Liberalism

94 Repertorio Americano los servicios prestados, compensacio ros partidarista arrollan el sentimien de cordialidad y de mutuo respeto.
nes que no tienen jamás un límite to de responsabilidad de los gober. en esto están de acuerdo los libe.
definitivo.
nantes, y para evitarlo, debe estar rales de todos los matices: El Diario Así, al través de las guerras civiles, siempre lista la opinión consciente Nacional, en su edición de hace tres va perdiéndose la soberanía, absurda. del país.
días, no pudo ser más explícito y nemente, si quienes las provocan son Es preciso abrir los ojos a las reali to; comentando la algarada conserva.
aquellos que han de ser revolucionarios dades; estudiar el mundo en que vivi. dora y los desplantes bravucones de 18 como tales, víctimas de un poder, mos, tan distinto y en muchos senti ciertos espíritus agresivos, que no inescrupuloso. esto sin tener en dos tan opuesto al de hace veinticinco conciben el reclamo enérgico dentro cuenta otros factores, más decisivos años. Lo que al expirar el siglo pasa. del derecho y tan firme como civiliza.
talvez; sin pensar en que en puestros do era una posibilidad heroica, es hoy do, y quieren responder a él con la trópicos la gran necesidad es la de una una locura ipsensata, la vida y las evocación de horas de siniestra matan.
sólida cultura y un desarrollo de ri circunsta acias imponen francos cam za, dijo El Diario: queza que venzan a los peores enemi bios de métodos y de rumbos, en las gos de estos pueblos, la barbarie y la luchas políticas que tiendan a alcanzar Ellos son los que quieren la guemiseria, a cuya sombra prosperan to un ideal constructivo y no meramente rra, porque la guerra es propicia a la das las ideas regresivas y todos los a agitar un país en pugoas estériles. emisión de monedas de papel, a la fanatismos. El liberalismo, por fortuna, lo ha en expropiación y al exterminio.
Verdaderamente, entre nosotros no. tendido así, lo ha sentido con ese claro a ellos pada les importa la Pa.
se explicarían ya más revueltas que instinto de los pueblos que no se equi tria, si la secta se enriquece, y sus las que el Gobierno hiciera estallar, vocan, y está resuelto a no aceptar asesinos matan a los liberales y ani.
para recibir el deseado apoyo y solu provocaciones equívocas, a do ir al. quilan a la colectividad proscrita y cionar crisis internas que dentro de la terreno en donde, en las circunstancias apatematizada.
paz, podrían ponerlo en peligro. 10 existentes, sólo triunfan la iniquidad Quieren la guerra? Nosotros les se podría encontrar un crimen contra y los que tienen amplios medios de declaramos la paz. Pero con la actila patria más grande que esa clase de apelar a ella. Otras son las armas del vidad defensiva de todos nuestros revueltas, en las que por alcanzar fi. liberalismo, y a ellas debe apelar con derechos y la resistencia viril a todos nes pequeños se sacrificara no sólo la firme y sostenida energía, con el con. los atropellos. Es la última palabra, vida sino la dignidad misma de la curso decidido e incansable de todos que hace inútil la provocaciónı.
Nación. Por desgracia, tal criterio 10 sus miembros, coidos en torno de las es imposible, porque a veces los fae. ideas y dentro de un ambiente sincero (El Tiempo. Bogotá. Página lírica de Emilia Ber nal MIRAME NUEVA YORK IMírame, Nueva York, cuando esté lejos.
con tu pupila única de Madison Square.
Mírame, Nueva York, en mi noche perpetua, desde la cumbre de los espacios, fija, con tu pupila oscilante de Madison Square. Nueva York, de enero de 1923.
Mírame, ahora que me alejo, y hazme un signo de inteligencia con el índice esbelto del Woolworth, que se yergue todo frágil y altivo!
a los que van dejando tu puerto.
Mírame, Nueva York, como te miro, Babilonia de hierro, miriadas de torres confusas y begras que se va tragando el humo de todos los barcos de tu puerto.
BUENOS DIAS, PARIS Buenos días, París. Bijouj (Mignon!
Bibelot de marfil que tallaron los gnomos azulez. Pompa de jabón. Florecita de añil. qué cantarte con tambores mayores y clarines sin fines, cuando eres, en la armonía sin fin de mi corazón, como el són de una sola cuerda de violín. Mírame, así, como una torre que se tragan las tinieblas! Mírame, Naeva York, como se mira una cafia de junco que trajo el vendabal a tu puerto, y que se va cantando la alabanza de tu cordialidad y ta firmeza. Buenos días, París! iRosa náutica! Gaurisankar!
Kuro. Sivo. Pleamar. Víctor Hugo. Verlaine, de las patas de chivo!
En la caña partida de mi vida yo te he de cantar. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica