Bourgeoisie

Repertorio Americano 2800 13. La opinión de América México parece creer que vive solo.
viste ondear, cual épica galera, quizá taciturnos aldeanos III la errante Asteria que cantó Virgilio. aan te invocan sus haces recogiendo, mientras dora el bermejo sol log llanos ¿Y la de nuestros hermanos del sur?
Cuando al llegar la tarde con sus rosas y por el campo el buey pasa mugiendo. Distiogamos: Los centroamericanos, y su misterio y sus saladas brisas, los istmeños, nos aman. Son nuestros huyendo la tristeza de las cosas, Alción! Divino Alción! Amo tu vieja próximos y nuestros prójimos. Alla posábaste en las dóricas cornisas.
patria y tu altar caído y tu lamento: van, con la ilustre excepción de Costa Tal vez, en otros días, tu graznido ave infausta, augural, cual la corneja, Rica, dando tumbos sobre cada uno cruzó trágicamente las desiertas hija del mar azul, hija del viento.
de los episodios de su historia, casi ventanas de un castillo derruido, tan atormentada como la nuestra. Nos.
sobre foscos océanos, abiertas; CORNELIO HISPANO otros también los amamos. Guatemal.
tecos, salvadoreños, hondureños y ni.
caragüenses, son nuestros, nuestros por la raza y la tribulación, esto es, por los más recios vínculos: el dolor y y la sangre, la vida y la muerte. Mé xico debería disponer con más cautela la economía de su propia casa para po es de los pueblos predilectos. papel director, porque los pueblos poder asumir,. no, ciertamente, un ¡Cuántas penalidades ominosas sufrea libres, como los hombres libres, de.
nuestros compatriotas si se internan testan la cordialidad de sus directores en el mundo; y padie vive solo por los llanos in hospitalarios de Ari.
hoy. Naciones e individuos se solida.
espirituales pero sí las nobles prezona o pretenden desafiar las incle rrogativas del hermano mayor. Sin rizan, cada vez más, en los episodios mencias polares de Alaska! Aquellas buena economía doméstica la econo de la historia contemporánea. En otras tierras, que a todos brindan una pa.
épocas, los pueblos podían ignorarse tria, parecen cerrarse al mexicano.
mía política y la política internacional entre sí, y los individuos dedicábanse son imposibles.
a la vida cenobítica en las profundi.
Nuestra reputación de inveterados dades de la Tebaida. No hay ya Te.
combatientes nos deprime ante el pa.
IV baidas. Vivir es vivir en comunidad, triotismo yanqui. Nuestras desventucada vez más estrecha y pujante. El ras político sociales nos han creado Los pueblos meridionales, por mo.
una estimación inferior a la que mere.
carácter esencial de la civilización tivos numerosos y diversos que no es cemos. Somos el vecino revoltoso que fácil formular en una línea, son los contemporánea estriba en su universa.
lidad, en la socialización de las regio.
regresa a destiempo a casa, disparando más afortunados del Continente. El nes del planeta, en la concatenación su revólver, después de haber disfru. sol argentino casi destella desde de los esfuerzos individuales y colec.
tado alegremente de muchas horas de centro de su cielo. La estrella chilena, tivos.
la noche, Ellos son el buen burgués que Darfo vio levantarse, a hora irra.
El Golfo de México esconde a la que se recoge temprado, para no cons. dia sobre una tierra hidalga que afir.
República. La cultura europea no tiparse y disfruta at home, como por ma con imperio. por la razón o la afluge directamente a nosotros, como, allá se dice, de las delicias de la fa fuerza. como los caballeros templa.
rítmicamente, se derrama sobre las milia y la monótona serenidad de la rios u hospitalarios de la cruzada playas del Brasil y la Argentina. Las existencia. Su vida es como la de los legendaria. El Perú, otro pueblo ro.
novedades de la vida londinense, los héroes de algunas novelas contempo mántico como el puestro, prepárase a movimientos intimos de la vida de rápeas, en que nunca pasa pada digno hacer valer sus riquezas fabulosas de París, refléjanse en Río de Janeiro y de relatarse. La nuestra es como los la sierras y la montaña, para dorar Buenos Aires, casi apenas surjen en más complejos capítulos de Dumas o los blasones supremos de dos razas, Europa. Italia y España alientan en la Eugenio Sué; románticas pesadillas en la vieja «Ciudad de los Reyes. metropoli argentina como en Roma o que levantan en vilo al lector o le ha. Colombia, Bolivia, Venezuela y el Madrid. Nosotros pensamos que el ex.
cen sonreír imperceptiblemente. Son Ecuador asisten casi a su gallarda epi.
tranjero se reduce y compendia en los Estados Unidos un pueblo juicioso, fapía. El Brasil, la segunda potencia Nueva York, menos aún, en Califorņia demasiado juicioso; aplicado y unifor de América, contempla ante si la inde.
o Tejas. Nada tan desagradable como me, demasiado. uniforme, pero feliz finida perspectiva de sus triunfos la fascinación que sobre puestra socie. dentro de su genial monotonía. En los magníficos. Para todos estos pueblos, dad ejercen los Estados Unidos. El espejos de las tiendas de los barberos México es una interrogación inquie.
muodo es más vasto de lo que piensa yaoquis, suele rezar un amable rótulo: tante. Continuaremos los mexicanos nuestra filosofía política; hay más co.
procure usted reír. y todos rien con nuestra no interrumpida obra de ex.
sas en el de las que por el norte se una franqueza y una seguridad de terminio. Cuándo, se preguntan. insinúan. Europa de veras existe.
buenos muchachos. México es un pue.
la avanzada de la Raza depondrá el blo triste cuyas canciones populares. acero y ocupará el sitio que el destino van empapadas en lágrimas, como la le reserva junto a los otros grandes II misma vida de la patria. No nos han pueblos del Sur. Eo qué instante entendido nunca di pos entenderán. propicio se agregará una Ma las letras Existe, pero cuida poco de nosotros; Son, para valernos de una expresión que proclaman la alianza de la Liber.
y, si no fuera por nuestro petróleo y perfecta, como todas las de Niezsche: tad y la Fuerza. Cuándo, al A, B, C, nuestra plata, casi no existiríamos (nuestra incompatibilidad fisiológicas. se añadirá la letra de México. para ella. En Londres o París se espe.
México, el gran pueblo romántico, les Pasan los años. México, sin embar.
ra que Washington decida sobre los problemas mexicanos, para proceder, parece un absurdo; y, en el fondo de go, ofrece a América. el amargo es.
en consecuencia. Por eso la opinión nión, en todo caso, no pos es favo.
su alma, acaso nos desdefien. Su opi.
pectáculo de la desunión de sus hijos.
Parece que la revolución consustancial yanqui pos es tan importante. Ahora rable.
es la forma categorica de nuestra bien, en los Estados Unidos, México existencia. Hoy como ayer truena el Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica