Repertorio Americano 51. dose, a su carácter, Ramsay Mac Donald ei preguntón, cuando ellos ya ensordecían quedaron se retiró a Hampstead. Toda la dice en la biografía que consagra a su me las calles con sus bufonadas, continuaba luz de su vida pareció haberse extinguido.
moria: Volver hacia ella los ojos en días recibiendo la lección del anciano maestro, Pero de pronto un día el varón fuerte alzó de tormenta y de angustia, era como hallar los ojos bien abiertos, el ceßio fruncido, y la cabeza, y se propuso que el mejor moun puerto seguro, donde las aguas son man el espíritu insaciado e insaciable.
numento a la memoria de la querida esposa sas, bajo la sonrisa del cielo, Amaneció un día en que Lossiemouth. ausente para siempre, sería su propia vida Quince años duró esta idílica existencia. fué demasiado estrecho. Allá abajo, envuel entregada a continuar la grande obra que Cuando las cosas se complicaban demasiado to en la indecisa neblina, el dedo de Lon. con la colaboración de ella había comenen Londres, la pareja iba a pasar cortas dres le hacía señas, señas de que viniese. zado.
temporadas a una pequeña casa de campo el muchacho vino, y de una vez fue Antes de volver a la vida pública escrisituada en Chiltern Hills, o bien a Escocia, dar en un almacén donde por 15 chelines bió una remembranza de ella, que edito a la bumilde aldea de pescadores en don semanales facturaba mercancías.
privadamente, y a la cual pertenece el si.
de se deslizó la estudiosa adolescencia de Muchos días pasó sin almorzar, dedican guiente párrafo: Mr. Mac Donald.
do la hora del mediodía a alimentar el es «Doy remate a este modesto tributo, que Más tarde, la pareja emprendió viajes por píritu en la biblioteca del Guildhall. De he querido rendir a su memoria, en el misel Canadá, los Estados Unidos, Africa del noche estudiaba sin tregua ni descanso, apa mo lugar en que lo empecé, y que es la Sur, la India y demás colonlas inglesas. sionado por las ciencias naturales. Un mo. misma casa a donde vinimos juntos por vez También recorrió todo el Continente euro mento se hubiera creído que el campo cien primera. Acabo de recorrer un paseo por peo. Muy pocos Jefes de Gabinete ha habido tífico sería el de sus triunfos, pero la rueda donde a ella le gustaba caminar en las prien Inglaterra que conozcan tan bien el Im de su fortuna cambia repentinamente de meras horas de la noche. La ancha bóveda perio y en general, el mundo, como Mr. rumbo, y lo llevó a la política, del cielo centelleaba de luces, como cuando Mac Donald. Viajó, no por diversión, sino De ahí pasó a Secretario privado de ella y yo nos paseábamos del brazo, resal.
para informarse, y la inapreciable experien Thomas Lough, con 375 anuales y algo. tando ella como una gema preciosa en cia que dan los viajes de la debió también a de tiempo libre, que empleaba íntegra. medio de las tinieblas de lo incierto; el su mujer. Durante esos viajes, escribió al mente en estudiar y escribir. Sus labores mar gruñía lo mismo que cuando ella se gunos libros y muchos artículos. sea ésta en la Prensa aumentaron considerable. detuvo y me dijo. No hablemos; caminela ocasión de decir que Mr. Ramsay Mac mente sus entradas de dinero; y el fondo mos en silencio, porque así nos comunica.
Donald escribe con un estilo y con una gracia de sus conocimientos. Con las primeras le mos con más verdad. El siniestro chillido que ya quisieran para sí muchos literatos edificó a su madre una nueva casa en Log de un ave nocturna resono ahora igual que célebres.
siemouth, allá donde el mar ruge, y pája. entonces, cuando ella sino aquí por pri.
Estos días de felicidad y bonanza se pro ros extraños pasan rozando las olas. Con mera vez, y se sobrecogió y dijo que se longaron por espacio de quince años. Los el segundo creció él mismo en sabiduría, cansaba de admirar y admirar el misterio fundamentos del actual Labour Party estaban y en su corazón creció el amor por sus que encierra el corazón de lo infinito. echados, y Mac Donald, en colaboración con semejantes, La muerte de su esposa fué para Mac Keir Hardie, era su fundador. Habíanse Una naturaleza tan sensible como la suya Donald un golpe dolorosísimo, del cual realizado grandes cosas. Mas no es justo es naturalmente impresionable. Una de las tardo mucho en reponerse. La obsesión de decir que la verdadera fundadora del parti figuras del día era entonces Keir Hardie, y la muerte lo persigaió a tarde y a mañana.
do había sido Margaret Mac Donald, pues se sin duda a la influencia de este hombre se veces me parecía, dice Ramsay Mac lo había facilitado todo a su marido. debieron en mucho las certezas que en el Donald, que ella me hablaba y me daba Pero había una distancia larga y dura de ánimo de Mac Donald precedieron a consejos; como antes solía.
recorrer entre esos días de idilio y el go abandono del Partido liberal. Sea como Durante la guerra, Mac Donald pertebierno de la patria. La esposa de Mac Do fuere, en 1894 escribió a Hardier sobre la neció al grupo de laboristas radicales que Dald murió en 1911, y durante algunos organización de un partido loborista inde. opinaban que loglaterra debía mantenerse años el incansable político no pareció dar pendiente, y manifestándole sus intencio neutral, lo cual lo hizo objeto de furiosos se cuenta de donde estaba, según cuentan nes de enderezar eu destino hacia ese lado.
ataques por la Prensa y en el Parlamento.
eus amigos. Finalmente, llegó el día en De esta suerte lo encontramos en lo fino Conservó, sin embargo, el respeto y la adque se vieron animados grupos de pesca de la lucha de 1895, con el partido del miración de muchos personajea importandores discutiendo y conversando anima trabajo.
tes, que se hallaban en desacuerdo con él, damente por todas las faldas de los cerros Las elecciones le fueron impropicias, especialmente Mr. Lloyd George.
de Moryshire, en Escocia. No era pada pero de la derrota nació la fortuna. Claro Refiriéndose a su carácter y a su maramenos sino que un paisano suyo, Ramsay está que no se habla aquí de la fortuna villosa carrera, Mr. Joseph Grig escribe. Mac Donald, acababa de ser llamado por material, aunque haya habido algunos lo en el New York Herald: el Rey para confiarle el timón y la esco bastante injustos para afirmar que Ramsay «Mac Donald, como Stanley Baldwin y fa de un bote mucho más grande que Mac Donald, el que ha dedicado todas sus como Lloyd George, es gran fumador de el más grande que en los mayores delirios energías al mejoramiento de sus compa pipa. Comparte con ellos el gusto por la de su fantasía hubieran podido imaginar triotas, el que en su apsia de felicidad vida de campo, aunque quizás en mayor aquellas sencillas gentes.
para todos ha visto más allá de los límites medida que ellos, y como Lloyd George, Lo cierto es que nunca se puede prever de su país, el que se ha avergonzado de es un entusiasta jugador de golf.
a donde llegará un escocés. El hijo mis las pequeñas envidias que han pacido a su Mac Donald posee dos casas: la una en mo de un humilde criado de estancia, rededor, ha sido un mero buscador de for el Distrito de Hampstead, en Londres, y como Ramsay Mac Donal, puede sentir en tuna pecuniaria.
la otra en Lossiemouth, en Escocia. En su pecho, mientras desempeña maquinal Vino luego 1911, el año luctuoso para esta última acostumbra pasar los veranos y mente sus humildes menesteres, el fuego Mac Donald. En febrero, cuando la alegría la Nochebuena en compañía de sus hijos.
divino de los grandes destinos.
precursora de la primavera comienza a bri Los días de fiesta lee en familia Walter Aún viven en el pueblecillo de Lossie llar en todo Londres, murió su hijo menor, Scott. En ambas casas hay abundantes y mouth, quienes se sentaran en los bancos Ocho días más tarde, su anciana madre. selectas bibliotecas, en las cuales predomide la escuela donde el joven Mac Donald por último, en setiembre, el ser a quien nan los libros de literatura escocesa, poesía, con sus incesantes preguntas al maestro Ramsay Mac Donald amo más intensamen.
novelas, leyendas, aparte de las secciones hacía estallar a los muchachos en cuchi te, Tan rudos golpes lo agobiaron. Hun. filosófica y científica.
cheos burlones, y a las muchachas, en car diéronsele los ojos, y los cabellos se le tor. Los poetas favoritos de Mac Donald, son cajadas contenidas. Pero eso no sabían que naron grises. Con los cuatro niños que le en el orden en que se nombran: Walt su Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica