Repertorio Americano 201 nista. No un antagonismo como ac Espíritus elevados ha habido que so, mis ilusiones, mi confianza en los titud meramente negativa, sino como andaban engañados de buena fe sobre hombres, que constituía el fondo de afirmación de los olvidados valores el grado de firmeza de su consagrami carácter. Por cada hombre leal he primarios ante una política de hundi. ción a un ideal político; creíanse sin. encontrado diez traidores; por cada miento moral, más aún que de desas. ceramente exentos de flaquezas; mas hombre agradecido, cien ingratos; por tre material. Mostróse entonces Pi al confrontar este preciso dilema: cada hombre disinteresado y patriota; como la persistencia de la generosa el culto a los tradicionales prejuicios mil que no buscaban en la política si tradición libertadora, ahogada por el de patria, raza, tradición, sangre y no la satisfacción de sus apetitos. retorno de las viejas razones de Es lengua, o la aceptación de un prioci. Como se ve, el Sr. Pi, que es un tado y la burla de los idealismos ro pio con todas sus consecuencias ine. vigoroso orador, un pensador y filó.
mánticos, faros de la indefectible Uto xorables, siquiera sea a costa de los sofo profundo, un escritor de primera pía, patria nuestra lejana.
más íntimos sacrificios; ante esos dos línea, un jurisconsulto eminente, un Pues bien; yo pregunto a hora. Cuál términos fatales, decimos, sintieron docto publicista, y más que todo y de los dos es hoy el verdadero fraca. que su fe vacilaba y que un hálito sobre todo, un carácter excelso, no sado? Cánovas o Pi y Margall. Cuál frío extinguía el fuego de su entusias. es político, en la vulgar acepción de de ellos, en cambio, es el hombre vi mo. Esto es perfectamente humano y la palabra. Entre nuestros hombres viente y parlante, rebosando el caudal 1o. lo censuramos; mas lo otro es públicos el que más se le asemeja; opulento de su alma, de su guardadas proporciones, es alma evocadora y magis.
Lo que va de ayer a hoy el Dr. Francisco Eustaquio tral? Mirad ahora en ruinas Alvarez. El Sr. Pi, empero, la obra de Cánovas, artifia pesar de su austeridad, ciosa y vana, ajena a la ha enriquecido las letras verdadera ley evolutiva del castellanas con estudios li.
espíritu nacional, al creci.
terarios de subidísimo va.
miento de España, al auge lor. Su inmensa cultura de nuestra conciencia cointelectual ha producido lectiva. Por su misma pe.
obras como Las Nacionali.
sadumbre, por su misma dades, que es uno de los corrupción interior, por su pocos libros científicos es.
propia mentira, esa obra se pañoles que campean con derrumbó con estrépito.
hoora al lado de los de Ba. la sombra de Pi y gebot y de Summer Maine Margal. no sombra, no; en las bibliotecas de los hombre con más vida que pensadores.
todas nuestras sombras Su incesante actividad errantes de españoles que mental no da vagar a su se creen vivientes procla.
pluma; ora en pasmosa eruma, hoy más que nunca, dición rastrea los ignotos 1a plena actualidad de su códices de los indigetos o ideario y de su fe, con la La sombra de PI MARGALL. Una pequefiez!
de los visigodos; ora en Es.
ilusión de que, al fin, habrá (La Libertad. Madrid. tudios sobre la Edad Media, nacido, tal vez, una Espaen páginas llenas de elo.
ña capaz de recibir en su tierra la grande y en ocasiones casi sublime. cuencia y de calor, ilumina las som.
fecunda semilla.
Pi y Margall es la manifestación más bras y traza la interesante acción de GABRIEL ALOMAR.
alta y más pura de ese apostolado de las fuerzas convergentes que determiuna idea, de esa convicción superior naron el carácter de los siglos malditos. La Libertad, Madrid. a todo humano sentimiento, a la voz En estudios políticos, dignos de del corazón, al grito de la sangre; él Macaulay, juzga con admirable imbusca la justicia y la verdad, y las parcialidad el reinado de Amadeo; tan defiende contra todo un pueblo, lo celoso de las verdaderas glorias de su El escritor público debe dejar a un que es heroico, y aun contra su mis. patria como enemigo de las falsas, lado toda consideración, ma madre, lo que es sobrehumano, reivindica para Tirso toda la gloria cer más que a la voz de su conciencia.
Si no se siente fuerte para luchar Cuando fué Presidente del Poder de Juan, y muestra en el historiadebe romper la pluma; jamás escribir contra sus propias convicciones, EmEjecutivo en los fugaces días de la dor Mariana al filósofo y al escritor plearla así es un delito.
República española, le llamaban el fi. de levantado carácter que «Católico. FRANCISCO FI MARGALL. Estudios sobre la Edad Media. 18sofo de la Gobernación. En medio de denunciaba abusos de la Iglesia; mo.
las situaciones más desesperadas, ja. nárquico, defectos de los reyes; jesui.
AS anteriores palabras, que cons. más trapsigió en sus convicciones; ta, vicios de su orden. digpo por tituyen el Evangelio del escritor para mantenerlas incólumes sacrifico todos conceptos de la admiración de honrado y libre son a manera de nor. su posición política y algo más caro: la posteridad y de su estatua en Ta.
ma y síntesis de la obra y de la vida la República misma. Nunca ha temi. lavera, del gran repúblico espafiol.
do decir la verdad, y el decirla ha es. Tanto en la tribuna como en el pe.
La presente dolorosa prueba que tado en muchas ocasiones a un paso riódico y en el libro, no aventura está sufriendo la patria de Pi y Mar. de costarle la vida. Hé aquí sus pala. nada que no sea una convicción progall ha sido una verdadera piedra de bras al dejar el Gobierno en 1873: funda, y sólo se apasiona por la ver.
toque para apreciar la intensidad de «Aspiro, sobre todo, a dejar ilesa mi dad. Obligado a sostener sus ideas convicción, la excelsitud de virtudes hopra. Mi rehabilitación política es enfrente de enemigos declarados, se y la ardentía de amor que han menes. lo que menos me preocupa. Han sido apoga siempre en pruebas, en docu.
ter quienes se consagran al culto aus. tantas mis amarguras en el poder, que mentos; esa gran fuerza moral, inme.
tero de la verdad y al servicio abne. no puedo codiciarlo. He perdido en diata, es lo que constituye el Dervio gado de la Libertad.
el Gobierno mi tranquilidad, mi repo. de su estilo, siempre sobrio, pues él sayo Pi y Margall оо LA. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica