Repertorio Americano 133 INVITACION AL VIAJE Cornelio Hispano salió a fines de donde fueron creadas, bajo el mismo marzo pasado para Europa. Va como cielo y en el propio ambiente que las Consejero de la Legación de Colombia vió nacer; para respirar el aire libre y en España. Va a lacer una peregrinación embalsamado de las florestas legen.
espiritual, por tierras lejanas largadarias del mundo, que con las mon.
mente amadas al través de los libros, tañas, el mar y los ríos son más bellos de la historia y de la imaginación de y seductores que esas mismas obras un genuino poeta.
maestras.
Eu el hermoso artículo que publicaNavegar los mares, aquellos inefa.
mog, él traza el programa lírico de su bles mares de que nos habla la Neuviaje, y evoca las tierras que va a visi.
conoé del poeta: tar, en esa prosa vibrante y sugestiva que ha dado a Hispauo la vasta fama de La mer voluptuese ou escritor que tiene, prosa que se lee con chantaient les Sirénes; deleite y cnyo valor es unánimemente reconocido por cuantos aman las bellas los mares mediterráneos por donde Jetras y saben apreciar la elegancia de surco toda la civilización del mundo un estilo que como pocas veces luce en antiguo; mares de Oriente que eran este artículo admirable, saturado del para los griegos del siglo de Pericles: más ardiente sentimiento de la belleza.
azules, como los más lindos ojos de mujer; ondulantes, como sus crespas cabelleras; turbadores y peligrosos НА AY en ese libro acre y tan pro como las Sirenas que en ellos ocultan fundamente homano de Baude.
su fatal atractivo y su misterio. Mares laire, Les fleurs du mal, bajo el pom.
cuyos nombres son tan dulces al oído bre de Spleen et ideal, una poesía de los amantes de los antiguos autores: que recuerda el maravilloso Viaje a CORNELIO HISPANO el Egeo, el Mirto, el Jonio, el Sículo, Citeres de Watteau por su poder evo.
el Tirreno, por donde el ingenioso cador y el sortilegio con que parece Partir para saborear la sensación Ulises erró sin tregua; la mar sagrada adormecernos como en un sueño sin del viaje y sentirnos como ausentes de la Odisea que estelaron en otro fin: de nosotros mismos y rejuvenecidos, tiempo, en galeras y trirremes, los Mon enfant, ma soeur, lejos de la diaria rutina y de las cosas viejos poetas y los viejos sabios; ma.
tan sabidas que nos rodean. Para vi. res que oyeron las canciones de Homero songe a la douceur allez la bas vivre ensemble!
vir la verdadera vida y mejor sentirse y las sentencias de Solón, y en donde, a sí mismo: Es menester decía el en los primeros siglos del error cris.
Aimar a loisir, Emperador Marco Aurelio contem. tiano, cuando el reino de la Santa aimer et mourir plar el curso de los astros como si Naturaleza termipaba, Thamas, pa.
au pays qui te ressemble. nosotros fuéramos arrastrados en sus trón de un barco africano, oyó voces La splendeur orientale revoluciones. Es preciso pensar sin en las sombras que lo llamaban por tout y parlerait cesar en las transformaciones de los su nombre, y le decían: Cuando llea ame en secret elementos porque esas consideracio.
sa douce langue natale.
gares a las Islas Palodes, dirás: Pan, nes purifican las escorias de la vida el gran Pan, ha muerto. El mar que, terrepal.
al salir de Massilia, una tarde de También Tristáu Klingsor escribió: Los viajes, ampliando el horizonte, otoño, al caer la poche, inspiró a Ju.
Quisiera partir bacia islas florecidas, hacen más fácil esa labor de perspec les Tellier su más hermosa página de escuchando cantar el mar perverso, tiva y de conjunto. Pascal citaba humanista y saturnino.
en un viejo ritoio hechizador.
siempre la máxima de Buffon: RaQuisiera ver ojos sombríos de amor ssemblops des faits pour avoir des y pupilas brillantes de alegría idées. Sólo así podemos apreciar lo Recorrer, ob dulce viaje. las cos.
en pieles amarillas como naranjas.
pequeño que somos, lo precario de tas azules y las tierras de sol de Menuestra existencia, la mezquindad de diodía de Francia, iluminadas de ese Chateaubriand decía: las pasiones humanas que tanto nos ambiente ideal que admiramos en los hacen sufrir, la insignificancia de los paisajes de Claudio Lorena. La Pro. Je me rapelle que dans mon en. accidentes que nos abruman, lo pada venza, que es como una colonia de la fance je passais des heures entiéres a que representa en la vasta serie de las vieja Grecia; ver a Arléo y leer a Mis.
voir, avec je ne sais quel plaisir triste, edades y de las generaciones el balli. tral bajo los negros cipreses de Maivoltiger les hirondelles en autome: un cio contemporáneo. De ahí que los llade, a cuya sombra Paul Aréne, el sécret instinct me disait que je serais Padres de la Iglesia, como San Jeró. poeta captor de las cigarras, invitaba voyageur comme ces oiseaux. dimo, compararan la vida humana a a Anatole France si quería convertirse un viajero que se encamina hacia un en verdadero griego. Ver también el IY quién que ha tomado la vida por lugar determinado; de ahí también la Languedoc, que tanto debe asemejarse el lado poético, no ha sentido, en un tristeza de los viajes, porque todo lo al Valle caucano, con sus bosques, día de indecible nostalgia, ese anhelo que termina es triste, aun la peregri. sus cortijos y sus agrestes aldeas de de ver tierras lejanas, de surcar el nación apasionada por las más bellas Gallac y Andillac, Lentin, Teoulé y mar azul que a nuestro oído parece tierras de ensueño del mundo.
Cordes, y el castillo perigordiano del murmurar su eterna invitación al Viajar para admirar las obras maes. Cayla, donde vivieron, escribieron viaje!
tras del arte en los mismos sitios sus diarios y sus cartas, y murieron. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica