Repertorio Americano 307 ción progresivista que encabeza La Follette la tierra y Centro América. Caballeros del Congreso de los de Lincoln, Lowell y Emerson al ciclo o régimen de Estados Unidos dirían los supuestos hombres de Eslas potencias arbitrarias, ese conglomerado amorfo tado ustedes se han negado por varios años a poner y caótico de intereses y pasiones en discordia cuya en vigor el tratado de comercio con México (la hisciega ferocidad patentizó, a través de las vestiduras toria se repite: recuérdese el incidente gallardamente y falsas dignidades de un concepto de civilización promovido por el delegado centroamericano señor que fracasaba, el bestial conflicto de 1914, baldón Alvarado Quirós en la Conferencia de Santiago. han que llevarán eternamente sobre su frente los hombres echado ustedes a un lado otros tratados de comercio representativos del oficialismo de los primeros años propuestos con algunos Estados centroamericanos; de este siglo. Tarde han empezado ellos a despertar ha desechado así mismo ese Congreso otro tratado con Nitti y otros de la trágica pesadilla de los me para construir un canal que hubiera servido más que galomaniacos en que sumió al mundo la morbosa cien conferencias para unir nuestros pueblos y nuesambición de Guillermo II, vértice apasionado de un tro comercio a los de esa nación; han vuelto ustedes error materialista que no fué, ni con mucho, exclusi la espalda a toda tendencia o proyecto encaminados vamente germánico, sino del que, antes bien, partici a estrechar las relaciones comerciales con uno cualparon los «defensores de la civilización y del dere quiera de nosotros; sólo nos acordamos del interés chor. Tarde han empezado a reaccionar ellos, y mu que demostraron ustedes por nosotros, a quienes chas señales de los tiempos parecen anunciar una llaman las repúblicas hermanas, por su constante nueva y siniestra persistencia en el error. Mientras negativa a tratarnos de una manera fraternal; y sobre tanto ¿acertamos a definir la disidencia que se impone? todo tenemos presentes los esfuerzos de Mr. Blaine para ponernos a la greña, y su majestuoso papel de árbitro no solicitado entre Chile y el Perú, entre Bolívar instaba con vehemencia, en la primera Guatemala y México, llevando, como suelen hacerlo circular de invitación al Congreso de Panamá (di los mediadores a quienes nadie llama, un garrote en ciembre de 1824, es decir, tres días después de la mano para imponer su mediación a nuestras naAyacucho) a la aceptación del plan. Diferir por más ciones más débiles que la suya. Bajo semejantes tiempo la asamblea general de los Plenipotenciarios auspicios y en tal estado de ánimo de nuestros puede las Repúblicas que de hecho están ya confedera blos se inició la corriente del pan americanismo. El dos, hasta que se verifique la accesión de los demás, éxito de la intervención norte americana solicitada o seria privarnos de las ventajas que produciría aque no en el momento de firmarse la paz entre el Perú lla asamblea desde su insta ción decia el gen y Chile lo estamos palpando. Pero, en fih, tampoco Libertador. añadía. Estas ventajas. se aumentan es nuestro objeto, por ahora, hacer un balance entre prodigiosamente si se contempla el cuadro que ofrece los daños y los beneficios (que no sería noble desel mundo político y muy particularmente el continente conocer) producidos a nuestros pueblos por la diploeuropeo. Si eso decía hace cien años el egregio. macia norte americana. Ahora sólo nos interesa juscaraqueño ¿imaginamos lo que diria contemplando la tificar el carácter exclusivamente ibero americano o situación actual? El abate de Pradt declaraba enton latino americano, si se quiere, de las reuniones proces que los siglos no presenciarían «un espectáculo yectadas, y para eso no es necesario hacer la crítica más digno de la civilización que el del Congreso del pan americanismo que por sí sola se evidencia.
Americano. Por qué han carecido de esa dignidad La necesidad primordial nuestra ahora es la dey de esa grandeza los congresos pan americanos. finición de nuestra fisonomía general como grupo de No entraremos a hacer un prolijo examen de los orí pueblos conscientes de su homogeneidad y de su común genes y el desarrollo de esas asambleas cuyo valor destino. Tal vez la objeción más aguda que pueda y cuya significación como medio de acercamiento hacerse al pan americanismo es que nos desvía y entre los pueblos de nuestro hemisferio han sido de nos desorienta desde ese punto de vista, resultando, bidamente apreciadas por críticos autorizados y con por lo menos, prematuro en sus determinaciones y frontadas por los hechos mismos. este respecto, consejos. De todos modos, lógicamente, como ya lo permitanos el querido maestro recordar solamente las hemos indicado, no puede objetarse actividad alguna palabras de Mr. David Wells citadas por el He de ibero ainericanismo, si se aceptan como buenas las rald de New York (febrero 9, 1887) a propósito de minuciosas, y pedestres gestiones que se hacen a una proposición semejante a la de Blaine para reunir título del ideal pan americano planteado, en tan diuna conferencia internacional americana en Washing versas circunstancias y con visión tanto más elevada ton, debida al diputado Mc. Creacy. Según Mr. Wells y generosa, por nuestro Libertador. Lo único que ha escribe el Herald the whole history of our dealings podido deslumbrar a nuestros diplomáticos y homwith our sister republics is the history of a big bully bres de Estado, hasta el extremo de consentir que dealing with weak and defensceless neighbors in a se pusiera a nuestros pueblos en condiciones de spirit of narrow and shameless selfishness. El Herald manifestar subalternidad respecto a los Estados Unicomentaba. Mr. Wells is right, and it results that dos, ha sido el fenómeno portentoso del desarrollo the people of our «sister republic think of us not material de esa gran pación, el éxito estupendo de with love or confidence, but with apprehension of our sus instituciones y de sus hombres y la tenaz polidesigns and a prayer that we may leave them alone. tica seguida por muchos de los gobernantes y publiLas Novedades, órgano de publicidad hispano ameri cistas más influyentes de ese país a fin de subyucano que se editaba en New York por esos años, garnos, haciéndonos olvidar, ante el espectáculo de reproducia otro fragmento bastante significativo de lo su preponderancia única en la historia, el valor disque según el Herald, podian contestar a la invitación tinto y fundamental de nuestro aporte, también úninorteamericana «todos los hombres de Estado de Sur co e inalienable a la cultura de la especie humana. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica