28 Repertorio Americano LA EDAD DE ORO 46. Tío Curro el de la porra.
Pues señor, ha de saber Ud. que había una vez un Cuando llegó a su casa les gritó a la mujer y a los hombre que vivía alegremente sin pensar en el día ma. hijos: Vamos, vamos a comer, y esta vez por mí la cuenta fiana, y como el gastar, deber y no pagar, es el camino que os habéis de hartar. En seguida desdobló el mantel, del hospital, en breve se quedó nuestro hombre sin sti que en lugar de manjares, se vio cubierto de lamparones hacienda, y sin tener más que treinta días al mes, que de todos tamaños y de todos colores, comer más que las uñas. Por lo tanto se fué poniendo Ahí fué ella. madre e hijos le cayeron encima y lo con los ánimos tan caídos que cuando no traſa para su dejaron para las andas de la caridad.
casa, la mujer le pegaba y los chiquillos decían denues. El tío Curro cogió el cordel y se fué a ahorcar.
tos, hasta que se aburrió, le pidió un cordel emprestado El que se había de ahorcar, y el frailecito que no, le a sti compadre, y se fué al campo a ahorcarse; ató el cor. dió este una porrita, asegurándole que con ella, todo el del a un olivo, y cuando se lo iba a echar al pescuezo se mundo le dejaría el alma quieta, y que no tenía más que le apareció un doendecito vestido de fraile que le dijo. decirle: porrita, descomponte para que todos echasen a coHombre, qué vas a hacer? ahorcarme; no lo está rrer y lo dejasen en paz, y a sus anchas.
viendo su mercé? Con que tú, cristiano, dvas a hacer Cogió nuestro hombre el camino de su casa con su lo que hizo Judas? quita allá, que eso no está bien. Toma porra, más en sí que un alcalde con su para, y apenas esta bolsa que nunca se ve vacía, y remédiate.
vib venir hacia el a los chiquillos pidiéndole pan con Nuestro hombre tomó la bolsa y sacó un duro y otro vituperios y depuestos, tal como lo veían hacer a su y otro, y vio que era la bolsa como la boca de las muje. madre, cuando le dijo a su porra porrita, descomponte.
res, que echan palabras y más palabras y no se agotan No bien lo hubo dicho, cuando empezó la porrita saestas en la vida de Dios. Visto lo cael desató y lió el cudir trancazos a los muchachos, que me los destempocordel y tomó la vereda para su casa. En el camino había rizó. Acudió la mujer en socorro de los hijos; a ella, po.
una venta en la que se entró y empezó a pedir de comer rrita, dijo el tío Carro, a ella y con coraje, y tal felpa le y de beber de cuanto había, pagando sobre la marcha, dió la porrita que la mató.
porque visto su pergenio, el ventero no le quería fiar tan Avisaron a la justicia y se presentó el alcalde con sus gran consumo: y tanto comió y tanto bebió, que se cayó alguaciles. Porrita, descomponte, dijo el tío Curro con.
borracho debajo de la mesa y se quedó más dormido que forme los vio, y la porrita empezó a sacudirles tales ca.
los muertos en campo santo.
chiporrazos que cada uno valía un duro: de forma que El ventero que se había enterado de que la bolsa de mató al alcalde, y los alguaciles apretaron a correr que la que sacaba los dineros nunca se vela vacía, le dijo a suela no les quedó bajo los pies.
su mujer que hiciese otra semejante, le sacó la suya al Mandose on propio al rey avisándole lo que pasaba, tío Curro y le puso la que su mujer le había hecho en el y el rey mando un regimiento de granaderos para pren.
bolsillo, der al tío Curro el de la porra. No bien este lo vio venir, Cuando despertó el tío Curro, se puso en camino y cuando dijo: porrita, descomponte, y la tiró en medio de llegó a su casa más alegre que un día de sol.
las filas. Empezó esta su baile sobre las costillas de los Alegráos! le grito a la mojer y a los hijos. Aquí hay grapaderos, que había un ruido como en un batán: a dinero largo: se acabaron las miserias.
aquel dejó cojo; a aquel manco; al comandante le salto Metió la mano en su bolea y la sacó vacía; la volvió un ojo; para acabar pronto, los granaderos todos tiraron a meter, pero ¿qué habla de sacar? Al ver esto fué tal el los fusiles y las mochilas, y echaron a correr que no coraje de la mujer, que le pegó una templa que lo puso veían la vereda, creyendo que el demonio andaba suelto.
como nuevo.
Libre de cuidado el tío Curro se echó a dormir, guarMás desesperado que nunca cogió el cordel y se faé a dándose su porrita en el pecho para que no se la robaran.
ahorcar. Llegó al propio sitio de la otra vez y ató el. Cuando se despertó se halló pierni y maniatado y que cordel a la rama del olivo. Qué vas a hacer, cristiano? se lo llevaban a la cárcel, donde le fué leída su sentencia le dijo la voz del duendecito que se le apareció caballero que era de muerte en garrote vil.
sobre la cruz del olivo. colgarme aquí como ristra de la mafiapa siguiente lo sacaron del calabozo, y esajos en techo de cocina, contestó muy en sí el tío Curro. tando ya subido en el cadalso le desataron las manos; each. Con qué te ha vuelto a faltar otra vez la paciencia? entonces su porrita y le dijo: porrita, descomponte, y se Sefior, si no tengo que comer! Tu culpa, es tu culpa, pe. la tiró al verdugo que quedó muerto a cachiporrazos.
ro. adelante. Toma este mantel que con el nunca te ha Que suelten a ese hombre, dijo el rey, porque si no, ya de faltar que comer. Dible el duende un mantel y desapa acabar con todos mis vasallos; decidle, que le doy un recib por entre las ramas. estado en América con tal que se large, Así sucedió; le Extendió el tío Curro el mantel en el suelo, y no dió un estado en la isla de Cuba, donde labró una bien estuvo extendido cuando se cubrió de manjares ciudad, y en esta hizo el tío Curro tantas muertes con que eran uno rico y otros más, que ni que los hubiese su porrita que le quedó por nombre Matanzas.
gaisado el cocinero del rey.
El tío Carro después de darse un hartagón de los de FERNÁN CABALLERO no puedo más, doblo su mantel y se fué a su casa.
Cwenlor forslas topi En la venta le entró sueflo y se acastó a dormir. El ventero que lo reconoció, se sospechó desde luego que algo bueno traerla; y birlándole el mantel con el salero del mundo le puso otro en su lugar, larus andaluces. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica