270 Repertorio Americano la pastora está diciendo. Por qué tiepe luz el sol. Las ovejas cabizbajas, vienen todas al portón: iuna caja larga y honda está forrando el pastor!
Entra y sale un perro triste: Capta allá adentro upa voz. Pajarito, yo estoy loca, Ilévame donde el voló!
El pastor coge llorando la pala y el azadop: abre en la tierra una fosa: echa en la fosa una flor. iSe quedó el pastor sin hijo!
Murió el hijo del pastor!
José MARTÍ.
Ila Edad de Oro. hacían más borrosas: lo achiqué con pedazos de papel y observé que cuanto más pequeño era crecía la precisión de las figuras. Por donde comprendí que los rayos lumi.
nosos, gracias a su dirección rigurosamente rectilinea, siempre que se les obliga a pasar por un orificio estrecho, pintan la imagen del punto de que provienen.
Aquel sencillo experimento dióme una altísima idea de la física, que me parecía la ciencia de las maravillas.
Claro es que tenía en cuenta los portentos del ferrocarril, de la fotografía, recientemente inventada por entonces, la aerostación, etc. mis entusiasmos infantiles no me engañaban. Porque a la física debemos la gloriosa civilización europea; si el hombre pudiese olvidar las leyes y fenómenos de esta ciencia y sus admirables aplicacioDes a la industria, volve, la otra vez a la fase cavernaria.
Por entonces me propuse sacar partido de mi impensado descubrimiento; montado en una silla me entrete.
nía en calcar sobre un papel aquellas brillantes imágenes que me consolaban en mi encierro. Qué me importa, pensaba yo, carecer de libertad? Me prohiben corretear por la plaza, pero la plaza viene aquí a visitarme. Estos fantasmas son copia fiel de la realidad, y mejor que ella misma, porque son inofeosivos. Desde aquí asisto a los juegos de los chicos y gozo como si tomase parte en sus diversiones.
Encantado con mi descubrimiento, cada día me agra.
daba más el reino de las sombras. Pero conté mi hallazgo a mis compañeros de encierro y se rieron de mí dicién.
dome que aquello no tenía importancia por ser cosa natural cuando la luz entra en un cuarto oscuro. Qué falta de curiosidad y de admiración tienen los igporadtes! Sorprende potar que el vulgo que alimenta su fantasía con cuentos de brujas y fantasmas, desprecia el mundo que nos rodea, sin sospechar que todo él está lleno de maravillas. Todos podemos convertir la vida.
diaria, vulgar, en comedia de alta magia en cuyas escepas aparezcan hadas, gigantes, princesas, gnomos y monstruos. Para realizar esta metamorfosis la ciencia tiene una varita mágica y un talismán infalible: se lla.
man atención y reflexión.
RAMÓM CAJAL. La infancia de Ramón y Cajal contada por el mismo. 17. Romance del conde Arnaldos iQuién hubiese tal ventura sobre las aguas del mar, como hubo el conde Aroaldos la mañana de San Juan!
Con un falcón en la mano la caza iba a cazar, vib venir una galera que a tierra quiere llegar.
Las velas traia de seda, la jarcia de un cendal, marinero que la maņda diciendo viene un cantar que la mar facía en calma, los vientos hace amaipar, los peces que andan nel hondo arriba los hace andar, las aves que andan volando pel mástel las faz posar.
Allí fabló el conde Arnaldos, bieo oireis lo que dirá: Por Dios te ruego, marinero, dígasme ora ese cantar.
Respondióle el marinero, tal respuesta le fué a dar. Yo no digo esta cancion sino a quien conmigo va.
16. Los dos principes (Idea de la poetisa norte amoricana HELEN HUNT JACKSON. MENÉNDEZ PELAYO: Las cien mejores poesias (tricas)
de la LNEMA Castellana. El palacio está de luto y en el trono llora el rey, y la reina está llorando donde no la pueden ver: en pañuelos de olan fino lloran la reina y el rey: los sefiores del palacio están llorando también.
Los caballos llevan begro el penacho y el arnés: los caballos no han comido, porque no quieren comer: el laurel del pat! o grande quedó sin hoja esta vez: todo el mundo fué al entierro COD coronas de laurel. iEl hijo del rey se ha muerto!
1Se le ha muerto el hijo al rey!
En los álamos del monte tiene su casa el pastor. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica