46 Repertorio Americano un tono más cosmopolita, y quitar a propias palabras. Ah, ellos lo arros. Pueblo se espantan de su aparición, y su estilo inelegaute esa aspereza vasca tran todo, a veces, por una feliz iro que unos jayanes, creyendo cumplir que le es característica. Los viajes, el. pía, un sarcasmo ingenioso o un chiste su deber, le disparan con sus escope contacto con otras buniapidades, el oportuo. Ellos se regocijan y se di. tas, dejándole tendido sobre el suelo.
influjo vivo de otras culturas, benefi. vierten, se desquitan de su inutilidad, El oso, moribundo, con la vista fija ciarían grandemente su obra, hacién. con esa labor de bufones heterodoxos en el cielo azul, exclanso de esta madola más rica de matices, más amplia e irreverentes, ante un público des. nera. Qué brutos son los hombres! flexible, más humana y generosa. creído que se divierte también con Me han matado. yo que sólo que. Qué está viejo y que, por lo mismo, ellos, pero sin tomarlos muy en serio. ría divertirme, repolcarme sobre la ya no puede cambiar? Error! Don Mi Pero el juego les resulta, en veces, hierba, danzar un poco. guel de Unamuno, sabedio, ha sabido bastopte caro. Hay gobiernos civiliza No sabemos a punto fijo cuáles son conservar una juventud de espíritu dos y tolerantes que los dejan hablar los motivos que ha tepido el Directo.
admirable. Suyos son, por lo tanto, y escribir; pero hay otros que toman rio para expulsar a don Miguel de estos bellos atributos de la juventud: muy en serio su misión, que son fa. Unamuno. Pero pensamos que ha sido la plasticidad y la inquietud.
algún discurso o algún artículo de pe.
Pero el jefe del Directorio dispuso riódico cepsurando al Rey o al mismo mandarlo a Canarias. Acaso quiso ser Un lamentable desacierto Directorio. Acaso alguna de esas bur.
benigoo cou él. Ceuta o el extranjero las a que es tan inclinado el profesor habrían sido muy duros castigos.
del carlismo español de Salamanca. ya sabemos que el Castigos de qué? De sus delitos, está Hoy publicará la Gaceta la siguien. Mussolipin, de Don Alfonso, dando claro, consistentes en atacar a las per.
te Real orden: pruebas de un espíritu medioeval, no sonas del Rey y de asu Mussolinis, don Primo de Rivera. Pasaron ya los El excelentísimo señor jefe del tolera que se hable mal de su gobierno di tras las bambalinas.
Gobierno, presidente del Directorio tiempos en que podían hacerse esos Ahora bien, si comprendemos la ac.
militar, me comunica la siguiente ataques impunemente. Hoy, un reción de una Dictadura contra los es.
Real orden: torno ofensivo del siglo xiv, nos hace critores peligrosos) de que hablába.
saber que las personas de los nuevos Ilmo. Sr. Acordado por el Direcmos antes, no nos explicamos esas torio militar el destierro a Fuertevencésares los Primeros Ministros. de.
inedidas drásticas contra los «inofenben ser tan segradas e inviolables para tura (Canarias) de Miguel Ungsivos, entre los cuales colocamos al la pluua de los escritores como para muno y Jugo.
señor de Unamuno, a pesar de su apa.
la bala de los aparquistas. el Reyl(q. se ha serrepte temibilidad. No olvidemos que vido disponer: ILa inquietud espiritual de don Mi.
Unamuno es un anciano, un eremita guel de Unamuno! esa inquietud Primero. Que el referido sefior que vivía recluido en su gabinete de debe el escritor una reciente condena cese en los cargos de vicerrector de trabajo, y que España desde hace 1a, Universidad de Salamanca y dea muerte y 611 actual deportación.
tiempo se acostumbro a oirle sin so.
Don Miguel de Unemuno, uo se concano de la Facultad de Filosofía y bresaltarse. Por ello, sui expulsión se tentó con divertirse en ese mundo in.
Letras de la misma; y nos antoja un lujo de intolerancia dic ofensivo de la paradoja especulativa; Segundo. Que quede suspenso de tatorial, un derroche de cesarismo. El también quiso descender al campo.
empleo y sueldo en el de catedrático general Primo de Rivera, que no pa.
peligroso de la política militante.
de la expresada Universidad.
rece un tonto, se ha equivocado lamen.
Aquí, naturalmente, le han perjudi.
Lo que traslado a para su tablemente al desterrar a don Miguel cado sus hábitos de ideólogo icono.
conocimiento y demás efectos. Dios de Unamuno, por que ese acto, ione.
clasta. Quiso ensayar con los hombres guarde a muchos años.
cesario como defensa, revelará su dic.
del poder la misma irreverencia que Madrid, 20 de febrero de 1924. tadura, a los ojos del mundo, bajo una con las ideas, y aquéllos reaccionan y El subsecretario encargado del miluz poco favorable. La verdad es que se defienden en la forma poca agra.
nisterio, LLÁNIZ. Señor ordenador de hoy, excepción hecha de los bolshe.
dable que estamos viendo. El error de pagos por obligaciones de este minisvigues rusos, todos los gobiernos cividon Miguel de Unamuno consistió en terios.
lizados de Europa, toleran y respetan haber olvidado que si las ideas, en el (A. Madrid. las manifestaciones del pensamiento reino gris de la abstracción, pueden libre. Las persecuciones a la prensa, manejarse por el filósofo así como los las expulsiones a los escritores inde.
insectos por el entomologo, po así las náticos, y no toleran que los desocu. pendiententes, casi sólo se ven ya en cosas de la política, cuando éstas las pados se diviertan a costa de ellos. ciertas satrapías centroamericanas, y, traen entre manos esos «salvadores Entonces el escritor, el hombre que transitoriamente, en una o dos repú providenciales que se llaman Benito sólo quería aliviar su plenitud inte. blicas suramericanas, que hoy se en.
Mussolini o Primo de Rivera.
rior o divertirse un poco, va a parar cuentran bajo las garras del despotis.
Entre los escritores políticos, o a uda ergastula o sale por el camino mo.
mejor dicho, los que se dedican a cen.
del exilio.
Esas persecuciones son actos repul.
surar la labor de los gobernantes, El caso de don Miguel de Unamuno sivos que no sólo revelan el atraso de Dosotros estableceríamos la siguiente trae a nuestra memoria el recuerdo de los países, sino también la condición clasificación: los peligrosos y los in. un cuento de Benavente: El Oso que moral inferior de sus gobiernos. Por ofensivos. Los primeros, ya se sabe, sólo quería divertirse un poco. Escapado todo lo expuesto, pensamos que el son políticos ambiciosos y hombres de de la tropa que le llevaba por el mun. General Primo de Rivera no debió acción que se disfrazao bajo. el manto do, eloso apareció un día en los su. haber expulsado a don Miguel de de ideales generosos para alcanzar sus burbios de un pueblo, y al ver una Unamuno. Si el catedrático de Sala finalidades. Los segundos, son sim. torba de chiquillos que jugaban sobre manca se excedió en sus atsques, el ples intelectuales y hasta abálicos que la hierba de un prado en primavera, Jefe del Directorio, en vez de imitar no buscan otro fio que su propio es. él quiso adherirse al regocijo, y se el gesto burdo de los dictadorzuelos parcimiento. El precio de su esfuerzo puso a rugir y a bailar como lo hiciera intertropicales de América, debió halo encuentran esos desinteresados en en su vida de trashumante domesti. ber tenido la elegancia moral de so.
la delectación que les producen sus cidad. Pero he aquí que las gentes del portar esos ataques de sus enemigos. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica