Civil War

378 Repertorio. Americano Qué les parece a vuesas mercedes, se lo mismo que los demás, con los ojos de la seremos fuertes ni ricos. Lo repito, nuestra fiores dijo el barbero de lo que afirman cara, era el yelmo de Mambrino, pues le patria no tendrá agricultura, di industria, ni estos gentiles hombres, pues aun porfían que hacía oficio de semejante yelino.
comercio, di habrá aquí caminos que lleven ésta no es bacha sino yelmo? quien lo con.
a parte adonde merezca irse mientras no trario dijere dijo don Quijote le haré yo Es el valor de más quilates, el que afron descubramos nuestro cristianismo, el quijoconocer que miente si fuere caballero, y si ta no daño del cuerpo, ni mengua de la tesco. No tendremos vida exterior poderosa escudero que remiente mil veces.
fortuna ni menoscabo de la honra, sido el espléndida y gloriosa y fuerte mientras Así, así, mi se for don Quijote, así; es que le tome a uno por loco o por sandio. no encendamos en el corazón de nuestro el valor descarado de afirmar en voz alta Este valor es el que necesitamos en Es pueblo el fuego de las eternas inquietudes.
y a la vista de todos y de defender con la paña, y cuya falta nos tiene perlesiada el No se puede ser rico viviendo de mentira, propia vida la afirmación, lo que crea las alma. Por falta de él no somos fuertes ni y la mentira es el pan nuestro de cada día verdades todas, Las cosas son tanto más ricos ni cultos; por falta de él no hay cana para nuestro espíritu, verdaderas cuanto más creídas, y no es la les de riego di pantanos, ni buenas cose ¿No oís a ese burro grave, que abre la inteligencia, sino la voluntad, la que las chas; por falta de él no llueve más sobre boca y dice: djeso no puede decirse aquí!
impone.
nuestros secos campos, resquebrajados de ¿No ois hablar de paz, de una paz más morBien hubo de verlo el pobre barbero de sed, o cae a chaparrones el agua, arrastran. tal que la muerte misma, a todos los mise.
quien la bacía fue cuando aun po era yelmo. do el mantillo y arrasando a las veces las rables que viven presos de la mentira? No Primero fué Sancho, cuando Don Quijote viviendas.
os dice nada ese terrible artículo, padrón dijo juro por la orden de la caballeria que de ignominia para nuestro paeblo, que fi.
profesor que este yelmo fué el mismo que yo Que también esto parece paradoja? Id gura en los reglamentos de casi todas las le qete, sin haber añadido en él ni quitado por esos campos y proposed a un labrador sociedades de recreo de España y que dice: cosa alguna, quien agregó en tímido apoyo una mejora de cultivo o la introducción de «se prohibe discusiones políticas y relide su amo: En eso no hay duda, porque una nueva planta o una novedad agrícola, giosas. desde que mi señor le ganó hasta ahora no, y os dirá: Eso no pinta aquís, Lo habéis ¡Paz! ipaz! paz! Croan coro todas las ha hecho con el más de una batalla, cuando probado. preguntaréis, y se limitará a re. rapas y renacuajos todos de nuestro charco.
libro a los sin ventura encadenados; y sino petiros. Eso no pinta aquír. no sabe si iPaz! ipaz! ipaz! Sí, sea, pero sobre el fuera por este baciyelmo, no lo pasara enton pinta o no pinta, porque no lo ha probado, triunfo de la sinceridad, sobre la derrota de ces muy bien, porque hubo azas de pedra. ni lo ensayará nunca. Lo probaría estando la mentira. Paz, que no una paz de compro.
das en aquel trance.
seguro de antemano del buen éxito, pero miso, po un miserable convenio como el que 6: Baciyelmo. Baciyelmo, Sancho? No he. ante la perspectiva de un fracaso y tras él negocian los políticos, sino paz de compren mos de ofenderte creyendo que esto de lla la burla y la chacota de sus vecinos, tal vez sión. Paz, sí, pero después que los cuadrimarle baciyelmo fué una de tus socarrone. el que le tengan por loco o por iluso o por lleros reconozcan a Don Quijote su derecho rías, bo. es la marcha de tu fe. No podías mentecato, ante esto arredra y no ensaya.
de afirmar que la bacía es yelmo; más aún, pasar de lo que tus ojos te enseñaban, mog luego se sorprende del triunfo de los va después que los cuadrilleros confiesen y afir.
trándote como bacía la prenda de la disputa, lientes, de los que arrostran motajos. de men que en manos de Don Quijote es gelmo a lo que la fe en tu amo te enseñaba, mos. los que se sacuden del instinto rebafiego. la bacía. esos desdichados que dicen «ipaz!
ipaz! se atreven a tomar en labios el nombre del baciyelmo. En esto sois muchos los Sí, todo nuestro mal es la cobardía mo de Cristo. olvidan que el Cristo dijo que Sanchos, y babéis iuventado lo de que en ral, la falta de arranque para afirmar cada él no venía a traer la paz, sino la guerra, y el medio está la virtud. No, amigo Sancho, uno su verdad, su fe, y defenderla. La men. que por él estarían divididos los de cada no; no hay baciyelmos que valgan. Es yeltira envuelve y agarrota las almas de esta casa, los padres contra los hijos, los hermamo o es bacía segun quien de él se sirva, o casta de borregos modorros, estúpidos por nog contra los hermanos. por él, por el mejor dicho, es bacía y es gelmo a la vez, opilación de sensatez.
Cristo, para establecer su reinado, el reinado porque hace a los dos trances. Sin quitarle Se proclama que hay principios indiscu. social de Jesús que es todo lo contrario de ni añadirle pada puede y debe ser yelmo y tibles y cuando se trata de ponerlos en tela lo que llaman los jesuitas el reinado social bacía, todo él yelmo y toda ella bacía; pero de juicio, no falta quien ponga el grito en de Jesucristo, el reinado de la sinceridad lo que no puede di debe ser, por mucho el cielo. Estoy harto de oir llamar inoportu y de la verdad y del amor y de la paz yer.
que se le quite o se le añada, es baciyelmo. nas a las cosas más oportunas, a todo lo que daderas; para establecer el reinado de Jesús Qué. Os extraña la general pendencia corta la digestión de los hartos y enfurece a. tiene que haber guerra.
por si era la bacía bacía o si era yelmo? Otras los tontos. Qué se teme? Que se trabe penmas entreveradas y más furiosas se han ar dencia y se encienda la guerra de nuevo No, ellos mismos bog han enseñado la mado en el mundo por otras bacías, y po de civil. Mejor que mejor! Es lo que necesi fórmula: no caben befandog contubernios Mambrido. Por si el pan es pan y el vino tainos.
entre los hijos de la luz y los de las tinie vino, y por cosas parecidas. En torno a Ca Sí, es lo que necesitamos: una nueva blas. ellos, los cobardes servidores de balleros de la fe se arredilan carneros hu guerra civil. Es menester afirmar que son y la mentira, son los hijos de las tinieblas, manos, y por llevarles el humor o por cual.
deben ser yelmos las bacías y que se arme y nosotros, los fieles de Don Quijote, somos quier otra cosa sostienen que la bacía es sobre ello pendencia como la que se armo los hijos de la luz.
yelmo, como aquellos dicen, y se vienen a en la veata. Una nueva guerra civil, con volviendo a la historia, vemos que las manos por sostenerlo, y es lo fuerte del upas o con otras armas. No oís a esos deg. se sosegaron todos, pero uno de los cua caso que los más de cuantos pelean, soste graciados de corazón epgurruñido y seco, drilleros empezó a examinar a Don Quiniendo que es yelmo, tienen para sí que es que dicen y repiten que estas o las otras jote, contra quien lleraba mandamiento de bacía.
disputas a bada práctico conducen. Qué prisión por haber libertado a los galeotes, y entienden por prácticı esas pobres gentes? asible del cuello y pidió ayuda a la Santa En pocas aventuras de nos aparece Don ¿No oís a los que repiten que hay discusio Hermandad, pero revolvióse el Caballero Quijote más grande que en ésta en que im. des que deben evitarse?
contra él y por poco lo ahoga. Separáronlos, pone su fe a los que se burlan de ella, y los No faltan menguados que nos estén can pero los cuadrilleros pedían su presa, aquel lleva a defenderla a puñetazos y a coces y a tando de continuo el estribillo de que deben robador y salteador de sendas y de carreras.
sufrir por ella.
dejarse a un lado las cuestiones religiosas; Relase de oir estas razones Don Quijote, a qué se debió ello? No a otra cosa que lo primero es hacerse fuertes y ricos. reíase y hacía bien en reirse, él, de quien que a su valor de afirmar delante de todos los muy mandrias no ven que por no re jos otros se reían; reíase con risa heroica y que aquella bacia, que como tal la veía él, solver nuestro íntimo negocio, no somos ni caballeresca, no burlona, y con mucho 80 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica