214. Repertorio Americano La estimación: extranjera el ejército se encontraron tan bien, cuanto las circunstancias tor de los hijos del Sol: es el que ha roto las cadenas con lo permitían.
que envolvio Pizarro el imperio de los Incas. La posteridad Sucre tuvo orden de hacer un reconocimiento de la fron representará a Sucre con un pie en el Pichincha y el otro en tera, como lo efectuó con el esmero que acostumbra, y dictó el Potosí, llevando en sus manos la cuna de Manco Cápac y aquellas providencias preparatorias que debían servirnos para contemplando las cadenas del Perú rotas por su espada.
realizar la próxima campaña.
Lima, 1825.
Cuando la traición del Callao y de Torre Tangle llamó los enemigos a Lima, el General Sucre recibió órdenes de contrarrestar el complicado sistema de maquinaciones perfidas que se extendió en todo el territorio contra la libertad del país, la gloria del Libertador, y el honor de los colombianos. El General Sucre cambatió con suceso a todos los adversarios En los números 17 y 18 del año II de la Reolsta de Escuelas Normales, órgano muy de la buena causa; escribió con sus manos resmas de papel adelantado de la Asociación Nacional del Propara impugnar a los enemigos del Perú y de la libertad; para fesorado Numerario, Guadalajara, España, nos hallamos con este aplauso, que se recoge para sostener a los buenos, para confortar a los que empezaban a estímulo de los más jóvenes, tan desalentados aratos.
desfallecer por los prestigios del error triunfante. El General Sucre escribía a sus amigos que más interes había tomado Memoria de Instrucción Pública, presentada al por la causa del Perú, que por una que le fuese propia o Congreso constitucional por GARCIA MONGE. San José perteneciese a su familia. Jamás había desplegado un celo de Costa Rica, 1924. En esta memoria se expone la tan infatigable; mas sus servicios no se vieron burlados: ellos labor realizada por García Monge, durante su lograron retener en la causa de la patria, a muchos que la paso por el de de Costa Rica. El ilustre ex habrían abandonado sin el empeño generoso de Sucre. Este ministro y actual director de la Escuela Normal de General tomó al mismo tiempo a su cargo la dirección de los Costa Rica puede. mostrarse orgulloso de lo que enpreparativos que produjeron el efecto maravilloso de llevar cierra este voluminoso libro. Aparte de la sección el ejército al Valle de Jauja por encima de los Andes, hela expositiva en que resume las muchas reformas reados y desiertos. El ejército recibió los auxilios necesarios de lizadas y las que quedan por hacer, nos ha interebidos, sin duda, tanto a los pueblos peruanos que los prestasado especialmente, por su carácter menos oficial, de ban, como al jefe que los había ordenado tan oportuna y dis gran valor pedagógico, los documentos varios, incluicretamente.
dos en los «Anexos, que constituyen un epistolario El General Sucre después de la acción de junin se consa vivo y eficaz, en el que no es el ministro, sino el gró de nuevo a la mejora y alivio del ejército. Los hospitales educador quien se dirige a sus subordinados, con pafueron provistos por él, y los piquetes que venían de alta al labras de alto sentido y espíritu que denotan la exejército, eran auxiliados por el mismo General: estos cuidados quisita personalidad del Sr. Garcia Monge.
dieron al ejército dos mil hombres, que quizá habrían pereQue sea ese Instituto el sitio amable para los cido en la miseria sin el esmero del que consagraba sus des jóvenes, en donde hallen palestra, diálogo, amistad, velos a tan piadoso servicio. Para el General Sucre todo sa en donde la alegría de la libertad, del amor al estucrificio por la humanidad y por la patria, parece glorioso. dio, a la belleza y al bien, sean normas de vida.
Ninguna atención bondadosa es indigna de su corazón: él es dice al Director del Instižuto de Alajuela.
el General del soldado. Un agradecimiento más por sus esfuerzos. Aplaudo mucho sus planes para hacer cada día la vida escoCuando el Libertador lo dejó encargado de conducir la lar más interesante y atrayente para el niño. Interécampaña durante el invierno que entraba, el General Sucre sese por las cocinas escolares y los campos agrícodesplegó todos los talentos superiores que lo han conducido a obtener la más brillante campaña de cuantas forman la gloria gusto. contesta a un Inspector.
las de su circuito, que yo le secundaré con mucho de los hijos del nuevo mundo. La marcha del ejército unido «Yo le invitaría a a que regalara ese león al desde la provincia de Cotabamba hasta Guamanga, es una Museo. Creamelo, esto me interesa mucho para ejemoperación insigne, comparable quizá a lo más grande que pre plo y estímulo de los demás, objeta Sr. García senta la historia militar. Nuestro ejército era inferior en mitad al enemigo, que poseía infinitas ventajas materiales sobre el Monge a quien pretendia que el Estado le adquiriese un león para el Museo Nacional, nuestro. Nosotros nos veíamos forzados a desfilar sobre risEl Sr. García. Monge ha obrado muy bien al pucos, gargantas, ríos, cumbres, abismos siempre en presencia blicar la Memoria que nos ocupa: constituye para el de un ejército enemigo, y siempre superior. Esta corta, pero una merecida satisfacción. Así los gobernantes que terrible campaña tiene un mérito todavía que no es bien conohan pasado por nuestro Ministerio de pudiesen cido en su ejecución: ella merece un César que la describa.
presentarnos labor educativa tan bien orientada, tan La batalla de Ayacucho es la cumbre de la gloria amerisentida y, sobre todo, tan delicada, íntima y amorosa, cana, y la obra del General Sucre. La disposición de ella ha como la del profesor costarricense!
sido perfecta, y su ejecución divina. Maniobras hábiles y prontas desbarataron en una hora a los vencedores de catorce MODESTO BARGALLÓ años, y a un enemigo perfectamente constituido y hábilmente mandado. Ayacucho es la desesperación de nuestros enemigos. Ayacucho, semejante a Waterloo, que decidió del destino de la Europa, ha fijado la suerte de las naciones americanas. Las generaciones venideras esperan la victoria de Ayacucho para bendecirla contemplarla sentada en el trono de la libertad, dictando a los americanos el ejercicio de sus derechos, y el sagrado imperio de la naturaleza.
El General Sucre es el padre de Ayacucho: es el reden Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica