Repertorio Americano 207 ¡No sé cuándo. no sé.
Para el Lic. CLAUDIO GONZÁLEE ROCAVADO.
No sé cuándo. no sé.
Diog bès6 mi frente, con beso tan ardiente que en llamas yo quedé. desde entonces siento que mi alma, en pensamiento, por todos los caminos busca a Dios!
Lo busca y siempre lo halla, porque Dios, aunque calla, palpita en toda cosa. en el lirio y la rosa. jen todos los arcanos. y siempre dice. Hermanos, por la misericordia de todos los caminos, buscad alas y trinos, ised divinos!
y sed como un espejo de mi luz, como un reflejo de mi amor y mi bondadio Centenario de Valera MADE ADRID no ha celebrado ayer (1) el centenario de Juan Valera. Las fiestas académicas están reserva.
das para los primeros días de diciembre. Sólo Cabra, la bella ciudad andaluza en que nació el autor de Pepita Jiménez y el modelo o trasunto de la propia Pepita Jiménez, que no se llamó así en vida, pero se asemejó mucho a la heroína novelesca ha conmemorado a su tiempo el nacimiento del gran escritor espafiol del siglo XIX. Si la dilación en el cumplimiento de este piadoso deber obedece al deseo de dar mayor realce a los actos de homenaje, nada tendremos que decir, aunque habría sido mejor prepararlos con tiempo.
Merece Juan Valera algo más que unas ceremonias oficiales de puro compromiso. En estas mismas columnas de El Sol, plumas ilustres se han adelantado a trazar la silueta de Juan Valera, en la lejanía del tiempo trans.
currido desde la fecha de su muerte. Encuadrada entre la pléyade de escritores de la segunda mitad de su siglo, la figura de Valera adquiere mayor prestancia a medida que nos alejamos de su época, y sus obras resisten la injuria del tiempo como si fueran hechas de un material más firme que el de casi todas las de sus contemporáneos.
Pero no se trata de hacer un nuevo juicio y una revisión del valor literario de don Juan Valera en la sociedad de Bu tiempo, sino solamente de estimular a cuantos tienen el culto de las letras y saben lo que ellas significan en la historia de un pueblo para que ayuden a hacer del cente.
nario de Valera una conmemoración decorosa.
El autor de las Cartas americanas tuvo durante largos afios clara visión de lo que representa la lengua castellana en el porvenir de nuestra patria y en el de las repúblicas a que dio vida. Siguió cuidadosamente la cró.
nica de la producción literaria del otro lado del Atlántico, en algunas repúblicas incipiente, en otras, ya granada y aun con frutos maduros. Todos recuerdan el acierto con que Valera supo estimar la aparición del primer libro de Rubén Darío. si la esplendidez y lozana juventud de este poeta era tal que no entrafia gran mérito haberla sabido apreciar, otras de menor brillo y de más difícil estimación fueron juzgadas por Valera con perfecta clarividencia. La nota que a muchos pareció mordaz, y que siendo producto natural de su temperamento y de su cul.
tura clásica tantos, puntos de contacto tiene con el steve escepticismo de Anatolio France, hace creer más de una vez en el alejamiento espiritual del crítico respecto de su obra criticada. Pero en Valera la preocupación del arte literario espafiol en América nació y se mantuvo siempre a la altura que exigía la importancia de esta misión in formadora. Sus Cartas hicieron pensar a muchos espafioles que con el tiempo América descubriría nuevos continentes para la lengua castellana. Recordarán ahora estas repúblicas lo que para 81 iniciación literaria fué Juan Valera? Ha habido interés en hacerlo recordar? Seguramente esta habrá sido una de las razones que aconsejaron el aplazamiento de la fiesta conmemorativa. De todos modos, aún queda tiempo, así como para rendir, aparte del homenaje oficial, otro menos solemne, pero más efusivo, de los literatos espa.
fioles que tanto aman la memoria del autor de Pepita Jiménez. El Sol. Madria. desde entonces pienso que Dios es Santidad, y Justicia y Fulgor, y Numen y Esperanza y Consuelo y Amor! SALAS PÉREZ San Ramón, Costa Rica, 1924 Revue de Amerique Latine APARECE EN 10 DE CADA MES Publica estudios de escritores, sabios y políticos franceses, hispano americanos y brasileños sobre la América Latina y sus relaciones con Francia.
Dará a conocer, en selectas traducciones, novelas, cuentos y ensayos de autores hispano americanos y brasileños.
Sus crónicas, numerosas y de variada índole, resumen la vida intelectual, artística, económica y social del Continente latino.
PRINCIPALES COLABORADORES Condesa de Noailles, Rachilde, Gérard Houville, Emile Boutroux, Paul Bourget y Henri de Régnier, de la Academia Fraucesa; Magalhaes Azevedo, Luis Guimaraes y Graça Arana, de la Academia Brasileña; Marius André; Antoide, Paul Appell, Jacques Bainville, Louis Bertrand, Angel de Estrada, Claude Farrére, Francisco García Calderón, de Homen Christo, Leopoldo Lugones, Camile Mauclair, Charles Maurras, Alfonso Reyes, Carlos Reyles, Rosny Ainé, etc.
SUSCRIPCIONES En Francia: un año 35 francos; seismeses, 20 francos.
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REDACCIÓN ADMINISTRACIÓN 2, Rue Scribe. PARÍS. 1) 18 de octubre de 1924. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica