254 Repertorio Americano Página lírica de Enrique Loynaz Ya noche.¡Corazón amaneciendo en medio de estrelladas (auroras!
Dicbre, 1922, Desconocido de los pequeños grupos, desconocido en su propia casa. Sabe Ud. cuáles cosas ha publicado por primera vez? Los versos qué mando Juan Ramón Jiménez a España (semanario de la vida nacional. Verá como fué. Escribí a Juan Ramón y le hablaba de este poeta. Mándeme cosas sugas. me dijo. Escogí algunas poesías. De las escritas a los 18, 19 y 20 años. El poeta acaba de cumplir 20 años. Qué pensaría Juan Ramón, Juan Ramón que es para mí toda la pureza lírica? Pasaron días. Una tarde me llamó Reyes y me dijo. Los versos de tu amigo representan para Juan Ramón una tonalidad nueva en la lírica americana. Así me lo ha dicho. Luego el poeta de Eter.
nidades me dijo que si yo le dejaba publicar algunas de esas poesías. No tengo ya Indice (aquella revista cuya impresión pagaban los propios colabora.
dores de ella, revista selecta y abnegada de selectos y abnegados. en España publico mis últimos versos; allí quiero pablicar algunos de Enrique Loynaz. Me sentí emocionado; le autorice para todo. Así Enrique Loyoaz, desconocido para todos en Cuba, empezó a publicar algo. Lo publicado es una parte minima de su labor. El nunca ha pensado en publicar nada. Así me escribe Enri.
que últimamente: En realidad hoy no podría mandarle versos, José María; Ud. sabe que hoy no podría. Otra vez he de mandarle muchos; me siento muy lejos de ellos hoy. Otra vez le regalaré todos los que me quedan, deben ser muchos porque ultimamente recuerdo haber escrito bastante en verso. Siempre me decía ¿estos son los últimos?
Pero yo quisiera regalarle algo mejor: algo como este ardor de belleza; como este extrañable ardor de belleza apasionada. Antes, Enrique en esta carta (que he recibido hace apenas ana semana)
me decía: Pero yo no he hecho en el mundo nada, nada más que gritar siempre este limitado temblor de belleza entre mis labios, y sentirme un poco diferente a los demás, porque yo he estado siempre un poco más cerca de la muerte que ellos y, sobre todo, mucho más lejos de la vida. Enrique a nadie habla de sus versos. Es un hombre que habla siempre muy poco. Parece más enfermo de lo que en realidad puede estar. Su padre es un general de la revolución; posee mi amigo una gran fortuna personal. permanece ignorado de todos y su voz cada momento que pasa es más íntima profunda. Yo no puedo distinguir entre el poeta, el hombre. Por casualidad le conocí una noche; desde entonces sentí que le quería como a un amigo pre.
sentido desde hace mucho tiempo. De mi fraternal camarada le mando aquí algunos versos. Jost MARÍA CHACÓN CALVO, desde Madrid. Pragmento de una carta dirigida a don MOISÉS VINCENZI. Iba yo caminando con la vista en el suelo, cuando encontré, de pronto junto a mí, a (la muriente luz del ocaso, una gran montaña.
Vi el cielo profundamente limpio; vi el sol; vi la montaña y todo estaba cerca de mí, todo por frente a mis brazog ansiosos y a mi vista demente. Nada humano podía detenerme.
Era extraña y era pujante aquella conmoción no sentida jamás. Iba Daciendo de mi vida otra vida; y una voz, desde el fondo del corazón me dijo. Esa montaña es la Naturaleza. Oi la voz sin miedo y sentí la grandeza de la montaña, sobre mi alma.
Fuí su hijo: Escarbaron mis dedos su tierra, sutilmente, la estrecharon mis brazos con amor inconsciente. Y, como yo la amaba y era amado por ella, la tierra palpito debajo de mi pecho!
y yo quedé tan fatigado, o tan satisfecho que me tendí a la sombra de la montaña (aquella, Mayo 1921. Sobre los campos desiertos qué gran poesía tienen en la calma los rieles de los trenes.
Soñé con una noche blanca, donde la vida, fuera ta blanca como la misma noche. donde el alma mía, que tan lejos se me esconde, me dijera, sin miedo, su palabra escondida.
Si contemplaras una vez ante ti una sombra no hayas temor de ella: Puede ser algo (santo la visión fugitiva. Por qué, por qué te asombra su presencia, tan plena de luminoso encanto?
Tienen alma, tienen vida los rieles.
Extendidos en la hierba van casi inconscientemente como buscando un arcano que presienten; y ya muy lejos muy lejos!
en el fondo del abismo de la distancia, parece que con majestad siniestra se mueren, por trascender el enigma de la muerte. Todas las sombras hablan, todas las sombras sienten y ninguna es hechura del capricho o la idea. Si hacia ti se encaminan es, porque en ti presienten algo que las atrae iquién sabe lo que sea. Soñé con una noche de paz, donde los (hombres, donde todos los hombres fueran buenos y (el cielo estuviera más cerca de mi. sin un con(suelo exterior, sin nociones exteriores, sin (uombres, Ahora bien; si pretendes oir lo que ellas dicen llénate todo de una profunda devoción esperando, que dentro de tu ser, fertilicen sus palabras, sonando cual sagrada canción.
Sobre los campos desiertos qué gran poesía tienen en la calma los rieles de los trenes.
Sin nombres, sin nociones, sin consuelo. sin nada que no fuera la sola noche, toda blancura, sin nada que no fuera mi alma plena y Coscura; sin nada que no fuera su palabra callada.
Saca de entre ti cuantos de estériles antojos hubiere, y no la mires al sentir su sonido, porque no vayas a borrarla con los ojos antes que tenga tiempo de escucharla tu (oído. Primera poesia de Eorique. Es de 1920.
Hoy el poeta tiene za años. Esa poesia es de la primera adolescencia. No he querido dejar de decirlo este dato, que creo curioso, por más que cada me diga nunca la precocidad de los artistas. Encanto de los hombres buenos, paz de las horas donde pudiese hablar conmigo mismo, don de los hombres y míol ¿Has visto como todo se ba ido poniendo Coscuro? Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica