Repertorio Americano 284953 Página lírica de Juana de Ibarbourou LA ESPERA iCopa con vino de vida, y un ascua viva encendida en lugar del corazón!
iOh lino, madura que quiero tejer sábanas del lecho donde dormirá mi amante, que pronto, pronto torpará. Con la primavera tiene de volver. Oh, mi amante, te lo ofrendo como un regalo de amor!
iOh, mi amante, te lo ofrendo en el epgarce estupendo de mi chal multicolor. Oh rosa, tu prieto capullo despliega!
Has de ser el pomo que arome su estancia. Concentra colores, recoge fragancia, dilata tus poros que mi amante llega.
Trabaré con grillos de oro sus piernas.
Cadenas livianas del más limpio acero, encargué con prisa, con prisa al herrero Amor, que las hace brillantes y eternas.
Sangre fuego, carne cera, olor a sol y a panal.
Sangre fuego, carne cera. Te lo doy como si fuera un raro bronce oriental!
LA CITA sembré amapolas en toda la huerta.
iQue nunca recuerde caminos di sendas!
Fatiga: en sus pervios aprieta tas vendas, Molicie: sé el perro que guarde la puerta.
Me he ceñido toda con un manto negro.
Estoy toda pálida, la mirada extática. en los ojos tengo partida una estrella.
iDos triángulos rojos en mi faz hierática!
VIDA GARFIO Amante: no me lleves, si muero, al camposanto. for de tierra abre mi fosa, junto al riente alboroto divino de alguna pajarera, o junto a la encantada charla de alguna fuente.
Ya ves que no luzco siquiera una joya ni un lazo rosado, ni un ramo de dalias. hasta me he quitado las hebillas ricas de las correhuelas de mis dos sandalias. flor de tierra, amante. Casi sobre la tierra donde el sol me caliente los huesos, y mis ojos alargados en tallos, suban a ver de nuevo la lámpara salvaje de los ocasos rojos.
Mas soy esta noche, sin oros ni sedas, esbelta y morena como un lirio vivo. estoy toda ungida de esencias de pardos, soy toda suave bajo el manto esquivo. flor de tierra, amante. Que el tránsito así sea más breve. Yo presiento la lucha de mi carne por volver hacia arriba, por sentir en sus átomos la frescura del viento. en mi boca pálida florece ya el trémulo clavel de mi beso que aguarda tu boca. a mis manos largas se enrosca el deseo como una invisible serpentina loca.
Yo sé que acaso nunca allá abajo mis manos podrán estarse quietas.
Que siempre como topos arañarán la tierra en medio de las sombras estrujadas y prietas.
Arrójame semillas. Yo quiero que se enraicen en la greda amarilla de mis huesos menguados. Por la parda escalera de las raíces vivas yo subiré a mirarte en los lirios morados. Descíñeme, amante. Descíneme, amante!
Bajo tu mirada surgiré como una estatua vibrante sobre un plinto negro hasta el que se arrastra como un can, la luna.
SALVAJE Bebo del agua limpia y clara del arroyo y vago por los campos teniendo por apoyo un gajo de algarrobo liso, fuerte y pulido, que en sus ramas sostuvo la dulzura de un nido.
OFRENDA Cuido mi cuerpo moreno como a un suntuoso marfil.
Cuido mi cuerpo moreno para que de gracia lleno sea del pie hasta el perfil.
Así paso los días, morena y descuidada, sobre la suave alfombra de la grama aromada.
Comiendo de la carne jugosa de las fresas o en busca de fragantes racimos de frambuesas.
Copa con vino de vida, vaso con miel de pasión.
Mi cuerpo está impregnado del aroma ardoroso de los pastos maduros, Mi cabello sombroso Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica