70 264 Repertorio Americano Página lírica de Juana de Ibarbourou CENIZAS y a lo que dice el agua que golpea con sus dedos menudos en los vidrios.
Se ha apagado el fuego. Queda sólo un blando montón de cenizas, donde estuvo ondulando la llama.
Ahí tienes, amigo, hecho porción quieta de polvo liviano, a aquel pino inmenso que nos dio su soinbra fresca y movediza, durapte el verano.
Todo mi corazón se vuelve oídos para escuchar a la hechizada hermana, que ha dormido en el cielo, que ha visto al sol de cerca, y baja ahora elástica y alegre de la mano del viento, igual que una viajera que torna de un país de maravilla.
Tan alto, tan alto, que pasaba el techo de la casa mia.
Si hubiera podido guardarlo en dobleces, ni en el arca grande del desván, cabría.
iCómo estará de alegre el trigo ondeante!
iCon qué avidez se esponjará la hierba. Cuántos diamantes colgarán ahora del ramaje profundo de los pinos! del pino inmenso ya ves lo que queda.
Yo, que soy tan pequeña y delgada, iqué montón tan chiquito de polvo seré cuando muera!
OLOR FRUTAL Espera, no te duermas. Escuchemos el ritmo de la lluvia.
Apoya entre mis senos tu frente taciturna.
Yо tiré el latir de tus dos sienes palpitantes y tibias, tal cual si fueran dos martillos vivos que golpearan mi carne.
Con membrilos maduros perfumo los armarios.
Tiene toda mi ropa, un aroma frutal que da a mi cuerpo un constante sabor a primavera.
Espera, no te duermas. Esta noche somos los dos un muodo, aislado por el viento y por la lluvia entre la cuenca tibia de una alcoba.
Cuando de los estantes pulidos y profundos saco un brazado blanco de ropa intima, por el cuarto se esparce un ambiente de huerto.
Espera, no te duermas. Esta noche somos acaso la raíz suprema, de donde debe germinar mañana, el tronco bello de una raza nueva.
MELANCOLIA IParece que tuviera en mis armarios preso al verano!
Ese perfume es mío. Besarás mil mujeres jóvenes y amorosas, mas pinguna, te dará esta impresión de amor agreste que yo te doy.
Soy tal como una brizna en las manos del viento.
El viento está enojado y me tira el cabello. la lluvia me dice: Amiga. quieres cuentas? pródiga me cubre de gotas cristalinas.
Por eso, en mis armarios guardo frutas maduras y entre los pliegues de la ropa intima escondo, con manojos secos de vetiver, membrillos redondos y pintones.
Me paseo despacio con fruición de golosa. través de los vidrios me contempla la gente y asombrada murmura. Está loca? iPasearse sin paraguas, lo mismo que una rana a la lluvia!
Mi piel está impregoada de esa fragancia viva.
Besarás mil mujeres, mas ninguna, te dará esta impresión de arroyo y selva que yo te doy. mis ojos cubistas ven la gente cuadrada a fuerza de sensata, y con pena murmuro. IQuién pudiera ser pifio y sentarse en la calle sin angustias ni trabas, a jugar con el lodo!
NOCHE DE LLUVIA SOL FUERTE Llueve. Espera, no duermgs.
Estate atento a lo que dice el viento Desprende una tristeza aherrojabte y extrafia ese lento desfile de entoldadas carretas. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica