T REPERTORIO AMERICANO Num. 11 SAN JOSÉ, COSTA RICA 1924 LUNES DE JUNIO SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA México y el problema diplomático del Pacífico Poprfa formularse una ley socio.
tos años no más, por una obra multá.
nime que arredra, la pueva Inglaterra de raza mongólica, agazapada en su archipiélago setentrional del Pacífico, como la vieja en sus islas nórdicas del Atlántico. Primero venció a China en Dentro de cincuenta años, el centro una guerra rápida y brillante. Des.
de grapedad de la civilización estará en el Pacifico. HUGHES, Primer Mipués, merced a una serie de victorias Distro de Australia.
Pero para los intereses actuales de memorables, humilló al enemigo que la humanidad, el Atlántico resulta no pudo vencer Napoleón; y hoy, con cada vez más estrecho. La primera su guante de acero, a pesar de los potencia del mundo es inglesa, pero terremotos aliados del yapqui, llama geográfica fundamental, en los no es Ioglaterra, y tiene costas e inte a las puertas de la metropoli de Ca.
siguientes términos: la civilización reses inmensos en ambos océanos. lifornia iMéxico, oye bien, Califor.
clásica es mediterránea; atlántica la Por Nueva York mira hacia Europa; pia! y dice. Cumpliréis el Pacto de moderna, y pacifica la futura civiliza por San Francisco, hacia el Extremo Caballeros. ción. El golfo más grande del planeta Oriente. Ahora bien, en ese extremo, es el Mediterráneo. El océano más vas. con sesenta millones de habitantes, el to, el Pacífico; el Atlántico es un tér. Asia tiene una voz poderosa y terri.
mino medio entre el glorioso mar de ble: el Japón.
Antes de apelar a la caballerosidad Egipto, Fenicia, Grecia, Italia, Fran.
de la nación yanqui, realizó el Japón cia y España, y el enorme océano que su hazaña más memorable: las colo.
baña con sus aguas las islas de la pias inglesas de Australia y Capadá Sonda, el Japón, Australia, Alaska y Mientras Europa y América elabo. obligaron a la madre patria a deshacer Chile.
raban la cultura occidental, el Asia, la alianza que tenía concertada con el Todo el mundo antiguo cupo en el amodorrada en su budhismo letárgico, gran pueblo asiático, por temor a la Mediterráneo. Sus tres cuencas de arrastraba perezosamente su existen. preponderancia del propio Imperio oriente a occidente sirvieron de tea. cia. Un día supieron con asombro los Japonés, y para contentamiento de la tro, por modo sucesivo, al desenvol. occidentales, que también los asiáticos poderosa cancillería de Washiogton.
vimiento de la cultura. La primer eran capaces de forjar, en unos cuan. Pasa a la página sigviente. cuenca fué egipcia, griega y fenicia; la segunda, grecolatina; la tercera sólo latina. La línea del desinterés Portugal, centinela de Europa, abrió El estiércol del diablo el Atlántico a la ambición y la codicia de la raza rica. España entregó a la historia fatura el continente ameri. Sin duda, es tarde para hablar de la visible de tina trapsustanciación y se cano. Inglaterra, la verdadera ene. Vida del Cristo cuando el libro de convierte en la hostia infame del de.
miga tradicional del poderío español, Papini ba dado la vuelta al mundo y monio.
sentó sus reales al norte del nuevo goza de la más elegante celebridad en Nuestra vida nos fuerza, desde la continente, una vez que se libro de la Norte América. Pero un capítulo no cuna hasta la sepultura, a perseguir magnífica empresa imperialista de Fe. es el libro; un solo capítulo me inte. esta inmundicia que las manos blan.
lipe II, con el desastre de la Invenci. resa destacar ahora, sumándolo a otros cas y medicatrices» de Jesús no qui.
ble Armada que, como dijo el Rey Ca. materiales modernos, siglo xx, para el sieron tocar. Nos hemos habituado a tólico a su propio Almirante, más bien ensayo de una doctrina del desinterés. una transustanciación más vulgar y debióse a los elementos conjurados y Se titula «El estiércol del diablo, y más profunda: la moneda se convierte no a la impericia de los hombres. habla claro está del dinero. El di. en pan y el pan en moneda, Al recha.
partir de entonces, mientras Inglate. nero es el estiércol del diablo.
zarla, al huir de ella, no huimos sólo rra saqueaba a España, Holanda ven. Ha de ser un poeta quien se atreva de la moneda vil, sino del sagrado cía a Portugal. Toda la historia mo a decorar hoy con todas las galas del pan, y nos aventuramos a no volverle derna, desde el Renacimiento, es un estilo idea tan triste como esta de que a ver santificando nuestra pobre mesa.
pausado, pero seguro decaer del po así como el pan, ya santo sobre la Rechazamos la vida poderosa y la derío marítimo ibérico, y un firme mesa del hogar, se transforma en el vida beata, porque la beatitud no y progresivo, desarrollo del poderío altar de la iglesia en el cuerpo inmor. puede albergarse en el alma del nece.
sajón.
tal de Cristo, así la moneda es signo. sitado. Si Jesús, hijo de Dios, no ne. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica