254 Dos Repertorio Americano capítulos inteligencia: una literatura brillante difunde por todos los ámbitos de nuestro continente el pensamiento portentoso que concibió a la América hispana una Del folleto Lucha por la e indivisible; atlantes de la inteligencia tales como cultura, por JUSTO FACIO.
Montalvo, Rodó, Marti, Blanco Fombona, Cornelio San José de Costa Rica. 1923.
Hispano. han llevado sobre sus hombros esa carga sublime; pero el generoso empeño de difusión no XII habría traspasado los dominios de las idealidades Aun restringida a límites de raza y de continente, platónicas, si el colegio, al promover con sus ensela infuencia de los estudios literarios está llamada a ñanzas humanistas el gusto por las letras, no hubiera hacerse sentir de modo útil, sin contar en lo mínimo creado en los jóvenes un interés superior por esas con lo que de agradable hay en ellos, en la mente lecturas. los institutos de educación secundaria de las jóvenes sociedades diseminadas a lo largo se debe el conocimiento que hace efectiva la comdel solar colombino. Desde los albores de la inde penetración espiritual de los pueblos hispano ameripendencia, los hispanoamericanos entienden que la canos entre sí; de esos institutos han salido los invida un poco tumultuosa de estos países corre por telectuales que, ya, como escritores, después, han unos mismos cauces hacia el cumplimiento acaso exaltado los ideales, de la raza, a la que, más que fatal de un horóscopo preñado de amenazas, contra por sus afinidades étnicas, por las condiciones del las cuales hay que permanecer a todas horas, ojo continente en que se organiza y se desarrolla, et avizor, en actitud de defensa: he ahí la fase oscura futuro promete realizaciones de alto humanitarismo; del problema continental hispanoamericano; en camhijos de esos institutos son también los intelectuales, bio, un conjunto de felices condiciones naturales man más humildes, sin duda, pero de comprensión no tiene entre nosotros bien arraigada la creencia de menos penetrante, en cuyo espíritu esa propaganda que el mundo colombino ha de ser el asiento de despierta vibraciones y ecos de simpatía. nadie civilización caracterizada por un régimen de equidad en verdad se le oculta, así sea insensible a los reque a merced de todos pone simples y, a la vez, querimientos de la inteligencia, que la solidaridad dúctiles medios de trabajo, excluidas de él para siem hispano americana ha adquirido ensanche, principalpre las odiosas preminencias o superposiciones de mente, merced al intercambio de manifestaciones en clase. Este punto y el otro, ambos de una ideologia que el pensamiento conquista los ánimos, no sólo común, han intensificado entre las naciones hispáni por la fuerza cuasi irresistible ya de su propia vircas ese sentimiento de solidaridad cuya génesis his tud, sino también por influjo del arte magnético que tórica se funda, con solidez indestructible, en una le presta sus galas. Una vez más podemos decir serie de circunstancias, tales como el origen, indio con Lord Curzon que «la solidaridad mundial de los y español, a la vez, el idioma, el coloniaje, la lucha intelectuales es mucho más duradera y más provepor la independencia, el carácter democrático de chosa para los hombres que los acuerdos internacionuestras instituciones, nuestra cultura idealista. que, nales celebrados entre políticos, casi con el colorido de una tradición, dan fisonomía Conforme al postulado principal de este artículo, propia a nuestra personalidad en desarrollo. Sin gé pudiera tal vez creerse que la literatura hispanonero alguno de duda, la mano de la Providencia su americana sólo tiene valor para nosotros en cuanto bordina implacablemente nuestros destinos a un hado dilucida cuestiones atañederas al momento actual común: ya lo vio, con poderosa. clarividencia, como al porvenir del continente; no es asi: la mentalidad suya, el genio de Bolívar, cuando, después de ha hispano americana ha dejado en la literatura de estos berles otorgado señorío, quiso reunir a sus pueblos pueblos estudios y disquisiciones acerca de tópicos en un anfictionado que llevase a la práctica este variadísimos, de tal modo que en muchos de estos ideal supremo, la justicia internacional. Después particulares hallaría satisfacción a sus ansias de bede quince años de sacrificios. decía el propio Li ileza la curiosidad de los jóvenes, sin tener que bertador en 1824, consagrados a la libertad de Amé atravesar las edades sobre el lomo de ningún perica, para obtener el sistema de garantías que, en gaso para ir en busca de fuentes clásicas. cualpazo en guerra, sea el escudo de nuestros destinos, quier hispanoamericano un poco leído se le vendria es tiempo ya de que los intereses y las relaciones de por sí a las mientes el nombre de Montalvo si que unen entre sí a las repúblicas americanas, antes tropezara con la precedente consideración: rejuvenecolonias españolas, tengan una base fundamental. cida por su ingenio, que se nutre con savia joven Ahora bien, si la anfictionía hispano americana de América, la prosa castiza, cuidada, elegante y visólo fué una bella y, quizás por esto mismo, una ril de Montalvo penetra audazmente en las más eleilusoria concepción del genio, a su fracaso lamen vadas ideologias; sus Tratados, en que maravillosotable sobreviven, sin haberse amenguado nunca, mente se asocian, con seguro equilibrio, la inspiraantes bien, ensanchando en todas direcciones la ór ción y el arte, son textos de alta moral. la péñola, bita de sus influencias espirituales, las conexiones por él arrancada para su uso exclusivo a las alas geográficas, históricas y civiles con que el grandioso de un cóndor, fué en sus manos nerviosas la espada proyecto de confederación hacía valer sus aspiracio relampagueante de la libertad; no hay tal vez en nes a concretarse en un viviente órgano político; Hispanoamérica literatura de combate que mejor haya pero al salir, como en derrota, del mundo ambiguo educado a los jóvenes del continente en el odio santo por donde, a modo de sombras asustadizas, se es de la tiranía. En otro orden de ideas, ahí está don curren las posibilidades diplomáticas, en acecho de Andrés Bello, el insigne filologo, creador en Chile de ocasiones propicias al asalto, el hermoso sueño de la cultura humanista, purgada en buena parte por el Bolívar cobra entonces realidad en el mundo de la del servilismo neoclásico, gracias al don de indepen Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica