DemocracyLeninMarxMarxismSocial DemocracySocialismSocialist Party

248 Repertorio Americano THOMAS La antorcha de Jaurés SOME OMERA y exactamente, El Sol y La Voz bra donde alemanes y austriacos le habían han recordado la carrera política de Al. dado palabra de hacer imposible la confiabert Thomas, el Director de la Oficina gración europea Jaurés creía en el equiliInternacional del Trabajo, nuestro ilustre brio de la paz. Muerto el admirable tribuhuésped.
no, la jefatura espiritual del partido pareció Yo tuve durante la guerra el honor y la dirigirse a Vaillant, aunque más tarde, en fortuna de ser presentado al gran jefe so un Gabinete de prohombres, Guesde figucialista por persona a quien el profesa rara como ministro. Muerto le pére Vaillant, ba tanto respeto como afecto: por el más ¿quién quedaba? No era Bracke, el gran he.
sabio y querido de sus profesores del Liceo, lebista; no era Sembat, el demasiado artisM. Charles Lafont, el cual detalle curio. ta; no eran Renaudel ni Longuet francas so tuvo también como alumno, al comen medianías destinadas a obedecer Leninzar en Bar le Duc su profesorado, a mon los llamados a realizar la gran política sosieur Poincaré. Este genero de presentación cialista de contacto con los demás partidos, hizo que en mi amistad con Albert Thomas la política socialista de unión, más o menos no faltasen momentos de charla extrapoli sagrada, pero urgente e indeclinable.
tica, y que hasta cuando las oscilaciones Dos eran las políticas socialistas que pode la guerra hicieron de él un ministro yo dían hacerse. bien claramente se preciviese en Thomas al nornalien antes que al saron al concluir el período de la sorpresa estadista y el hombre de acción, originada por la guerra. La derrotista y la Téngase esto en cuenta. Cuando La patriótica. La de Carlos Marx o la de Luis font, en su clase de Retórica superior es Blanc. Cito a Blanc como ejemplo de sociadecir, de severos estudios grecolatinos del lista terrícola. Era necesario decidirse, moLiceo Luis el Grande, preparaba a Thomas mentáneamente, por el suelo o por el credo.
para el ingreso en la Escuela Normal, no Los social demócratas se habían declarado veía en éste sino a un futuro catedrático de alemanes antes que marxistas. Thomas se griego, de latín o de Historia. Thomas re declaró francés. Como simple diputado, dió sultó un político. Pero un político sabio, principio a su obra patriótica, estrictamente un político con cultura, iY qué cultural La defensiva, convenciendo a las masas trabade Platón y Aristóteles; la de Séneca y Lucrecio. Yo me he explicado siempre los triunfos, los grandes triunfos políticos de Thomas, por la profundidad de sus conocimientos. Thomas poseía edemasiada ciencia, para ser un fanático.
Ved bu situación en el antiguo partido socialista unifik. Recordad la historia. Jaurés, elocuente, lírico, entusiasta y artista, es la contrafigura de Guesde, el patriarca rígido, el jefe intratable. Surge el cisma, bay escisión. Pero así, descompuesto en dos mitades hostiles, el socialismo francés no hará nada. Es necesario udirlo. Vaillant, el noble Vaillant, va y viene de Jaurés a Guesde y de Guesde a Jaurés hasta conseguir la reconciliación y la unión. Nace, o renace, el partido. desde el primer mo.
mento, a la diestra de Jaurés, nos encontramo3 Albert Thomas, como si fuera el destinado a recibir de sus manos la simbo.
lica antorcha. Hizo Thomas la política de guerra que habría hecho Jaurés? Ardua pregunta. No obstante, cuanto sabemos por sus libros y discursos del espíritu politico de Jaurés, permite sentar la hipótesis de que el gran tribuno habría tayudado a Francia. como la ayudó Thomas. En Jaurés habría sido más fuerte que en ningún otro jefe socia.
lista de Francia el desengaño producido por la delección de la Social Democracia ale.
mana. Horas antes de morie asesinado, y a ALBERT THOMAS u regreso del Congreso socialista de Gine(Visto por BAGARA. jadoras o disciplinándolas para la defensa, Este período de su vida hace pensar en el gran Carnot. Luego. quién po lo sabe?
La Historia se complace en presentar la paradoja aparente de un leader socialista, de un enemigo teórico del capital y de la idea antigua, de la patria, transformado en ministro de los armamentos de una pación burguesa. Albert Thomas y la casa Schneider le presentan la batalla a Krupp. mediados de 1916 visitaba el cronista, con una introducción de Albert Thomas, los establecimientos del Creusot. Mostrándole los cañones de 320, que concluían de fabricarse, decíale uno de los ingenieros de la casa. Estos son los hijos de Albert Thomas. Después. mí me consta que Thomas se entendía con el Tigre; pero la ocasión le pareció propicia para reintegrarse a la disciplina del partido, donde no se veía con buenos ojos) su eclecticismo. Pudo entonces Thomas desobedecer al partido y, como Viviani o Millerand, convertirse en un vieux socialiste de los que llegan a la presidencia de la República. Pero no quiso. no quiso porque la hora del riesgo había pasado, porque el triunfo de la Entente era cuna cuestión de paciencia. No hablo nunca en este hombre integro el egoísmo. mucho menos la vanidad.
Sus camaradas salvo los Bracke y los Sembat no le perdonaron sus triunfos, Albert Thomas, en la nueva disolución del partido, fué objeto de ataques, de revisiones, de exclusiones. Confieso ignorar porque desde 1920, en que concluyó mi labor de cronista de la guerra y la postguerra, no sigo los vaivenes del socialismo, esa pobre víctima de Lenin cuál es la situación de Albert Thomas en Francia res.
pecto a sus antiguos correligionarios. No lo sé, ni me importa. Lo que me interesa es admirar y celebrar la persistencia y la pericia de mi ilustre amigo en una obra útil, en una obra práctica. dentro de la más amplia Orbita social, Albert Thomas representa en el socialismo la zona de las realidades, de las posibilidades, de la evolución inteligente. Sin hombres de su carácter, el socialismo unico horizonte del mundo contemporáneo habría sido una fuerza perniciosa y, en definitiva, estéril. Thomag ha sido y es uno de los pontales de esa noble idea, que persigue la constitución de una sociedad nueva, sin reliquias feudales. Esa 80ciedad no puede ser improvisada con uno o varios golpes de audacia, sino labrada poco a poco, en lucha leal y constante con el egoís mo humano y las fuerzas silenciosas y oscuras de la tradición. Utopía o posibilismo.
Tal es el dilema, Albert Thomas ha optado por lo segundo.
Sigue en la sina 256. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica