Anarchism

84 Repertorio Americano prestigio la actitud tolerante; y sin tolerarnos primero ¿cómo miembros de no escaso poder. También les he repetido esto hemos de cooperar. cómo podremos marchar hacia la unión a los jóvenes argentinos, y a los uruguayos que participan de anhelada? Se vive, pues, en una dispersión y una anarquía este separatismo espiritual que no se funda sino en un error estériles. En mis discusiones he hablado de pilas aisladas de apreciación, como se lo explicaré después. me afirma que ninguna eficacia tienen si no se acierta a unirlas en baen esta convicción una opinión del famoso político y publitería. Pero tal es la repugnancia que se manifiesta a la idea cista colombiano doctor Núñez, que en estos días he leido y de una unión a todo trance, que he llegado a pensar que tal que define muy bien un pensamiento que frecuentemente he vez aún no ha llegado el momento de formar ese «primer abrigado. Nuestra población decía Núñez no excede de coágulo cósmico» de que me ha hablado Zorrilla de San Martres millones de habitantes, poco civilizados en su gran parte.
tin en reciente visita. Tal vez sea aún necesario como pienSi la fracción social llamada por sus aptitudes a las funciones san muchos argentinos que suframos un poco más cada uno gubernamentales se divide y se subdivide, consagrándose a por su cuenta, curándose cada cual de sus llagas y sus enferdebilitarse a si misma no podremos nunca hacer nada impormedades. Más yo no creo esto, yo creo que existe una oblitante como legatarios, de la dominación peninsular, mostrángada gradación que ros impone la necesidad de tolerarnos donos superiores. esto es lo que ahora pasa, creo que no primero y solidarizarnos luego, para llegar a ponernos en consólo en la República Argentina sino en todos nuestros puediciones de conferir en todos nuestros actos y hasta en nuesblos. Lejos de asociarse en una obra común de cultura y de tras costumbres, nuestras leyes y nuestras instituciones esa defensa de los principios y doctrinas superiores de la vida, primacia de los valores morales e intelectuales a que aspiralas elites intelectuales se disuelven atomizando sus esfuerzos mos, como base indispensable para la creación de una civilipor culpa de insignificantes y prematuras divergencias como zación netamente iberoamericana que venga a rectificar los los conejos de la fábula. Así, mientras el laborioso y admiratremendos errores de la europea, buena parte de los cuales ble García Monge reune en las páginas de su REPERTORIO ya tenemos ingertados.
AMERICANO las voces dispersas, demostrando que, en el fondo En esta situación, y circunscribiéndonos al ambiente argen y en lo principal, no existen discrepancias dignas de dividirtino o mejor dicho, bonaerense, no me ha sido dado observar nos; cuando se intenta crear, a la manera del Norte, un orsino una señal de solidaridad, y ésta con excepciones y limi ganismo con más vitalidad y eficacia, se hace imposible reutaciones: la de la llamada «nueva generación. que se inicia nir las vértebras aisladas. Así, además de las tendencias icoen la polémica de la ideologia argentina declarando la quienoclastas de las nuevas generaciones (cosa que resta toda bra de las generaciones anteriores a ella y posteriores a la eficacia constructiva a los esfuerzos anteriores y desmoraliza de 1837 o sea la de Echeverria, el gran precursor, y sus amia los actuales, restándole fe en los suyos propios. tenemos la gos de la «Asociación de la Nueva Generación. La juventud discordia y la insociabilidad entre los consagrados no atribuique aquí cuenta de los veinte a los treinta años o algo más ble a causas dignas, aunque tal se pretenda, sino a razones no quiere ver nada con sus antecesores, cuyo prestigio repupersonales no muy confesables.
dia. Julio González (compañero en ideales de Carlos SánEs indudable que en estas condiciones, la labor restaurachez Viamonte, con quien ya le he contado que me encontré dora de la acción cultural sólo pueden efectuarla los jóvenes, en Valparaíso en misión idéntica a la mía, y de Sanguinetti, puesto que los mayores se declaran incapacitados para emotro de los «nuevos. ha escrito últimamente. Circunscribiénprender una obra cuya base es la concordia y la unidad de dome a lo nuestro. y sin que ello signifique negar las promiras (me lo han confesado los más destacados dentro de las yecciones al ambiente exterior. puede afirmarse que al asodiversas tendencias y cada uno a su manera: Ingenieros, Rojas mar el hombre nuevo, no había en el ámbito nacional ningún y Lugones. pero también es indudable que si los jóvenes pensamiento en marcha (esto yo lo he dicho hace años, res queremos hacer algo nuevo y distinto, si nosotros somos los pecto al Perú, en mi ensayo sobre «El esfuerzo civilizador» llamados a «ver y apresurar el final derrumbe de esta fábrica y lo tengo confirmado en «El nuevo Ayacucho. o, en el de iniquidad donde han vegetado los parias para que se pamejor de los casos, con vida lo suficientemente poderosa voneen los audaces. como me dice don Enrique José Varona como para atraer hacia él y dar contenido a la existencia y en su contestación a mi carta abierta: debemos empezar por a la obra de una generación. Yo estoy de acuerdo con esto, rechazar la herencia de discordia, mala fe, mala voluntad, pero no con el procedimiento adoptado, al parecer, por los intolerancia e incomprensión que han estirilizado la obra de nuevos, como consecuencia del mismo. Pues si bien González los otros.
afirma que «la idea de orfandad y desorientación acerca del En otra carta pues ya ésta es demasiado larga le explipasado que viene formando la sensibilidad de la nueva gene caré cómo en las grandes ciudades como Buenos Aires y tan ración argentina, no implica desconocer la continuidad histo movidas como Montevideo y la Habana (y podría agregar rica, aunque esto a primera vista parezca paradojal. no Lima) los reducidos círculos culturales quedan eclipsados por puede negarse que la actitud asumida por los jóvenes es la el tráfago mercantil e industrial y sujetos al flujo y reflujo de de un rompimiento no sólo radical, sino violeuto e irreconci los intereses y los apetitos en pugna; y cómo si sobre las liable, si he de atenerme a las declaraciones de muchos de menudas discrepancias no se establece una vinculación supeellos. con esto ya no puedo estar de acuerdo, pues se me rior que permita a las clases intelectuales oponer un frente hace difícil admitir que las nuevas generaciones argentinas único contra la ineptitud venal y acomodaticia de los burótraigan en su seno elementos de pensamiento y acción sufi cratas, el servilismo y el espíritu de lucro de los periódicos cientemente fuertes como para reemplazar valores tan incues y la estupidez y la rapacidad de los politicos ajenos a todo tionables como el de Ingenieros, por ejemplo, a la izquierda, ideal superior, muy pronto quedará establecido en todas nuesy el de Gustavo Rojas, a la derecha. Yo les he repetido esto tras llamadas «democracias» el predominio de los mediocres, muchas veces, pero estos jóvenes del Plata no quieren darse es decir, que lejos de acercarnos a la anhelada magistratura cuenta de que, como los ñandúes de sus landas, sus naciona de la Inteligencia nos encaminamos hacia el reinado de la lidades tienen el cuerpo muy grande y la cabeza muy chica. Ineptitud, y no así como así, sino de esa ineptitud audaz y Las nuevas generaciones cometerían, en mi concepto, un gra cínica, producto de nuestros pueblos semibárbaros, tanto más vísimo error, si se inician en la acción con un gesto de in encanallada y vil cuanto más consciente de su miseria es. Así, comprensibilidad e intolerancia que cercenarla a su cuerpo pues, a los intelectuales individualistas y zaharenos, como Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica