108 Repertorio Americano Las elecciones de 1924 en Nicaragua ventud vuelve, con todas sus formas, al cuerpo y a la fi. momento aleatorio en que la muerte como una Providencia había sonomía maltratados por los años. Las líneas de su ros creado la ocasión para el renacimiento de la nación.
tro, antes escondidas por la gordura, son ahora bien dis. La empresa era ilustre, pero no extraordinaria, y uo deman.
tintas; la frente, surcada de arrugas, es tersa; el ojo tiene daba del señor Martínez extraordinarias facultades personales.
claridades como de cristal pulido; el pecho se ensancha, Consistía simplemente en goberdar con decoro y con respeto pro.
si antes parecía oprimido; los brazos tienen una elegancia pio durante el breve lapso de tiempo del saldo del período, y en casi de mujer, y hay en todo su cuerpo una movilidad y respetar y garantizar el derecho de sufragio en las elecciones un vigor desconocidos. Nada lo embaraza, porque dispo.
nacionales de 1924. La honradez y la imparcialidad de su Gobierne del ademán como de la palabra. Su estilo es amplio do en las elecciones, la libertad eleccionaria real y efectiva, cony grave y cadencioso, Sabe que la naturaleza es conocida forme a la Constitución y a las leyes, era el servicio, el supremo de todos, y sus metáforas las forma de los fenómenos servicio que el señor Martínez estaba llamado a prestar a su patria, naturales, con un simpático enlace ideológico. Prefiere a a Centro América, a la América continental, inclusive los Estados veces no ser por todos comprendido, y se encierra en un Unidos, a la civilización; porque de unas elecciones positivamente simbolismo profundo, pero siempre conservando en sus legales y libres habría nacido un Gobierno libre, un Gobierno cláusulas la música de las palabras. Si os habla de un genuinamente popular, que habría restablecido, por el proceso muerto ilustre, que fue temible, pero que produjo el bien, ordenado y regular de las relaciones internacionales que tienen él os dirá. Fue alud que arrasa las agrias cuestas de la por base la igualdad, la dignidad, el respeto recíproco, la justicia montaña, para llevar fuentes de vida a la pradera. Cata. y el derecho, la independencia y la soberanía de la nación.
rata que se estrella en el fondo y se refleja en el cielo El señor Martinez ha roto sin embargo ignominiosamente con los colores del iris. Para Manuel Murillo tiene ex. nuestro sueño. El no era el hombre de la oportunidad, él no era presiones enérgicas y gráficas que son un monumento. el hombre de la hora preparada por la muerte como una Providen Al General Bolívar lo llamará «Relámpago de dos siglos. cia para la redención de Nicaragua, él no era el libertador pacífico Sus comparaciones son siempre abultadas: alude al mar, y civil que con sólo cumplir las leyes y garantizar el ejercicio del a las estrellas, al firmamento, al infinito, al espacio, al derecho, habría libertado a su patria del yugo extranjero y babría tayo, a la tempestad.
dejado en la historia un nombre bendecible; no, él es un hombreJUAN DE DIOS URIBE.
cito como todos, como el montón, insignificante, pedestre, sin pada generoso y superior en su corazón, interesado sólo en las cosas materiales y terrenales del egoísmo personal. El señor Martínez es como todos un hombre enfermo de la vulgar ambición a la presidencia de la república; y a esta ambición lo ha sacrificado todo, la oportunidad que el destino le ofreció para ser un bien.
hechor de su patria, su respetabilidad oficial y el decoro y la dig.
nidad nacional, Para que el señor Martinez fuera el hombre útil que Nicaragua y los amigos de Nicaragua vieron en el cuando apareció como (De La Reforma Social, Habana Nueva York. un esperanza eu el Poder, era esencial que fuera un hombre sano, libre del virus de la ambición personal. La ambición personal era IV incompatible con su misión de libertad. El desinterés, la absten.
ción, la renunciación, eran la garantía de su sinceridad. Para ser HABLAMOS sobado para el Presidente Martínez, de Nicaragua Imparcial, y para que el pueblo tuviera fe en su imparcialidad en las elecciones, era preciso que él no fuera un pretendiente, que en su belleza y en su gloria, la misión de un libertador sin espada. no aspirara a la presidencia. El simple hecho de su candidatura Nuestro sueño no se había inspirado en su persona, ni en sus hacía de antemano ilusoria la libertad eleccionaria y trastornaba la antecedentes, ni en su vida, que no conocíamos en absoluto. El corriente natural de las cosas hacia una concentración de las fuer.
era un hombre sin nombre, un desconocido, que no habría pacido zas protectoras de la pación en la campaña electoral para dar la nunca probablemente a la luz pública a no ser por el eventual su batalla decisiva a los traidores.
ceso de la caída en la tumba del Chamorro presidente titular de La expectación respecto al señor Martínez no duró mucho.
la república. El pació de esa tumba. Supimos entonces que era El po tardó eu cer saber por sus hechos que él no era hombre on agricultor segoviano con reputación local de hombre de bien.
de misión sino de ambición, hombre práctico, dispuesto a aprove.
Nuestro sueño se inspir6 en las circonstancias especiales del mochar su oportunidad en el Poder, no en beneficio del país sino en mento en que la casualidad determinó su aparición al frente del beneficio propio. Lo primero que hizo fué consultar al Congreso Gobierno. Vendida Nicaragua al extranjero por los Chamorros y si su candidatura sería coustitucional, si podría sucederse si demás autores y cómplices de la traición de 1910, se presentaba mismo en la presidencia bajo la Constitución. El Congreso, un por primera vez, en 1924, con la muerte del Chamorro presidente, rebaño de chamorristas, se declaró sin facultades para resolver la la oportunidad de rescatar a Nicaragua, de poner fin a la igaomiconsulta. Su ojos se volvieron entonces al verdadero sobe.
pia de la condición a que la habían reducido los traidores de 1910, rano, la fuente de todas las cosas, a Washington. Si Washington una nación encadenada por Washington para la explotación por consentía. qué importaba la Constitución? Pues el consentimiento los piratas de Wall Street. Si Chamorro bubiera vivido hasta el de Washington bastaba por sí solo para resolver la cuestión cons término de su período, no habría habido esperanza de rescate.
titucional y sancionar y consagrar en todo sentido la sucesión Pero la tierra se lo tragó improviso, y se abrió así como una flor presidencial del sefior Martínez por el señor Martínez.
sobre su tumba, la esperanza. Su sucesor, si no era un Chamorro, Vino un comisionado del señor Martinez a Washigton. Es de si no era un traidor, si no pertenecía a la manada de infames de suponerse lo que el señor Martínez habrá hecho para ser grato a 1910, tendría corazón y conciencia para sentir y maldecir el dolor Washington, para ser elegible a los ojos de Washington, para y la ignominia de su patria y ser capaz de la ambición y el valor obtener el permiso de Washington para ser presidente de Nicara de redimirla, tendría la inteligencia de la situación y comprende.
ría la misión que su deber de ciudadano, de patriota, de hombre gua, para ser electo, en suma, por Washington. Pero Washington es un lugar de sorpresas, y ha resuelto contra la ambición del se de bien y hombre de honor, de hombre decente, de hombre civiñor Martínez la consulta que el Congreso de Nicaragua no se con.
lizado, de hombre humano, le imponía bajo los auspicios de uu sidero con facultades para resolver, Washington dijo francamente al señor Martínez, en una nota oficial de 13 de junio, que en su (1) Conviene rovisar el proceso de estas eleccionos, que bag sido de interés opinión la elección a la presidencia de una persona que había centroamericano. Véanse, dues. los Nos, 19 y 20 del tomo del Repertorio Americano y los Nos. y 15 del tomo ejercido el cargo en el período anterior, o sea la reelección, serta Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica