Repertorio Americano 293. la batalla, no se satisfizo ata y em roedores, no son para con los anhelos sin traicionar un instante su dignidad, prendió el rescate de una víctima. humanos. Justicia no es una locución así la calumnia se prevaliera del silen.
Por vez primera iba a ponerse en apenas apta para empenachar filípicas, cio que la constituía, para zaherirle contacto con la bestia biforme, en cu. pues de su hambre y su sed han pa con su encono más soez; finca en esa yos lancos restallara su látigo famoso, decido generaciones.
pertinacia que juega el reposo, la glo.
para arrancarle a medio tragar la pil. Fraternidad es con Libertad e Igual ria, el bienestar, más querido cuanto trafa. Ah infierno el de ese israelita dad, uno de los tres sacramentos del más difícilmente alcanzado, en el azar lamentable, especie de encrucijada pueblo. Verdad es oro potable para generoso de reivindicar una hopra donde se habían dado cita los bandi. los desberedados y los excluídos. hundida al peso de quinientas mil dos del sable y los malhechores del ¿Será, entonces, mejor raer hasta la culatas; finca en esa bella infracción espíritu! Zola no les temió, y metió carne el muñón de ala que está pu. del prejuicio, que arremete con false.
hombro a semejante ruina. Tarea jando por advenir, abandonarse pro dades y tradiciones y se las lleva de enorme, pues allí andaba el honor de clamando la perennidad de la mentira calles, poniendo al potro a la humani.
la Francia, contemplado con asombro y de la fuerza? Para conquistar Eldo. dad misma, para sajarla hasta el hueso, por las Pirámides. Entonces se vió rados, no sino esos Quijotes, que in. y revelarle en sus propias entrañas las una conjuración de dos cosas que no candescentes de bravura, acometen al palpitaciones de una vida superior.
son francesas: la injusticia y el miedo, vestiglo y se despedazan en sus fau. Combatiente, erigiéramosle su túEntre la pérdida del honor y la tran ces, sosteniendo a pesar de todo, per mulo frente al mar, para asombro de quilidad del ejército, se prefería ésta. didas ya la sangre y la armadura, su los navegantes venideros, según la Una Pavia al revés, mandada por ge empresa por la más ilustre y su ideal prescripción homérica. Pero mientras nerales embusteros, Dreyfus podía ser, por el más bello.
se aprontaba la pira funebre, sacrifi.
si se quiere, el perro de Israel aplas. Ni les averigüeis a cuánto sale cada cáramos a sus manes víctimas: verbi tado por congénita infamia, pero le mandoble, o a peso de qué tasarás gratia ese cleriganso de la reacción, ennoblecía el martirio. su salvador sus rescates. Vedles, y decidme si la aquesta ministerial sota de espadas, encontraba horrible que un hombre, grandeza no va a su zaga, cuando ya que sueña con imponer al muodo en.
uno siquiera, padeciese injustamente endosan el arnés, y puestos los ojos tero, como si fuese un rebaño de su por la Francia. Querían la ignominia en su molino enderezan para las aven. marca, el trasquilón infamante del para Dreyfus; pero este ingrediente turas, que por presea hau de darles cuartel; y juráramos por último po tampoco era francés.
tan sólo, sobre el estacazo del yan. descansar en la lucha, hasta libertarEl pueblo callaba u ofendía. El go. güés una jofaina de barbero.
nos de esas prestigiosas barbaries que bierno meditaba, ante un posible fra. Así ese, grande, aun sin conseguir son cepos furtivos en la ruta de la caso, el mezquino indulto. En torno, victoria, nos admirarara lo mismo; Verdad.
el rencor reaccionario desahogaba su que habiéndola alcanzado, poco es si Ejércitos barreando el porvenir, cle.
vinagrera. Mientras el pólipo nasal le aplaudimos como a héroe. Nadie en ros encarcelando la conciencia, no del beato, destilando sus atriciones, y la república intelectual superó su coas. pueden ya con el ideal, que si es evi.
la baba ferviente del clerófobo se ama. tancia; ninguno igualó su energía; ni dente como la luz, es como ella inma.
saban en un solo sinapismo, aislábase el más fuerte le sobrepujó en audacia. culado e infrangible. Con el ideal que al escritor como a un sargoso. Pues Enemigos como los suyos, nunca tan siendo luz él mismo, brilla en la pro.
entre todas tus desventuras, pobre encarnizados ni temibles; al extremo pia lámpara del templo cerrado, y se judío, tuviste la de hartarte de puerco, de que con el primer estupor causado Gltra por entre las bayonetas, como a a pesar de tu propia ley!
por su muerte, brotó una sospecha través de un bosque para el cual llegó Zola, que había descendido de la al. trágica.
el Otofio.
tura para encarnar el espíritu de su Proyectar un gas a través de un Ese gran muerto ha constituído a la obra en un protagonista de carne y muro, no es cosa imposible desde el humanidad en albacea de su esperanhueso, se encontró con sus enemigos experimento de Pettenkofer.
za. es ésta lo que ha de permitirla doctrinarios convertidos en hombres Intencionada o no, su muerte en imaginar, en una gloriosa epifanía, el de acción. Entonces sí le escupieron plena luz y en plena lucha, ha sido la orto de ese Sol del porvenir, cuyos befaron, y tendieron su reputación de un verdadero evangelista de la hu. primeros rayos quizá alcancen a embe.
en parrillas, como para que pudiera manidad. Ya habéis visto, señores, llecer nuestras cabas, decir a sus caníbales recordando al que yo no soy de sus fanáticos. Su San Lorenzo de la leyenda: Assatum obra me impone sin subytgarme, su LEOPOLDO LUGONES est jam, versa et manduca!
estética me parece inferior, su positiYa no era el cambista de su propio vismo no me arrastra. Micadmiración NOTICIA: En 1902, en el Iribulo civico argentino a Emilio Zola, protalento, sino el enemigo del orden; finca en ese coraje soberbio para darse nuncio Lugones este discurso estuahora se tornaba héroe del populacho, a una empresa de años y realizarla, pendo.
el egoísta sin entrañas de ayer. Cuando eminente, la soledad y el desprecio; la calumnia cuando llano. Abájate, monte, y te pisotearán las cabras; acrece tu altura, y te envolverá la nieve.
Triunfó con Zola la justicia, triun.
fó en Zola aquel espíritu francés, especie de luminoso meridiano por el cual se orientan las aspiraciones del mondo. Queda para cuantos se sientan capaces de una noble acción, ese estímulo, precioso como nunca en este momento de escepticismo burlón que encubre un ardid reaccionario. Ase.
chanzas y tretas, a modo de siniestros. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica