Tomo EREPERTORIO AMERICANO Núm. 22 bis SAN JOSÉ, COSTA RICA. 1924 LUNES 25 DE FEBRERO SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Un gran escritor de cuadros de costumbres, costarricense Manuel Jesús Jiménez. ANUEL Jesús Jiménez es poco co.
nocido. a pesar de ello, qué valiosa es su obra literaria! Con qué pureza de forma y sencillez en los procedimientos, y con qué poder evocativo reconstruye los tiempos coloniales de su patria; y tiempos más modernos, desde los primeros de vida independiente hasta los contemporáncos, como quedan reflejados, como en un claro espejo, en sus admirables cuadros de costumbres. Bienhadado momento aquel en que la Comisión Commemorativa de Costa Rica en el siglo xix lo eligió como colaborador; atinada elección la de que presentara la vida social costarricense. Jiménez en nada es excedido como escritor de cuadros de costumbres, ni por Ricardo Palma, ni por José Milla, ni por Emiro Kastos. Respondiendo a las exigencias de la crítica que pedía los escritores americanos que no bebieran en fuentes bibliográficas europeas, que dejasen de ser exóticos en sus asuntos, que hiciesen, en fin, literatura americana, muchos han tratado de desvincularse de los lazos artísticos que nos unes al Viejo Mundo, de desechar los moldes que insistentemente ofrecen los grandes maestros su imaginación creadora, y por donde fluge ésta por hábito in veterado.
Pero casi todos tropezaron con el mismo obstáculo. Casi todos trataron de hacer literatura nacional a copia del mismo recurso de emplear con abundancia un léxico lleno de provincialismos. Hacían la reconstrucción anhelada del medio patrio a base de descripciones de ciudades, de trajes y de costumbres en que campeaba el vocabulario criollo. Era una reconstrucción simplemente formal. Pero el alma de las jóvenes patrias hispano americanas, esa extraila alma tan vieja y tan joven, tan reclamada por su pasado euro.
peo, tan llena de las solicitaciones de sus componentes indígenas, tan transformada por su exuberante y extraordinario medio tropical, quedaba muda. Por eso reconoceabuelos coloniales, lleno de candida sencillez, de temperancia, de moderación, de bombría de bien y de fe cristiana. Dase uno cuenta, al leer sus trabajos, de a qué pura génesis debe Costa Rica las virtudes cívicas que todos reconocemos en ella. Por sus cuadros pasan gobernantes pa.
triarcales, a los que la ley parece conducir como atados por un hilo liviano, nunca roto: gobernantes a los que era preciso procesar para que no abando.
masen el poder, huyendo de su terrible responsabilidad y ausiosos de refugiarse en tranquilos hogares, que. en vez de dar los tumbos modernos, en los peligrosos altibajos de nuestra sociedad contemporánea, parecen ir por una ancha y plana carretera, como iban los carros de aquel entonces, tirados por bueyes, lentos, tranquilos, sin desvíos, pero seguros, en una labor incansable. Por sus cuadros pasan gobernantes respetuosos para el pueblo que los había elegido, jefes de hogares apacibles y felices. En esas sólidas viviendas coloniales, amplias, bajas y feas, en que la necesidad de abrigo era satisfecha con elemental sencillez, trascurre la existencia de DON MANUEL JIMÉNEZ, los costarricenses del tiempo rememotal como era en 1891 rado por Jiménez. Complejas necesidades modernas no los solicitan; techo, Nació en Cartago en 1854 abrigo y los sólidos alimentos lugareMurió en Alajuela el 25 de febrero de 1916 ños son fácilmente obtenidos por un tranquilo esfuerzo; ambiciosas miras (Foto. a. Emite, Parfs. que hoy afiligen a sus nietos los dejan en paz: ni la sed del poder, ni el de.
mos como la primera cualidad de Manuel mopio del arte, ni el ajetreo del comercio Jesús Jiménez la mesura con que emplea el internacional, ni la fatiga de estudios gas.
término netamente nacional sólo cuando no tan sus cuerpos y sus aliuas. Descansar puede evadirse de él porque le proporciona en Dios en sus aflicciones; las leyes de los el delicado matiz insustituible. la evoca hombres regulan sus actos sociales. El agui.
ción del nuevo escenario de su joven patria, jón de la codicia de bienes terrenales los del vestuario pintoresco de sus personajes, hiere; pero unicamente lo necesario para renovado por los distintos tiempos, compo que en el camino sin tropiezos de aquellos Dentes ambos de más trascendencia, lleva tiempos felices, continue la vida provincial igual discreción. En cambio, con qué lim. en su lento avance y no pare del todo. Otro pieza y bondad de procedimiento hace re de los grandes estímulos humanos, la necesurgir aquel poble espírita castellano de los sidad de perpetuarse, también tiene cauge Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica