Repertorio Americano 219 Joves Los amores de Sucre sos vestidos de colores claros con que se ataviaban las bellezas guayaquileñas, contrastando con los brillantes uniformes de los nuevos militares y con los Del tomo Al margen de la Historia.
Leyendas de pícaros, frailes y caballeros, más severos de los veteranos de la expedición copor Cristóbal de Gangotena y Jijónlombiana, daban a la reunión aspecto encantador y Quito. MCMXXIII. Sea esta la oportunidad de dar las gracias al ilustre Sr. de Gananimadísimo, cuando se presentaron las invitadas pergotena y Jijón por el precioso ejemplar.
sonales del General Sucre: venía Pepita Gainza más que nos ha remitidp.
linda que nunca, y a recibirla se adelantó el General.
JOVEN de 26 años, en quien, a pesar de su juventud, Vestía éste de gran uniforme y en el pecho ostenhabían madurado los dones del espiritu. y que taba el sinnúmero de medallas que había ganado con tenia. con la actividad del joven, la reserva y dis sus heroicos hechos. Bailando con Pepita una de creción del hombre experimentados, endurecido en los aquellas pausadas y ceremoniosas contradanzas de combates, adornado con mil exquisitas prendas de la época, en una de las complicadas vueltas del baile, carácter y de pulidísima educación social, condecorado las condecoraciones del General enrredáronse casualcon un nombre ya glorioso llegó Sucre a Guayaquil, mente en los encajes que adornaban el corpiño de en mayo de 1821, encargado por el Padre de Co su linda pareja. Sucre, siempre galante, desprendió la.
lombia, de dar cima a la libertad del Sur.
aguja que sujetaba a su pecho las medallas y dejánEn Guayaquil el joven y glorioso General cuma dolas colgadas del corpiño de Pepita: Señorita, la nés fué recibido con todas las manifestaciones dijo, este incidente quiere decir que mis glorias la de entusiasmo que un pueblo patriota es capaz de pertenecen. Pronta, viva, Pepita, sin turbarse, le reofrendar a quien viene a consolidar su libertad y a plicó: General, me haré digna de ellas.
darla a sus hermanos. Quito, la primera que había levantado el estandarte de los libres en 1809, le cupo No pasó desapercibida la galanteria del joven gueen suerte ser la última en conseguir su libertad.
rrero, y la concurrencia la aplaudió calurosamente.
Prendadisimo quedó el General Sucre de la sin par Quito es el Alpha y Omega del movimiento emancipador de Colombia la Grande.
y despejada Pepita, a quien, en recuerdo de la hermoša velada, dejó sus condecoraciones. El joven héEntre los festejos con que Guayaquil celebró la reo pensó, se dice, hacerla su esposa.
llegada del futuro Mariscal de Ayacucho a sus playas, se contó como principalísimo, el baile que organizó en su honor el General Villamil.
De realistas que, hasta tratar al simpático y cabaLa belleza proverbial de las mujeres porteñas lleroso Sucre, habían sido algunas familias guayaquidebía hacer brillantísima aquella reunión, a la que leñas, y entre ellas la de Gainza, se volvieron ardienhubo de concurrir lo más selecto de la ciudad. Los tes patriotas, como lo demuestra la carta que más jovenes y flamantes Oficiales Octubrinos, los elegan abajo copio.
tes currutacos, estaban llenos de entusiasmo con la esperanza de la fiesta: ya las niñas más elegantes, la ciudad de Guayaquil, antes de su negra acción de El Coronel Nicolás López había sido el ídolo de asentimiento de asistir a la velada, con sus respecti Babahoyo: hombre de exquisita educación, muy apuesto vas y respetables mamás. Pero faltaba una familia, y decidor, había sabido captarse gran aprecio entre que entre sus miembros contaba a la perla más prelas damas porteñas, quienes, al enterarse de su iniciosa del Guayas, a la más linda muchacha, fresco cua traición a la causa de la Libertad, y en respuesta pimpopillo de diez y seis abriles. La familia distina las explicaciones capciosas que de su conducta guidísima de Gainza, fiel a su rancio abolengo pediera a la sociedad guayaquileña, le dirigieron esta ninsular, lo era hasta entonces a la causa del Rey, firmantes están, como puede verse, las Gainzas.
carta, que publicó El Patriota de Guayaquil: entre las y, por tanto, no asistiria al proyectado baile.
Lamentábanse los organizadores de la fiesta de «Traidor. Aún te atreves a pronunciar los nomque tan brillante concurso les faltara, y alguien, tal bres de la inocencia y del pudor, después de haber vez un Oficial colombiano que lo oyó, fué y se lo profanado este suelo con tus crímenes? Cobarde. Las dijo al futuro Mariscal de Ayacucho.
pequeñas fatigas de una marcha corta te atreves a El General quiso ganar a la causa de Colombia poner en consideración de un sexo que las conoce una bella mujer. Tomo consigo a dos de sus apues y las desprecia? Hombre detestable! Tu lenguaje es tos Edecanes, y, vestidos todos de gala, se presen igual a tus intenciones, y el desorden de tus palabras taron en casa de las Señoras de Gainza. Después igual a la desorganización de tu alma corrompida.
de los saludos y cortesías de estilo, el joven Gene Huya para siempre de ellas la victoria, que seria el ral expuso a la Señora de la casa el objeto de su triunfo de los vicios; y, antes de experimentar este visita: no podía permitir dijo que la velada que se día de horror, pereciendo el último de sus defensopreparaba estuviera privada de la más linda mucha res, las damas a quienes hablas, incendiando con sus cha del Puerto y pedía el honor de bailar la primera manos esta hermosa ciudad, sepultarán su honor y su contradanza con Pepita Gainza. petición tan ga decoro en las cenizas de Guayaquil. Agosto 28 de lantemente expresada, la madre de Pepita no tuvo 1821. Rocafuertes. Tolas. Garaicoas. Llagunos.
medio de eludir la invitación, y prometió concurrir Lavayen. Rocas. Cambas. Calderones. Díaz. con su hija a la velada.
Garrocháteguis. Luzcandos. Plazas. Campos.
Ya los salones en donde la fiesta se celebraba, Merinos. Aguirres. Casilaris. Haros. Morales. estaban llenos de invitados. Rutilantes de luz y ador Gainzas. Roldanes. Carbos. Urvinas. Jiménez. nados con profusión de flores, los frescos y vaporo Elizaldes. Ycazas. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional. Costa Rica