Violence

294 79 Repertorio Americano Credo del caminante escenas de amor, las iras celestes, docenas, y con la misma facilidad des ciepte a la élite de Villapioar, cayó aquellas que arrasaron a Sodoma, nada plumaba un ave sustraída en cualquier entre las manos del bandolero.
fueron si se las compara con las que se cercado, que suprimía a golpe de pudesataron sobre el joven. iCataclismo! ñal, de sable o de garrote, la vida de Doña Rosa en uno de sus últimos iCataclismo!
cualquier prójimo que por desgracia días contó esta historia antigua a doga ¿Yerno de doña Luz? Eso, jamás! se cruzara en su camino.
Luz, y agregó. Esposo de la rubia Sofía aquel abo. Era aquel hombre de buena facha. Yo tenía veinte años cuando me gadillo semi mulato de ninguna valla? aunque del todo moptaraz. Sin ley ni aconteció esa atroz desgracia. Ho.
iNunca!
Dios que refrenara sus instintos de rrorl Ese recuerdo! Mi matrimonio llovieron disgustos sobre la fami. fiera, merodeaba por los arrabales y con mi santo y generoso Jorge estaba lia Liport. Ríos de llanto tornáronse montes de Villapinar. Más de una vez concertado ya. Se efectuó pocos meses los encantadores ojos de la piñía apa. fueron víctimas de sus violencias las después. Pero tú. tú. mi primera sionada. Don Jaime, tío de ésta, ira. incautas campesinas que al brillar el hija. tú.
cundo plantó a Paquillo en la puerta alba entrabau al poblado conduciendo Doña Luz corto el relato de su ma.
hablando de raza, osadía, estirpe, im. su pobre comercio de frutas, aves y dre con un grito agudo y desespera.
posibles.
legumbres para el mercado.
do. Después, sin iras, sin reproches, Nada lograron la intervención de Algunos inviernos contaba ya el lloró. y doña Rosa, la anciana sep.
parientes respetables oi los consejos Manolo, y sus hazañas un tanto olvi. tuagenaria que abundaba en lógica y razonables del padrino de Sofía, hon. dadas apdaban, cuaudo un día, rico en dulzura tanto como en días vividos, radísimo sujeto que veía en Mendel al en luz de sol y aromas primaverales, lloró también. Sus dedos epjutos patipo del hombre correcto, merecedor una gira de campo le dió ocasión para saban y repasaban las cuentas de de la mano de mujer más blanca y efectuar con audacia y valor dignos ébano de su viejo rosario.
mejor pulida. Por último, el Padre de un Dios mitológico, un soberbio Colan, director espiritual de la familia, golpe dopjuanesco. Una virgen mo.
LYDIA BOLENA: intervino también con la misma des.
repa de arrogante juventud, pertene.
1910.
dicba. No y no! decía severo el tío.
Ese inservible pasará antes sobre mi cadáver. Primero querría verla muerta, agregaba dofia Luz. Absurdo, imposible! decían los hermanos.
Para el REPERTORIO AMERICANO Imposible repetían los criados. Imposiblel repetía el eco de la Nada detiene al corazón divino y a la inteligencia humana.
vieja casona.
La ignorancia tenebrosa y hostil, se justifica, tipica enemiga!
Sólo doña Rosa, madre de doña y un halo de esperavza tiñe en rojo las sombras!
Tener el alma abierta a los impulsos todos del mundo: Luz, septuagenaria que abundaba en ser dócil ante las muchedumbres, fuerzas vigorosas dulzura y en lógica tanto como en días sobre la tierra, dipamicidad del espíritu de los tiempos, vividos, aventuro observaciones cierto y tener admiración por los solitarios, fuerzas día. Deja, Luz, que se case la piña. cósmicas, inyecciones de futuro en la mediocridad superior de los tiempos!
No es malo Paquillo. La raza, hija; en vez de leones huraños en la cueva sin fo de las pasiones personales, ser espectantes viajeros en los paisajes de espléndidos horizontes; la raza. no se debe tener muy en y así la ciencia y la filosofía y el arte se abren a nuestros pasos cuenta.
como graderías sucesivas de la cosmogonía de lo cuotidiano, que es decir, de lo eterno! sucedió entonces que doña Luz Ver por encima del bien y del mal, es verlo todo; bufo. La cólera la violó el rostro. De elegir lo mejor, es adquirir poder de dominarlo todo!
Emplear la fuerza bruta en las contiendas del progreso, su boca brotaron frases rudas, grose de la historia un hecho es, y vergonzoso: no una Ley: ras, horribles. Parecía un pirata sobre Lo de arriba arrastra a lo de abajo: todo tiende a subir.
la cubierta de su barco en fuga des. En vez de la fuerza bruta, el artificio; el artificio revela inteligencia, pués de un golpe poco certero.
y el progreso, obra de la inteligencia es.
Su madre se asustó. Temblando, quiere luz, quiere vigor, La humanidad, caldeada, no admite ya inocencias: acurrucada en su sillón calló y prin. quiere hombres despiertos, no pedazos de carne estancada.
cipió a repasar las cuentas de ébano he aquí la labor de los hombres futuros: de su viejo rosario, mirando y miran.
guiar su corazón, su corazón encantado y entusiasta y lleno de esperanzas, do a su hija.
seguro de la existencia de las fuerzas anímicas de la Naturaleza, poseído del alma que alienta todo aquí sobre la tierra y en los espacios, guiar ese corazón y esos convencimientos inteligentemeute: poniendo a su servicio los medios de los tiempos, atrayéndolos a todos hacia sí, amigos y enemigos, poniendo en el nivel de los demás el peldaño que les falta para ser superiores!
Cuando Villapipar era un modestí.
Sustraerse a la edad en que se vive es cobardía; simo caserío en donde nadie soñaba o es impotencia; o es falta de una clara visióu de las cosas: con caminos de hierro, cuando los porque todo es continuidad y en el instante están el pasado y el porvenir!
campos que le rodeaban eran única. emplear la violencia contra la pasión es baber sido antes indignos; y renegar del engaflo de los demás o de su incuria, es haber sido torpes; mente zarzales y su régimen policivo y atribuir al destino nuestros propios fracasos, es no ser consecuentes!
estaba aún por establecer, existía en Porque todos los seres tienen su razón de ser como son; sus cercanías un célebre bandido que y con un poco de amor en el pecho, sentiremos la vida intima de los demás, si no tenía como los de Sierra Morena, con sus imperfecciones, con sus facultades, con sus dones excelsos. así, en la plenitud de la propia conciencia, gruta, cuadrilla ni tesoros, sí poseía el hombre vé en todo upa sucesión de categorías, un valor salvaje y la crueldad sufi.
y no habrá para él más muralla que se le oponga ni más fuerza que le resista, ciente para ser temido por grandes y sino las que le impidan perder el rumbo de su perfeccionamiento.
pequeños. El Manolo. su nombre RAFAXL KSTRADA de guerra, contaba fechorlas por. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica