Repertorio Americano 29 47. Algunas reglas de conducta que nos sugieren cada por los hechos pobles, es preciosa virtad, propia de las almas superiores; pero la ira ciega rebaja el nivel los animales.
moral del hombre.
No hablemos sin entender lo que decimos, como el Existen po pocos animales de cuya manera de ser papagayo, ni tan copiosamente que nos llamen cotorras, pueden desprenderse enseñanzas saludables, desde los Estudiemos bien lo que necesitamos saber, pensando cuadramanos que son los más próximos al hombre hasta lo que decimos, y sin olvidar que quien mucho habla, el insecto al parecer más insignificante o el infusorio io. mucho yerra. aprendamos a escuchar. Así, no sólo visible a simple vista.
aumentaremos nuestro caudal de saber, sino que nos Así, los monos poseen como cualidad resaltante el haremos simpáticos a los demás.
don de imitar. Tengámoslo también nosotros para lo Observemos qué mal caminan los loros, con los pies bueno, punca para lo que choca con la moral y la co. hacia adentro. Seamos nosotros erguidos, caminemos rrección de las maneras.
derechos, sin amaneramiento en el porte. También así: Hugamos de las gracias torpes que sólo hacen reir a seremos agradables; pero que no estribe len eso el valor la gente de mal gusto.
de nuestra persona, ni menos en el traje que vistamos.
El amor maternal es notorio en los cuadrumanos, así No seamos como el orgulloso y hueco pavo real; ten.
como lo es el filial. No existe madre fea, oi pobre para gamos la elegancia, que va unida a la sencillez y el buen el gracioso monito. Sería tolerable en el hombre de ori. gusto, la gracia y el andar majestuoso del cisne, encanto gen modesto, enriquecido, que se avergonzase de su de parques y jardines, y que reune a sus bellas cualida.
madre porque no viste a la moda, ni se aviene a las ma. des exteriores, rasgos de valor y energía para defender Deras de la sociedad «distinguida. Serla el ser más des a sus polluelos. Dignos siempre, sin ostentación, ante preciable de la tierra, nuestros superiores, seámoslo igualmente, con bondad y Del amor maternal son también modelo las focas que cortesía, para con nuestros subordinados, sin excluir a enseñan a los hijos a vivir unidos y a auxiliarse recíproca los sirvientes más modestos.
mente cuando lo han menester o algún peligro los amenaza. Evitemos el ridículo; no seamos el hazmerreir de Tomemos del gato el hábito del aseo y no la impu nadie. Conservemos nuestra seriedad, sin que ello implireza, pi la groseria del cerdo; y no sólo por las conse. que el tener maneras adostas. La seriedad de la conducta cuencias desfavorables para la salud de la falta de limpie. no excluye la sonrisa en los labios, ni las naturales y za, sino también por la natural repulsión que determina necesarias expansiones de la legítima alegría. Por el con.
la persona desalifiada y sucia, tanto como atrae la que trario, hugamos de la tristeza: que la risa, la saludable es limpia y arreglada.
risa, sacuda con frecuencia questro organismo. cuando Seamos, como el perro, leales, agradecidos, servicia. nos alcance el dolor, pensemos que ello es también nece.
les, abregados, si el caso llega.
sario, como la vacuna. En el dolor se templa el carácter, Que no se nos atribuya jamás la cobardla de la hiena, preparándonos para vencer, más tarde o más temprano, la ferocidad del lobo, oi la picardía o la astacia, aplica. sin doblegaroos ante los contrastes inevitables. Teoga.
das al mal, de la zorra. Tengamos la franqueza, la va. mos la perseverancia del bordero, reconstruyendo pues.
lentía serena, la resolución inteligente que resulta del tra casa y nuestro caudal cuantas veces fuere menester.
estudio, de la conciencia del deber, de la energía y vo. Imitemos a las aves canoras, cultivando la voz, evi.
luntad para complirlo, tando cuanto haga nuestra expresión desagradable, y Cultivemos nuestra mente para que no puedan com aprendamos también a cantar. Es ese un medio más de pararnos al topo. Seamos observadores, atentos, preca ser felices y de difundir a nuestro alrededor el contento.
vidos, para no dejarnos engafiar: pero no engafiemos No pretenderemos que digan de nosotroe (cante como tampoco a los demás, creyendo que ciertas «vivezas» son: un ruiseñors, pero nuestro lenguaje no dará lugar a que lícitas. Ello es simplemente indigno.
se diga «brotan de esa boca sapos y culebras. No seamos como el glotón, sino moderados, en la Tengamos siempre el espírita vigilante del gallo, comida; tengamos más bien del camello y del dromedario aplicándolo a la conducta con el fin de evitar debilidades el poder de abstenernos y la sobriedad, fuente de salad, y desvíos.
economía y bienestar.
Conservemos siempre la dignidad personal por sobre No durmamos demasiado, como el lirón que acaso todas las cosas, por eso se conserva torpe; no tengamos la indolencia del No nos arrastremos jamás como los reptiles, perezoarmadillo o del perezoso; imitemos la industria ingeniosa 808 y taimados; no cambiemos de colores como el cama.
del castor.
leon, desoyendo la voz de la conciencia y pensando sólo Que nos disguste la terquedad que suele demostrar el en medrar a cualquier precio. Avancemos sin ocultar las burro; pero no su humildad, ni su paciencia, compatibles armas siempre pobles y digoas de quien las esgrime.
con el amor propio bien entendido y la altivez legítima, Multipliquemos en cuanto sea pos! ble nuestras apti.
ésta refida con la adulación servil.
tudes, para lograr independencia y no ser un parásito No seamos tercos, no cerremos los ojos a la luz, res que vive a expensas de los otros o como el marisco adhe.
conozcamos nuestros errores, que nada hay más hermoso rido a la roca.
que el respeto sincero a la verdad: pero tengamos a la Así como teje la arafia su red para procurarse el ali.
vez firmeza para sostener nuestras claras convicciones; mento, sea nuestra red el conjunto de habilidades que han tengámosla, sobre todo, para persistir en los buenos pro. de proporcionarnos el pan de cada día y han de permi.
pósitos, resistiendo a las incitaciones perniciosas. sea tirnos ser útiles a los demás retribuyendo los beneficios mos tolerantes con el error ajeno, especialmente si ado recibidos.
vertimos que la buena fe lo inspira; procuremos disiparlo Pensemos que en todas las esferas de la actividad cordialmente, razonando con amabilidad y no insistiendo humana se puede hacer el bien y contribuir al progreso si el espíritu de nuestro contrincante se encuentra per y a la felicidad colectivos, cosechando satisfacciones inturbado por la pasión.
timas. Es a menudo el obrero más pequeño el más eficaz.
No tengamos la irascibilidad del colibrí. Es menester ¿Quién es más átil, por ejemplo, el león, llamado el Rey dominarse aun cuando el enojo sea justificado. Reprimi. de los Animales, o la gallina, menos, aún, la abeja o el remos mejor el agravio, sin excedernos, cuanto más due. humilde gugano de seda?
fios seamos de nosotros mismos, La indignación provo. El que trabaja es el que vale más. No seamos, enton. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica