Carmen Lyra

fr civile, Jucende REPERTORIO AMERICANO San José, Costa Rica 1925 Lunes 12 de Octubre SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA SUMARIO: La raza espiritual contra el racismo materialista, por Gabriel Alomar. Eldorado, enigma de la historia americana, era el Perii de los Incas, por Manuel Domínguez. Una nueva obra de misericordia. Enrique Diez Canedo: Algunos versos, por Antonio Espína. Dos escritores de América: Icaza Garcia Godoy, por Pedro Henriquez Ureña. Sobre los estudios estéticos, por Rafael Estrada. Partido Nacionalista de Puerto Rico. Página lirica de Enrique Diez Canedo. Lázaro, por Carmen Lira.
il La raza espiritual QUANDO el Gobierno del Perú tuvo contra el racismofobia, análogo al que suele desvirtuar conmigo la gentileza de invitarme en casi todos los países el nombre a presenciar las fiestas del Centenamaterialista mismo. de patria, convirtiéndolo en rio de Ayacucho, sentí acudir a mi pasión de mesnaderos afiliados bajo imaginación, como el soplo de un un mismo caudillaje, para fines de gran viento, las ideas envueltas en Por hostilidad; o al que desvirtúa también la rememoración que iba a celebrarse.
la idea diplomática de bandera, retorNo me fué posible, por razones ajeGABRIEL ALOMAR nándola a su originaria derivación de nas a las necesidades eventuales de «bando. grupo de luchadores que se mi vida, trasladarme entonces a la segregan de la comunidad. Me atrevo República hermana. Pero fui profun Ahora bien. cuál hubiera sido mi a afirmar que la civilización consiste damente sensible a la alta considera palabra, si hubiese tenido que pro en la victoria progresiva de la idea ción recibida; no ya por tratarse de nunciarla en aquella ceremonia? He de humanidad contra la de raza. La la delicadeza con que se deseaba en aqui la verdadera ocasión de expre primera es integradora; la segunda, aquella fiesta patriótica la presencia sar un sentido personal de esa tan disgregadora. No hay peor separade algunos españoles, dando al cen decantada fraternidad hispanoameri tismo que el propio concepto de raza.
tenario de la Independencia un valor cana que, modestamente, creo com seria el más paradójico de los conde comunidad con la metrópoli en el prender en forma muy diversa de trasentidos declarar extinguido el seesfuerzo por la libertad, sino también las llamadas fiestas de la raza. paratismo de las antiguas colonias por el recuerdo de un pequeño or Los pueblos de América, extinguido españolas y proclamar, en cambio, gullo mío: el de haber sabido sentir el odio bélico de las luchas separa una solidaridad de raza española no como causa propia la de la indepen tistas, acogen con entusiasmo frater fundada en ninguna comunidad de dencia de todos los pueblos oprimi nal a los españoles; aclaman la re fines espirituales. Las colonias espados, singularmente la de las antiguas presentación de la vieja metrópoli; ñolas se separaron inspiradas por un colonias españolas, y de una manera aunque esa representación sea exclu ideal generoso: la libertad. Pues bien: directa la de Cuba, cuya emancipa sivamente oficial o protocolaria; y, en sólo una comunidad en los ideales ción hizo vibrar de ardorosa simpatia fin, invitan a los españoles que les de libertad debe volver a unirlos.
mi adolescencia, entre la amenaza parecen significativos a presenciar la Asi se demostraría que las colonias dora incomprensión de una multitud exaltación jubilosa de los libertadores, se separaron de la metropoli para ignorante y cruel.
como si at chocar de las copas en poder unirse a ella en «espíritu y Pocos asuntos habrá tan apropia el brindis familiar se fundieran en verdad. Por encima de los vínculos dos a mi temperamento como la ce una misma gloria vencedores y ven de la fuerza, el odio, el odio justo y lebración de esas fechas históricas, cidos, y ya no quedara, como resto santo, las separaba. El amor, hijo de cuyo recuerdo pone a prueba la in de las viejas querellas, más que una la libertad, volverá a unirlas.
dole moral de los ciudadanos. La memoria de la común bravura y un jornada en que un pueblo alcanza su rescoldo del fuego extinguido, para libertad (aunque esa libertad colec reanimar las cenizas del nativo hogar. Suele decirse: España puede cele.
tiva necesite luego el transcurso de No. Yo no creo que sea esa fra brar con sus hijas de América el cenmuchos años para completarse con ternidad meramente material lo que tenario de la independencia de esas la libertad individual) será siempre se reanuda en esos días fastos. No Repúblicas; porque aquellas luchas para mí un recuerdo glorioso. se trata de una fraternidad de sangre. fueron, en realidad, guerras civiles, No fui entonces al Perú, priván Por mi parte, os aseguro que jamás entre hermanos; el odio de los amedome de cumplir un vivo deseo: el he sentido en esa forma mi afección ricanos no se dirigia contra España, de regresar a Europa pasando por por América. Al contrario: la raza, sino contra sus Gobiernos; no era Chile y atravesando los Andes para como motivo de unión entre pueblos distinto del que animaba a los provisitar la Argentina y el Uruguay me parece un resto atávico de bar pios libertadores españoles que daban Otra vez seră. Pero mi espíritu asistió barie, una solidaridad de lucha contra su sangre por la Constitución. Bolivar a la fiesta secular con viva emoción. las razas ajenas; un aspecto de xeno es una gloria española, una especie Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica