Democracy

Repertorio Americano 2411L 331 el espíritu de Juvenal y de Marco Au. para constituir un centro de la juven. ciones nos dejó satisfechos en lo relarelio, por boca del Viejo Vizcacha. tud a fin de reubir fondos y mandar tivo a nuestra misión, enarboló en alto Diríase que en esa media hora la auxilios a las autoridades de nuestra el libro que tenía en la mano, y nos generación a que pertenecíamos los provincia, en la que escaseaban los preguntó: jóvenes allí presentes, y las sucesivas, medios más necesarios para combatir. Hap leído Vds, este libro? Es la incluyendo las actuales, habían sido el flagelo. Yo fuí nombrado presidente Democracia triuofapte, de Andrew llamadas a una imprevista absolución del Centro, que alcanzó un relativo Carnegie. Es la historia de la vida ips. de posiciones ante un juez burlón, éxito; pudimos juntar en pocos días y titucional de los Estados Unidos y pero justiciero, que nos procesaba y girar una buena suma de dinero, pri contiene la más elocuente apoteosis condenaba a la pena de reconocer que mera cooperación que se recibió de del gobierno de la libertad.
colectivamente merecíamos la cruel. fuera.
Avergonzado por. 00 Conocer tina dad de sus invectivas.
Pero hacían falta otros elementos, obra que en ese tiempo tuvo grati re Ustedes. nos decía son refina que no estaban a nuestro alcance, y percusión, le contesté la verdad. Son.
dos; toman las masas con las puntas fuimos a solicitarlos de la Comisión riendo benévolamente, nos dijo: de los dedos o con tenacitas y beben Nacional de Auxilios, cuyo presidente. Ya lo sabía. Los jóvenes de abora el champagne por gorgoritos; además era el general Sarmiento se había es. no leen libros serios. Qué han leído Bon delicados de estómago; no pueden trepado en sus funciones con una de Vds. fuera de la literatura corriente?
comer a hora que son las doce de la esas inspiraciones certeras, que resol para esperar nuestra respuesta se poche, porque todavía no han digerido vían upa situación, y a las que no puso sobre el oído la corneta auditiva.
la cena de las ocho; no pueden beber llegan por lo general los profesionales Yo contesté: más que una copita de vido sin ma. del criterio positivo, que desdefian a Conflictos y armonias de las razas rearse; todos ustedes tienen cara y las inteligencias superiores, creyendo. de América. Además de Facundo, Re.
cuerpo de nerviosos; son blancos y las desprovistas de lo que llaman cllus cuerdos de Provincia, y el Libro de rosaditos como niñas; saben vestirse sentido práctico.
viajes, que han sido mis primeras lec.
bien y los más aptos componen lindos Cuando la epidemia arreció en Men. turas.
versos. Pero. cuántos de ustedes sa. doza, las autoridades sanitarias indi. El gran anciano sourib satisfecho.
ben apdar a caballo. Cuántos han caban la necesidad, en primer tér. para no aparecer que mi manifestacruzado cincuenta leguas del desierto? mino, de que los lazaretos y la pobla. ción era de pura galantería, me referí ¿Cuántos conocen siquiera la mitad del ción tuviesen medios para que sólo se otros libros de autores argentinos, y país. Cuántos han aprendido la geo. bebiese agua hervida. Se propuso en mi compañero, un buen estudiante de grafía argentina igual que la europea? viar de aquí algunos miles de pavas. Derecho, mencionó sus lecturas de ¿Cuántos saben historia nacional. Qué Sarmiento dijo: No sean pavos, lo de Derecho Público de Tiffaoi, Story, bap leído ustedes de Sarmiento?
que hay que hacer es usar los grandes Maschal y Adam Smith. aquí un magnífico examen de sus tachos desocupados de las bodegas Variando repentinamente el tema principales libros, clasificados a vuelo para hervir agua en gran cantidad y nos preguntó en qué partido político de águila. luego, en contraposición repartirla entre las clases pobres. Con militábamos. Le respoudimos que en a puestra vida artificial, a puestros si. esa resolución adelantó considerable. ninguno, porque no había más que baritismos intelectuales, nos presentó mente la campaña sanitaria.
restos de partidos desorganizados y el ejemplo de su existencia batida so. En Salta se necesitaban médicos, púcleos personalistas.
bre todos los yungues del trabajo, medicamentos, ropas alimentos. De pronto se irguió, y dejando el golpeada por todas las corrientes de la Fuimos, con otro miembro de la comi libro sobre el sillón se puso a pasear vida, asada como un buen matambre sión directiva de nuestro centro. por la galería con las manos cruzadas en fogones de campaña, dorada por el tratar el asunto con el presidente de la atrás, que accionaban nerviosamente sol desde el alba hasta el cenit; y Comisión Nacional.
al compás de su palabra.
agregó: Se bos hizo pagar hasta el segundo Describió el estado político del país Yo estoy siempre en el cepit; mi patio de la casa, donde había na en esa bora, haciendo una disección madurez es más joven que vuestra wo enorme pajarera, con una variedad de despiadada de cada uno de los homcedad. nos demostró la realidad de aves que revoloteaban sin cesar, y con bres públicos que en ese período diri.
tal afirmación confrontando nuestra sus cantos hacían uv ruido ipsoporta. glan fracciones de opinión. Recuerdo mínima labor de estudiantes con sus ble, para todo el que no fuese sordo sus juicios, pero me absteugo de men.
faenas de coloso.
como el dueño de casa. Este nos reci. cionarlos en esta oportunidad; algunos Extendiéndose sobre ese tema, y a bió con exquisita cortesía. Estaba eran contrarios a mis convicciones y modo de resumen, pos refirió la cono. sentado en un gran sillón de mimbre, afectos; pero otros, lapidarios y pro.
cida incidencia parlamentaria con el bajo una fresca galería, en traje de féticos, merecen incorporarse a la his.
Dr. Quintana, a quien comparó con el verano. Leia un libro.
toria.
vaso de agua limpia y clara asentado Atendió con toda deferencia pues. Omito lo que expresó en condenaen su pupitre, mientras él era como el tras įodicaciones y nos prometió faci ción de los viejos, pero recordaré en torrente de la montafia, y repitió más litar para Salta la mayor parte de los otro instante sus. reprensiones a los o menos la soberbia descripción de su auxilios que le solicitamos como ur. jóvenes.
vida accidentada y fecunda como los gentes. cumplió su palabra; poco No fueron de sátira, como las que ríos que pasan fertilizando la tierra. tiempo después salió para el porte la le oímos sio protesta cinco o seis años autes.
expedición sanitaria que presidió el Dr. Benjamín Araoz, más tarde gober. Esta vez no se mostró burlón, sino La última vez que lo vi fué la pri pador de Tucumán.
fulguraote. Hubiera parecido olímpico mera en que hablé con él directamente. Después que en breves manifesta. sio la sombra de áspera tristeza y de Entre 1886 y 1887, no recuerdo con misteriosa gravedad que irradiaba su exactitud la fecha, la epidemia del có.
figura como aureola de fanebre pre. lera hacía estragos en algunas provin. Doctor EDUARDO MONTEALEGRE sagio. Murió al año siguiente.
cias, principalmente en Salta.
Cirujano Dentista Americano Con este motivo los salteños resi. CASTELLANOS dentes en Buenos Aires nos reunimos Despacho: 24 avenida y calle scaras y Caritas. Buonos Airos. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica