BourgeoisieOmar Dengo

Repertorio Americano 155 Ex El Sermón del Monte loctuosamente en ces mi comentario fué la palabra de San Pablo. No tenePatria mos aquí ciudad permanentes, Nos habemus hic manentem civitatem. De La Noticia, Madagas. PALLAIS, Pbro.
Loon, Nicaragua, setiembre de 1984, una casa principal, de familia rica, de las católicas según la creencia de los hombres, servía como criado un pifio de 12 afios llamado Julián. Se llamaba Julián, como hubiera podido llamarse Tranquilino, Gervasio, Marcial, No a todos los niños les apdap escogiendo sus nombres. Su apellido, si lo tuvo, nadie pudo ni quiso doo OMAR DENGo.
Averiguarlo.
Era Julián huérfano de solemnidad, por los cuatro cuarteles de su escudo, con mayúscula, completamente Más blanco que los lirios y las nieves; más suave que huérfano, uno de aquellos que puestro señor llama parvu.
las nubes y la risa de los niños; más hondo que el lillos y mínimos, uno de aquellos que, loh sustitución!
alma; más bello y luminoso que todas las constelaciones, hicieron que saliese de los Divinos Labios la más silen.
surgió el más hermoso poema que hayan oído los hom.
bres: el Sermón del Monte.
ciosa palabra de la historia universal. todo lo que con uno de estos mínimos y parvalillos hiciereis, conmigo lo Aquella página de honda trascendencia y de lumínice habéis hechov. Sustituyendo, esto es, poniendo a Cristo blancara, brotaba de labios del Profeta, en palabras, en vez de Julián, la ecuación se resuelve, yo no digo suave y sencilla como flor del camino. era la más cómo.
grande y profunda doctrina que escuchaban los hombres, de Aquel que la practicaba, que la imponía con el ejemplo.
Julián se llamaba. Su nombre era su tesoro, lo único De aquel espíritu iniciado en todos los misterios divi.
que tenía. Su nombre no se había gastado, sin embargo.
pos, torturado por el dolor humano, casto y resplande.
De ser cierta una teoría de los ecos que leí no sé dónde, ciente en su poreza, como una fuente límpida y como una ya no me acuerdo cuando, en aquella casa de malos ricos, estrella. Era el Maestro de Amor, quien decía las bien.
to oído hiperfísico pudiera oir en las altas horas de la aventuranzas con lenta y dulce voz. Dijo también en la noche; ian! ian! ianl, porque en aquella casa, en la ma.
misma ocasión. Amad a vuestros enemigos; bendecid a fiana, al mediodía, en la tarde, en la noche, a todas horas, los que os maldicen; haced bien a los que os aborrecen y siempre, sólo se oía decir: IJuliánl iJuliáp! iJulián. El padre, la madre, el señorito que vuelve. del Instituto, le teo. eran sus palabras grandes ronas irisadas en la orad por los que os ultrajan y os persiguen. San Ma.
niña pelo cort que estaba semi inter colegio luz de su espíritu, que amó el dolor de todos los hombres de las monjas, el tenedor de libros, el chaufear, el admi.
pistrador, la costurera, y siempre en modo imperativo, y que consagró oa vida al más poble sentimiento: el perdón.
jamás en optativo y subjuntivo, todos en aquella casa Ebrio de bondad, mago de todos los arcanos, comgritaban: iJulián! Julián! Julián!
prendía, sentía la múltiple gestación del alma bomapa. para qué le llamaban? Pues para que hiciera todo lo Sereno, con la serenidad que comunica la oculta sabiduque los demás no querían hacer, todos los trabajos pesa. ría, su amor tuvo una fipalidad: el sacrificio. Oh epopeya dos y desagradables. Ya le encontraremos un apellido. de la cruz, martirio de la carne, menos doloroso que el Julián Hace Todo. Julián Multiplicate. Los griegos hubie.
del espírita, que macerado, se desgarró en sangre y en ran dicho: iJulián Pas, Pasa, Paol lágrimas y se hizo luz y brillo como una aureola por soJulián no sabía leer desde luego. No sabía escribir. No bre la humanidad que ahora está ciega porque el mismo había hecho su primera comunión. Simpático, inteligente, fulgor de ésta luz le hirió los ojos.
leal, bueno, limpio, si no lo hubiesen mirado como COBA, Vinieron después Lucas, Mateo y otros; hablaron de hubiera. pluscuamperfecto de subjuntivo y el segundo Tí y mostraron tu insignia y fueron por todos lados, proes semejante al primero. amarás a tu prójimo como a ti pagando la fe de tu doctrina. Luego apareció Jann, el mismo.
visionario, el discípulo que más cerca estuvo de Ti y de ¿Y cuánto le pagaban? He conocido muchos Julianes, Oriente a Occidente estremeció el alma de la humanidad Tranquilinos y Gervasios que. entregados) dicen en Ni. con sus terribles visiones apocalípticas. Todos pasaron.
caragua, leed esclavos, sirven de balde, a la mayor gloria Ahora, en este siglo, la humanidad no te conoce, oh de Dios. nuestro Julián se le pagaba un córdoba. Uo Jesús! profeta, maestro de amor y de perdón! El mundo córdoba al mes. Así pues, para exigir de a legua, para ha olvidado tu doctrina; el cristianiumo está profapado.
pagar de a palgada. Cómo entonces comprendemos la La mezquindad humana es emperatriz y los sentimientos palabra del Apocalipsis. Ven Señor Jesús, ven! 1Así sea. groseros de la carne dominan el mundo. Tu reino es de Como no ha venido todavía, por eso se le dice: ven! Sus. on reducido grupo de espíritus que van hacia Luz!
tituyendo, esto es, poniendo a Cristo en vez de Julián, Aquella vez dijiste. No arrojéis vuestra perlas a los se resolverá la ecuación, yo no digo cómo.
puercos, porque las hollarády, Eso se ha cumplido a tra.
Después, como quien sale de Scyla para caer en Carib.
vés de muchos siglos, en la vista mayoría de los hom.
die, Julián fué soldado y conoció la vida mala, peor y bres: han hollado tus perlas de fulgor divino, con planta pésima de nuestros cuarteles y campamentos, hasta que de monstruos. Pero previéndolo asf, tuviste pare éstos, un hermoso día, en guerra maldita de conservadores y por inconscientes, la rosa de una bienaventuradze en tu liberales, para que surgiera otro gobierno burgués, ene.
grandioso Sermón de la Montafia!
migo nato de todos los innumerables Julianes, Tranqui.
CLARA DIANA linos y Gervasios, nuestro Julián, digo, cayó herido de Octubro 1911.
muerte. Infelix ego homol Al hospital, pues, y mañana al anfiteatro. Pero antes que mueras, hermano parvu.
lillo y mínimo, quisieras decirme al oído. qué cosa es la Patria? Cristo, idivina sustitución! hablando por Ju.
lián, me dijo: La Patria es el lugar de la justicia. enton. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica