202 Repertorio Americano Impresiones de arte palabras son como las del cambista a quien uno se dirige para un préstamo. Simplemente, esf, sf. o NO, NO. En la carrera loca tras as riquezas en este país, los más pobles instintos del hombre están achatados; todos los impulsos genero. Eo el Museo METROPOLITANO sos, sofocados. Los hombres son meras máquinas, trabajan ciega.
DE ARTE, de Nueva York, 1924. mente, sin ningún fin racional, Hay una vasta clase media que no está contenta con unos poV. Roma cos cientos de miles de dólares. La emulación la hace luchar por más y más, aunque pocos puedan gastar racionalmente la renta En estas otras salas, Roma recuerda su poderío y su de medio millón de dólares. Una guma mucho más pequefia bas gloria, desvanecidos bajo el peso de los siglos.
taría para todos los placeres sanos de cualquier hombre o mujer Dos cosas notables llaman desde el primer momento bien equilibrados.
la atención: un carro de bronce, etrusco, del siglo sexto Pero en el cielo hay ciertos buenos signos. Mayor número de antes de Cristo, bastante bien conservado. Fué encontrado hombres y mujeres ricos comienzan a dedicar sus fortunas a pro en Monteleone, y se dice que es el único en su clase, en pósitos nobles, a adquirir actividades vocacionales de carácter, lo tan buen estado conocido; y una representación, en bronce cual significa mejoramiento del mundo. también, de la diosa Cibeles, en su carrn tirado por dos leones, tal como está en la hermosa fuente de su nombre en Madrid, Otro bronce bello es el de una pantera, trabajo realRs el hombre de negocios norteamericano de discernimiento, mente notable por su paturalidad.
de visión y de ideales el que piensa de acuerdo con el último pá. Abundan, los bustos, mármoles o bronces, de perso.
rrafo de ese editorial. Comienza a tener conocimiento de la verdad najes célebres de la época: Agripa, general de Augusto; de que la Industria, aunque de importancia vital, es solamente dos jóvenes, miembros de la familia de Claudio, etc. Tam.
an factor en los negocios de la humanidad, y no el Alfa y Omega bién una bella Afrodita, copia de la famosa estatua griega.
de la existencia; que la moneda del reino es potencial más bien que Hay numerosas colecciones de vasos, algunos de los todopoderosa; que los pueblos son proporcionalmente grandes no cuales son verdaderas y delicadas obras de arte. Otra cosa en números, sino en lo que son y representan por las cosas que que llama la atención, es unas pinturas murales, obteni.
cuentan, y éstas no son solamente de la carne. Está entrando en das en las cercanías de Pompeya, y que demuestran un la conciencia del hombre que el espíritu se reputa en mucho en el adelanto bastante grande en este arte.
destino de un pueblo; que ela felicidad eterna en posesión do Toda la historia del imperio gigantesco que un día durar; que ya no es un sello de bonor ser da encarnación de grue fuera señor del mundo se evoca aquí ante estos despojos, aos di videndos, y que las cosas fundamentales que realmente im. si bien ricos para el arqueólogo y el artista, bien poca portan están fuera de la jurisdicción de la casa del banquero. cosa al pensar en la soberbia de quienes pretendieron su.
Vemos indicaciones crecientes de esto en el tipo elevado de hom. jetar el orbe entero con su espada. el contraste se pos bre de negocios que comienza a buscar fuera del mercado y de la presenta crudo y fuerte: oh, suave yugo de la Grecia jobolsa la satisfacciones que provienen sólo del yo interno; la con ven, que ata las mentes con el hilo sutil de la idea, tá cepción de que no es el dinero, sino dos pensamientos los que vives más en los corazones de los que sueñan que esta gobiernan el mundo. Roma sanguinaria y feroz. Oh, cuánta distancia del Es un grave error, muy generalizado, del hombre de negocios casco romano, que proteje la cabeza de quien sólo ama la norteamericano que no conozca otra cosa que el dólar: que sus in. fuerza, al casco glorioso de Atenea, la de los ojos claros. tereses comiencen y terminen con el día en el escritorio de la oficina; que cuando cesa de traficar y comerciar, su mente se cierra Cerca de estas salas clásicas, se encuentra la notable hasta el día siguiente. Unicamente necesitamos ver lo que el hom.
biblioteca del Museo, que contiene cerca de cuarenta y bre de negocios ha hecho por el estímulo de las artes en los Es.
cinco mil volúmenes y unas sesenta mil fotografías, y tados Unidos, para ver como tal relación contradice su idealismo para uso libre del público. Puede imaginarse el lector si y su deseo creciente de poner algo más en el mundo que los rascahay material para escribir sobre una visita a este templo cielos del negocio y los túneles bajo las calles. Son exploradores, del arte, con solo recordar estos detalles, así como el de en su mayor parte, estos nuevos hombres de negocios que se le.
las publicaciones y conferencias con que el Museo contri.
vantan. Ua método excepcional pronto se convierte en un método buye al mejor conocimiento, en todos los aspectos, de los aceptado; un lujo és apenas tenido como tal antes de que se con.
tesoros que posee.
vierta en una necesidad; así el hombre que aventura y desafía Al salir de esta sección greco romana, dos llama la pronto se convierte en el conductor de una compañía. Nada es tan ateución ver que, mientras las Niofas y Apolos sólo son poderoso como el ejemplo, y an ejemplo para lo bueno es tan po.
copias en yeso, bay an original en bronce, may valioso, deroso como un ejemplo para lo malo.
de un emperador romano, y cuya estatua, fijaos bieu, La senda del explorador pronto se convierte en el camino real hace juego con una de Washington que en el hall cen.
de un pueblo.
tral bay.
EDWARD Box Hubiéramos preferido los emperadores de yeso, y al divino Apolo en bronce, pero en fin, este es un detalle (Traducido para el Repertorio Americano de The World Work.
cualquiera.
Sotiombro, 1924. VI. La armeria. Ved ahora la armería. Pasamos de un salto, de la edad clásica a la heroica. En vez de centauros, los corceles airosos; en vez de ninfas, las damiselas hermosas de los caballeros apdantes, Los dioses se ban ido, y sólo queda de su paso el vago espíritu de la lucha, que hará al hidalgo abandonar su docidio, rumbo a Tierra Santa, o (1) Véase la entrega anterior. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica