Repertorio Americano 121 ΕΙ pensamiento de Guerra Junqueiro (De El Sol, Madrid. no siempre se sabe como juzga a sus. pro pias criaturas. Qué no se ha dicho, por LGUNOS han querido ver una contradicejemplo, de la actitud de Cervantes con ción entre la muerte de Guerra JunDon Quijote. Lo concibió para burlarse de queiro, dejando tácitamente intervenir a la él, como sus personajes episódicos, o para Iglesia en su sepelio, si bien sin entregarle ofrecérselo al mundo como arquetipo de expresamente su voluntad y la obra de toda ejemplaridad humana. qué pensaba Shasu vida. Pero es raro que la conciencia de kespeare de sus caracteres. No es fácil, un hombre de su envergadura se escinda ciertamente, averiguarlo; pero tampoco im como una amiba en cada nueva generación.
posible. No hay obra de arte de alguna emi Tales disgregamientos del ser originario ocunencia que no pueda reducirse a un tratado rren sólo en organismos y caracteres inferio.
de moral, ya consuetudinaria, ya fuera de lo res. En las naturalezas elevadas la esencia común. Pues que, no es empeño más arduo del individuo es siempre igual a sí misma, descubrir las intenciones éticas de Dios, y no aunque varíen sus formas y accidentes, como estamos viendo al hombre, desde que existe, en el camaleón. aun en los hombres más afanado en crear religión tras religión, para contradictorios persiste lu iogénita identiexplicarlas y rendirles su acatamiento?
dad, que es cierta flaqueza de la mente para Pero otras veces el artista nos ahorra advertir el tejer y destejer de sus obras y este intrincado trabajo y nos deja, bien pre pensamientos; son Penélopes sin saberlo; se ciso, el pensamiento fundamental de su contradicen porque lo natural es que no se.
creación. De ese linaje era Guerra Junqueiro.
pan panca lo que dicen.
Se podrá disentir de ou filosofía o no valo.
Pero, por regla general, las contradicrarla en tanto como su obra poética; pero ciones hamadas no pasan de las apariencias; no decir que sólo se sirvió de su cerebro hay una raíz constante, una unidad indesGuerra Junqueiro para embriagarse en el desordenado tumulto tructible, salvo en la muerte, de la concien.
de las emociones, emitiendo imágenes e cia. Eso acontece con Guerra Junqueiro. Su estética está ya en invectivas con la inisma inconsciente naturalidad conque el ave sus primeros versos de adolescencia, en su Baulismo de amor, trina y la flor irradia perfumes y colores. Si fue primero hombre escrito a los diez y siete años. He dicho su estética? He querido de sentimiento, no dejó después de abordarlo y decantarlo en la decir: su metafísica, expresada en formas de arte. Todo es uno y meditación. La idea, como ya queda indicado, está latente en el lo mismo.
desde sus mismos comienzos; pero no se concreta y define hasta Son pocos los artistas que consiguen hacerse una metafísica, 1892, al concebir Los simples, doblados ya los cuarenta años ya original, ya tomada de otros y adaptada a su específica natura había nacido en 1850. En la enota final que pone a ese libro, leza. Lo frecuente es que la emoción artística no se transmute emi mejor libro. según reza la dedicatoria, se lee esta confesión: nunca en pensamiento, en una concepción intelectual del mundo Llegado precozmente, por el sufrimiento, al ocaso de la vida, y de la vida. Casi siempre el artista se queda en una nebulosa del atraveeé, años ha, un período agudo, bien doloroso y triste, más sentimiento, y si canta es, como el pájaro, por un impulso más al mismo tiempo saludable. Ante la muerte próxima, en una biológico que reflexivo. Es entonces lo que Schiller llamaba poe. ansiedad ineparrable, me sentí electrizado, como por encanto, de sía ingenua, no por eso menos deliciosa, sino acaso todo lo con súbitas energías. El problema del más allá (como ahora se dice)
trario. No basta, sin embargo, tener una filosofía bien metodi. imponíase, dilacerante y devorador, a mi naturaleza inquieta de zada para crear arte; rara vez, partiendo de la idea, se alcanza la religioso y metafísico. Pero el problema de la muerte es, en el belleza artística, y cuando eso acontece, el hombre que logra ta. fondo, el problema de la vida. Estudié, pensé, medité. Lei con maña fortuna es casi unico y se llama Platón. Abundan los fi16 avidez millares de páginas. Días, poches, semanas, meses, revolví sofos empefiados en vestir de diversas formas artísticas sus ideas; en el cerebro abrasado todos los enigmas, torturante. Pedí a la pero casi siempre sus obras no son ni arte ni filosofía, pobres de historia natural (única historia verdadera) el secreto intimo de las vida y de pensamiento. El verdadero artista arranca, con su io. cosas. Pregunté a la razón, oi la conciencia. Me di un balance de tuición, del mundo inexplicado de la naturaleza y de la concien mí mismo. conseguí, al cabo, lo que deseaba: tener de la vida, cia, y lo corriente es que permanezca ante el en una actitud de tener del universo una idea metódica y definitiva. Cuál? No es éxtasis o pasmo, sin pretender penetrar en el misterio para defi. este el momento de decirlo ni eso interesa seguramente. nirlo y juzgarlo. Sólo alguno que otro se esfuerza por remontarse Sufre esa crisis a que hacen alusión las palabras precedentes de la vida a la idea, elaborando un concepto de su arte y some a su vuelta de las Azores, en una de cuyas islas fué secretario ge.
tiendo la emoción a un orden intelectual. Cuando ese afán se rea neral del Gobierno civil por el favor de algunos amigos políticos, liza, hay una conjunción de la filosofía y el arte aunque el pen Begtia declara el mismo Guerra Junqueiro en su terrible artículo samiento esté sólo implícito en la obra artística y no registrado La ejecución de una cuadrilla, publicado en 1910. Regresó muy separadamente. Entonces la creación de arte es a la vez una ma enfermo de las Azores, lo que le impidió asistir apenas al Parlanera de interpretar el universo y la existencia, es decir, en sus mento; fué elegido diputado en 1878. En el mismo artículo escriaplicaciones una doctrina moral. Toda obra de arte, consciente o be, refiriéndose a su actitud política de entonces. Yo era monár.
inconscientemente, lleva en sí una ética, y decir, por lo tanto, de quico, no por ideal, no por sentimiento, sino porque una forma una producción artística que es moralista, es cometer no menor de gobierno más elevada y democrática no se ajustaba a las cir.
redundante inepcia que decir del día que es luminoso, y de la cunstancias del país. Yo creía que dentro de la monarquia de noche que es oscura, y líquido el mar, y fluido el aire, y eminente Luis se podía intentar aún una obra fecunda de resurgimiento, la montaña, y limitada la inteligencia del hombre.
dedicándose a ella un grupo de hombres de volontad, fuertes por La mayoría de las veces esta doctrina moral eg tácita y está la inteligencia y por el carácter; yo veía en Oliveira Martins el profundamente recóndita en la obra del creador, al panto de que jefe perfecto, el hombre de Estado superior, La ilasión fué doble. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica