310 Repertorio Americano bién generoso o egoísta, según se acerque a edad impide reconocer a Hauptmann cosa Blanco, la última tragedia de Hauptmann, un alto concepto de humanidad o a un es.
que tampoco importa mucho ca quién reco. y Fedra, la última tragedia de Annunzio, trecho concepto de patria.
nocería el señor Baeza como genuino expo otro sexagenario. Mientras en la obra y por la luz de ese simbolismo, el título de la nente del teatro contemporaneo? Qué haría virtud de Hauptmann la tragedia pasa a tragedia adquiere una significativa ambi.
el señor Baeza con Bernard Shaw. Qué banuestros ojos y vivimos intensa y profundagüedad, mientras pierde su inmediata signiría, sobre todo, con Pirandello? Porque Pimente la fé candorosa y la desesperación de ficación histórica, Ya El Salvador Blanco randello es también un sexagenario. Tuve la Moctezuma, en la obra de Annunzio la no es el que anunciaba la ingenua y primitiva tradición azteca. Ni lo es tampoco Hersuerte de conocerle en Roma cuando el es tragedia está como por de fuera, pasa lejos treno de sa Enrico IV y puedo asegurar al del escenario y viene a sernos contada por pán Cortés como imaginaba la candorosa fé señor Baeza que Pirandello tiene hijos cua una serie de mensajeros trivial imitación o de Moctezuma. Dentro de la tragedia de Hauptmann, y dada esta improvisa ambicuorentones y peina canas albísimas. Si. reminiscencia de la antigua tragedia de S6güedad, podría serlo más bien el propio guiendo el precepto annunziano de rinno. focles en medio de un retoricismo copioso, Moctezuma, si de piel bronceada, de espívarsi, mejor que el propio Annunzio, ya yerto y frío, que, a pesar o a causa más bien irremediablemente engolfado como parece del estilo annunziano lleno de teatralidad ritu evangélicamente blanco. fuera de la en un balbuceo sibilino y senil, ese inquieto, tragedia literaria, ntro de la tragedia amy música, no alcanza a despertar en los cofecundo y agilísimo ingenio siciliano, des.
biente, dentro de la inmensa tragedia real razones el menor sentimiento trágico.
de Europa, cada uno de los personajes, cada pués de imprimir su sello personal en la así como la Fedra de Annunzio, que novela y en el cuento como pocos en Italia, 86lo es indimenticabile en los labios de la una de las naciones, particularmente cada una de las más torturadas y probadas como a una gran distancia de excelencia de los protagonista, ya antes de nacer está muerta, Guido da Verona y otros mercadantes de la a la vez nonata y momia, cuánta obra de Francia, Alemania o Rusia, podría creerlo o decirlo de sí misma. Aunque mejor, y literatura, después de iniciarse en el teatro artistas vivos, sexagenarios o no, ha vivido quizás con más justeza, la tragedia y su tícon piezas de penetrante e implacable dra más o menos fugazmente o no ha vivido maticidad como Tutto per bene, promueve, nunca. En cambio, mientras la obra metó.
tulo pueden sugerir que es Europa, Euroya sexagenario, una verdadera revolución, dica y vasta de un Bourget, vivo todavía, y pa entera, el verdadero Salvador Blanco, infundiendo al teatro tanto hálito de juven la de muchos poetas españoles de ayer y de el último cordero pascual que ha venido a tud y dándole un rumbo tan nuevo y origi hoy, están para nosotros irremisiblemente rescatar con torrentes de sangre todos los nal que, por calificársele de algún modo, y muertas, hay páginas de Stendbal y versos pecados de una civilización.
Teme el sezior Baeza que Hauptmann no para gran satisfacción de Marinetti, se le ha de Góngora que, al través de los años, conllamado futurista. Con esta designación el haya acertado a colocar bajo su verdadera tinúan viviendo vida perdurable, con tanto luz la admirable figura de Cortés. Vano teinstinto público da en el hito esencial: ex ímpetu juvenil como para vivir por sí solos, mor, porque la figura de Cortés aparece es presa, no que Pirandello y su obra pertenez y con tanta virtualidad creadora cuanta es bozada con probidad y reverencia exquisita.
can al grupo de Marinetti, sino que el artista necesaria a poner en el espíritu de los artisPero, naturalmente esa figura no tiene todo y su obra están llenos de futuro, porque lo tas la sacra semilla de la obra de arte impeel relieve que le corresponde, ya que es imesencial es que la obra de arte viva y el ar recedera.
posible que dos tan ingentes protagonistas tista engendre.
como Cortés y Moctezuma puedan caber fin de volver a Hauptmann y de que el MANUEL DÍAZ RODRIGUEZ juntos y cabales en una misma tragedia. No señor Baeza pierda toda preocupación o teAbril, 1914 San Juan de los Morros es tampoco la tragedia el marco ajustado a mor, pueden compararse dos términos apro.
la figura de Cortés y, aun dado que ese marco ximadamente iguales como El Salvador (EI Nuevo Diario, Caracas)
viniese bien al conquistador, la escena tendría que trasladarse entonces de México a Madrid, de la pompa solar del trópico rear zada por el brillo de su genio a la densa poche de la ingratitud real. Hernán Cortés político, gran capitán y fundador de reinos, conviene más el penacho lírico del poeLa obra y el hombre ma heroico, o el buril severo del historiador, o un género mitad historia, mitad visión trascendente y genial, como un ensayo de la estirpe de los de Carlyle o Emerson.
deben abrevarse en este libro, que haEn la notícula despunta más lejos otra Gabriel Alomar, un libro en que a la bla como un hombre, como el hombre preocupación o temor. Después de proclamar vez se hace el balance de cuanto ha humanísimo, integral, ardiente y gea Hauptmano ya Kotzebue como a los dos sido y es España, políticamente hasta peroso que es Alomar. iDesconfiemos, más gloriosos dramaturgos de hoy, el señor la fecha, y en que se la «induce) a en cambio, de los hombres que hablan Baeza, a quien supongo muy joven, no cree una acción de idealismo público. Todo como los libros. prudente considerar como representantes ge gobernante español, antiguo, actual o En la despiadada seleción de valonuinos del teatro moderno a esos dos ilustres en potencia, debiera leer y meditar ese res que van cerniendo los años, Ga.
sexagenarios. Así, para reconocer en un ar: excelente libro, aristotélico en cuanto briel Alomar se eleva sobre el páramo tista al genuino representante del arte de sa a la sutil elaboración de sus conceptos, mental y ético de Espafia como figura tiempo, es necesario tener en cuenta su y platónico en cuanto al efluvio ideal personalísima y señera, cautivante por edad, lo mismo que si se tratara de encar que envuelve, como una atmósfera, al la sagacidad de su entendimiento, por garlo de la gestión de un negocio de banca análisis de la realidad circundante; el poder comunicativo de su emoción o de mercería. Pero la limitación del talento un tiempo clásico, como construcción y por la constancia de su voluntad.
o del genio artístico no está en los muchos intelectual, y romáptico, como senti. Otros se cansan; algunos se desvían años oh manes de Cervantes y Goethel miento que rezuma de su forma; a la lastimosamente; quienes han revelado sido en que cese de renovarse, perdiendo la vez categórico y poético, rarisimo que son como decía Wilde de la mu.
frescura javenil de su facultad creadora, maridaje en este género de obras. jer esfioges sin secreto; quienes se como no está en la obra de arte sino en Do sólo los hoc de gobierno, sino preocapan del drama de la historia que no haya sido nunca, o ya no sea, o deje cuantos quieran tener una clara con. por el papel que en él quieren asumir, de ser co98 viviente. Si el hecho fatal de la ciencia histórica, en función con la como ocasión de lacimiento, sobre el Gabriel Alomar y la política idealista No puede ser más oportuna la apa: idea, de España y aun del mundo. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica