguiría entenebreciendo nuestro cielo con la sombra dición!
siniestra de sus alas.
Esta es la realidad. Esta es la realidad que ninguna meFaltaríamos a la verdad si dijéramos que es nuestra voz dida de orden material podrá cambiar.
la primera en levantarse a reclamar atención para nuestras Que hombres generosos dediquen su existencia entera al madres desvalidas. Desde hace mucho tiempo, hallaron cco cultivo del individuo humano hasta lograr el espécimen, mosimpático sus tribulaciones en un grupo de corazones sanos delo de la raza por su vigor y sanidad perfectos; que gobiernos y optimistas, llamados al cumplimiento de los deberes del muníficos y previsores, movidos a piedad por el espectáculo más puro altruismo por la voz de un hombre cuyo nombre del aniquilamiento progresivo de grupos enteros de la sociedad.
debe repercutir con dulzuras de bendición en el recinto de por cuyo afianzamiento y expansión están obligados a velar, innumerables hogares cubanos: por la voz del doctor Lopez dediquen gruesas sumas al establecimiento de asilos provisiodel Valle. Emulándolo noblemente, entidades y agrupaciones nales donde las madres depauperadas por la miseria rehagan benéficas. de las cuales algunas son dirigidas por damas de el músculo atrofiado y remuevan el caudal sanguíneo que ha nuestra más alta sociedad con el fervor de verdaderos após de nutrir al nuevo ser, alimentadas y atendidas racionalmente, toles de la caridad fecunda, de aquella que no sólo ampara, son hechos cuyo resultado ulterior contribuirá eficazmente al sino guía al infeliz a la esperanza) han actuado con fervor alivio de una parte del dolor de los pueblos, y esto es mucho, en pro de las madres de la clase pobre. Vivas están aún en en verdad. Pero aspirar al mejoramiento de la especie por nuestras almas las luces conmovedoras de las fiestas de la este único medio nos llevará siempre al fracaso, mientras fecundidad y la salud en que culminaron hace poco los últi pese sobre la mujer el anatema de la sociedad cuando, instrumos concursos de maternidad celebrados por la Secretaria de mento dócil de una ley que no es dado al hombre controlar, Sanidad y Beneficencia. La ciencia de la puericultura tiene concibe fuera del matrimonio. Entonces, el vilipendio unánime entre nosotros verdaderos cultores, abnegados y gozosos de una sociedad que la repudia, tal vez sin violencia, pero intérpretes, servidores fervientes. El ejemplar humano, sano de modo inapelable. El elocuente coro en loor de la fecuny robusto, apasiona a los hombres de ciencia y enternece hasta didad y en glorificación del hijo, queda reducido a un vago la envidia el corazón de las futuras madres. Todo esto es extertor, al sordo lamento en que se extingue, moribunda, la digno de loa; todo esto significa ya mucho, por si solo; pero última esperanza de justicia humana. Argos tiene cien mil tengo para mí que el día en que la protección a las madres ojos implacables fijos sobre esa frente de mujer, que no osará sea más moral que material, habremos dado un paso más, levantarse nunca más. Víctima del ultraje mudo, colectivo, anoseguro en beneficio de nuestro mejoramiento psíquico y etno nimo, esta madre, elegida como las demás por la vida prei Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica