288, 2704 Repertorio Americano das. Los dos caminantes se sientan en serpiente ha avanzado hasta donde se una descripción espléndida de la Nue.
las piedras redondas. En este mo. hallaban los viandantes, y se ha dete va España en los tiempos de la con.
mento, un león que ha salido de la nido replegada y encogida.
quista. La prosa del autor se desen.
selva y que vepſa por la llanura, se ha. tá? Qué amigos tiepes aquí? vuelve precisa, limpia, vivamente llegado hasta obra de cuatro varas de ha preguntado a su vez el blanco al coloreada.
los viandantes y se ha detenido sen. cobrizo.
Asistimos materialmente a una vida tado en sus posaderas. Los dos vian. Ay. Yo tenía muchos amigos y que no hemos vivido. Ante nuestros dantes, sin estremecerse, sin hacer el ya no los tengo ha dicho el interro. ojos se extiende un panorama de cam.
más ligero movimiento, han comen. gado. Mis amigos eran también un pos y ciudades que no conocíamos.
zado a hablar: labriego, un herrero, un alarife, un ¿Qué pensar de esta remota civiliza.
Viandante? ha preguntado uno. porteador de agua, un tejedor. ción? Cuál debe ser la actitud de nues. Viandante ha replicado el otro. Un lobo, con sus orejas enhiestas y tro espíritu ante este magno problenia a continuación le ha preguntado, puntiagudas, ha aparecido de pronto. de la historia? Españoles y americanos a su vez, al compañero. El lobo ha ido a colocarse silenciosa. tenemos nuestros antecesores en los. De esta tierra?
mente, al lado del león, del, tigre, del hombres que pacientemente, a lo largo No; de muy lejos. tú. caimán, del águila y de la serpiente. de los siglos, han labrado una civili Yo, de esta tierra.
Los dos viandantes continuaban de. zación. En las dos civilizaciones, quie.
El viajero de esta tierra era el de la partiendo con perfecta calma y placi. nes han laborado son los hombres hu.
faz morena, cobriza; el de muy lejos dez. Las fieras formaban en torno a mildes, pobres, que han preparado el era el del semblante blanco, soprosado. los dos un círculo de espectadores in. ambiente en que han podido crecer Apepas hablan cambiado estas cua. móviles y callados. Atentamente mi. y vo hubieran crecido de otro modotro palabras, cuando ha llegado, con raban todas a los dos pobres hombres. las maravillas del arte y las investiga.
su andar silencioso y elástico, un ti. has tenido que marcharte de ciones científicas. Son esos, y no otros. gre. El tigre se ha sentado al lado del tu país? ha preguntado el cobrizo al puestros verdaderos antecesores. haleón. Los dos viandantes ni siquiera blanco.
llamos en esos antecesores y no en had pestañeado. has tenido tú que dejar tu casa? Dadie más la comunidad espiritual. Qué hacías tá en tu tierra? ha ha preguntado a su vez, sin respon: que ha de unir a españoles y americapreguntado el cobrizo.
der a la pregunta que se le hacía, el nos.
El blanco ha replicado: viandante sonrosado. La historia de la humanidad no son En mi tierra yo era un pobre car. los dos han exhalado un profuodo los genios. Los genios no podrían sur.
pintero; tenía un modesto taller. De la suspiro. Las fieras les contemplaban gir sin los millones de obreros laborio.
mafiana a la noche, yo estaba traba. silenciosas. he aquí que en el hori. sos y tepaces. La humanidad espafiola y jando con las sierras, con los escoplos zonte, a la mano derecha, ha aparecido la humanidad americana bases de la con las limas, con las gubias. una muchedumbre que avanzaba. El civilización, millones de obreros han Cuando pronunciaba estas palabras viandante blanco ba mirado hacia esa surgido de iguales dolores a través de el viandante blanco y sonrosado, se ha parte, y se ha levantado de un salto. los siglos, han trabajado lo mismo, han visto llegar de los cielos profundos una Su faz ahora estaba pálida. En el ho. soportado las mismas intolerancias y magnífica águila real. El águila ha rizonte, también, a la mano izquierda, las mismas opresiones. Dejad que los llegado cerca del suelo, y plegando ha surgido una nultitud. El viandante dos grandes pueblos se den un abrazo sus anchas alas se ha parado junto al cobrizo ha escudriñado hacia esta efusivo pensando en sus antecesores león y al tigre.
parte, y de otro brinco se ha puesto humildes que sufrieron y trabajaron.
El viandante blanco ha preguntado asimismo en pie. Su faz estaba igual. Alfonso Reyes, en el epílogo, breve al cobrizo: mente demudada. Las dos muchedum y elevado, de su Visión de Anahuac. tú qué haces en esta tierra?
bres de la lejanía avanzaban. enton. llega a una conclusión de humanidad, El viandante cobrizo ha contestado: ces, los viandantes y el león, el tigre, de piedad y de iudependencia, Merece Yo era un pobre curtidor; ado. el caimán, el lobo, la serviente, todos plácemos nuestro amigo. merece baba toda clase de pieles, De la ma.
revueltos, todos precipitados, llenos aplausos sinceros también por la labor ñana a la noche, yo labraba las pieles de horror y espauto, han comenzado tan limpia y amorosa que realiza, dla suaves y las pieleg. recias, y las teñla a huir. El águila, prestamente, batía por día, de informar al público de su de los más bellos colores, y las ponía sus anchas alas en el azul, Patria del movimiento intelectual es.
primorosos realces.
pañol, Las aguas del río se han removido.
Hombres como Alfonso Reyes honEn las espadaftas y cafiaveras se ha Alfonso Reyes, el fico erudito ar. ran a su Patria nativa y a la tierra producido un ligero rumor, y ha aso.
tista y erudito. acaba de publicar un española.
mado por la verde espesura la cabeza libro singular. Se titula Visión de AZORIN de un caimán. El caimán ha salido del Anahuac (1519. El libro de Reyes es (A C Madrid. agua, y lentamente ha ido a colocarse al lado del león, del tigre y del águila. No tenías amigos en tu tierra? ha preguntado el viandante cobrizo. Si pesca un dolor Ay. ha suspirado el otro via.
de cabeza tome jero. Yo tenía muchos amigos; pero ya no los tengo. Mis amigos eran un labriego, un tejedor, up herrero, un Obleas Cefálicas albafiil, un talabartero. Sin que los interlocutores lo vieran, ha ido aproximávdose a ellos ana re.
cia, rotunda y luenga serpiepte. Bri.
Tienen cafeína Ilaba, rebrillaba su piel lucidora. La.
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